Redacción (ALN).- Hace poco más de una semana, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, perdonó a cuatro mercenarios de Blackwater, empresa que fundó un viejo aliado del mandatario, Erik Prince, conocido en Venezuela. Este indulto desató la indignación de expertos de EEUU e Irak.
“Perdonar a los contratistas de Blackwater es una afrenta a la justicia y a las víctimas de la masacre de Nisour Square y sus familias. Los Convenios de Ginebra obligan a los Estados a responsabilizar a los criminales de guerra por sus crímenes, incluso cuando actúan como contratistas de seguridad privada. Estos indultos violan las obligaciones de Estados Unidos en virtud del derecho internacional y, en general, socavan el derecho humanitario y los derechos humanos a nivel mundial”.
Son palabras de Jelena Aparac, presidenta y relatora del Grupo de Trabajo sobre el uso de mercenarios de la ONU.
La experta habla en nombre de todos sus colegas y del organismo que representa, el cual fue el último en criticar la decisión del presidente, Donald Trump, de indultar a los mercenarios de la firma Blackwater, Nicholas Slatten, Paul Slough, Evan Liberty y Dustin Heard. El primero condenado a cadena perpetua por asesinato en primer grado y los otros a 30 años por intento de homicidio voluntario.
“Garantizar la rendición de cuentas por tales crímenes es fundamental para la humanidad y la comunidad de naciones. Los indultos, amnistías o cualquier otra forma de exculpación por crímenes de guerra abren las puertas a futuros abusos cuando los Estados contratan empresas privadas militares y de seguridad para funciones estatales inherentes”, agregó Aparac.
Trump también recibió críticas desde Estados Unidos e Irak.
El general retirado de EEUU Mark Hertling catalogó el indulto de “atroz” y “repugnante” en un tuit. “Qué vergüenza, señor presidente”, agregó.
Por su parte, el Ministerio de Relaciones Exteriores de Irak le pidió a Washington “revisar” una decisión que considera “inconsistente con el compromiso declarado de la administración estadounidense con los valores de los derechos humanos, la justicia y el Estado de derecho”.
Mientras, la ONG Ciudadanos por la Responsabilidad y la Ética en Washington, más conocida como grupo Crew por sus siglas en inglés, dijo que con el indulto, Trump envió el siguiente mensaje al mundo: “No importa cuán terrible fue tu crimen, la justicia no se aplica si eres leal”.
Esto es así porque en la prensa internacional, medios como France Press, The New York Times, The Guardian y Euronews asocian el indulto a la relación de Trump con Erik Prince, fundador de Blackwater, cuya hermana, Betsy DeVos, fue nombrada por Trump secretaria de Educación.
De Prince también se dijo que fue un enviado de Trump para negociar con el gobierno de Nicolás Maduro en noviembre de 2019. Luego se supo que no fue en nombre del presidente ni del gobierno de Estados Unidos, sino a título personal junto a un grupo de empresarios para conversar con la vicepresidenta, Delcy Rodríguez, con el fin de ofrecer servicios de seguridad en las minas de Venezuela. Un hecho que no dejó de ser llamativo porque meses antes, en mayo de 2019, Erik Prince había diseñado un plan para derrocar a Maduro con un ejército de mercenarios latinoamericanos.