Daniel Gómez (ALN).- En entrevista con el diario ALnavío, Benedicte Bull, profesora en la Academia de Gobernanza Global de Oslo y directora de la Red Noruega de Investigación sobre Latinoamérica, dice que “para Venezuela no hay muchas más opciones posibles que la negociación”. Eso lo saben Cuba, Rusia, China, el Vaticano, las Naciones Unidas, el Grupo de Contacto de la UE y el Grupo de Lima. Todos reman en esa dirección. ¿Pero qué pasa con EEUU?
Benedicte Bull es profesora en la Academia de Gobernanza Global de Oslo y dirige la Red Noruega de Investigación sobre Latinoamérica. En entrevista con el diario ALnavío, reconoce que tiene una relación fluida con la Cancillería noruega. Y también admite, por razones obvias, que apoya plenamente la negociación que Juan Guaidó y Nicolás Maduro iniciaron en Oslo.
Bull, como explicó este jueves en una conferencia en Casa de América, considera que, hasta ahora, las “muchas soluciones” propuestas para resolver la crisis de Venezuela “han sido poco coordinadas” y “de un bajo perfil exploratorio”. Por eso apareció Noruega, “reivindicando su papel en el mundo”.
Añade que Noruega -“un país pequeño, vulnerable, y que no es miembro de la Unión Europea”- emplea “la política de los débiles”. Y esa es “conseguir que el planeta sea un lugar más apetecible”. Para ello facilitan diálogos sin ofrecer soluciones. Véase el caso de Colombia, donde Oslo fue un intermediario clave para que el gobierno firmara la paz con las FARC.
Para Venezuela, Noruega también quiere lo mismo: paz. Por eso intermedian en la negociación entre Guaidó y Maduro. Por eso aquel encuentro entre delegados de uno y otro bando en Oslo a finales de mayo. Por eso la posterior reunión en Estocolmo, Suecia, para garantizar que Cuba, Rusia, China, el Vaticano, las Naciones Unidas, el Grupo de Contacto de la UE y el Grupo de Lima estuvieran a favor de la negociación.
Ahora este proceso acaba de recibir otro espaldarazo. Una primera victoria mundial. En declaraciones a la agencia The Associated Press, Alexander Shchetinin, jefe del departamento de América Latina del Ministerio de Relaciones Exteriores de Rusia y enviado especial de Moscú para Venezuela, dijo que lo de Noruega ha generado “una oportunidad, aunque muy frágil, para la solución política y diplomática”.
Todos los factores internacionales reman a favor de la negociación, pero falta uno: Estados Unidos. ¿Washington apoyará el diálogo en Oslo? Benedicte Bull responde al diario ALnavío.
– En las negociaciones participan representantes de Guaidó y Maduro, de Cuba, de Rusia, de China, del Vaticano, del Grupo de Lima, de la Unión Europea, de la ONU… ¿Qué pasa con Estados Unidos?
– Recuerdo que falta también la OEA [Organización de Estados Americanos]. En Estados Unidos parece que hay una división sobre este tema. Por el lado de Elliott Abrams [enviado especial para Venezuela de EEUU] hay más disposición para que estén presentes en las negociaciones. Por el lado de John Bolton [asesor de Seguridad Nacional] no tanto. Nadie sabe qué está pensando Donald Trump. Lo de Oslo es un canal, no un formato fijo, un canal que debería apoyar EEUU. Por el momento, no hay muchas más opciones posibles para Venezuela que la negociación. Es obvio desde hace muchos meses que la intervención militar no es la solución.
– ¿Triunfará Oslo? ¿Es optimista o tiene dudas?
– Las dos cosas. En cualquier diálogo internacional hay un montón de dudas. Lo que dijo ayer Luis Almagro [secretario general de la OEA], que la oposición tiene mucho que perder con el diálogo… Bueno, Venezuela sigue con sus otras estrategias. No es que lo dejen todo a Oslo. No es como el diálogo en República Dominicana, cuando se paró todo, hasta las manifestaciones. No. No hay que parar nada. Todo sigue en Venezuela. Almagro también dijo que Guaidó ha perdido popularidad por el tema de Oslo. Eso no es cierto. Yo creo que tiene que ver con que Guaidó generó muchas expectativas. Luego fracasó lo de Cúcuta. Fracasó lo del 30 de abril. Entonces su pérdida de popularidad tiene que ver con otras muchas cosas.
– El expresidente español Felipe González dijo que le parece bien la negociación en Oslo, pero sin Maduro. ¿Comparte esta forma de pensar?
– Ese es el gran juego en este momento. Elegir los factores por el lado del gobierno y por el lado de la oposición. Todos están divididos. En el gobierno está Maduro y otros grupos de poder como el de Diosdado Cabello. Por otro lado, está la oposición que se debate entre si Maduro tiene o no tiene que participar en la elección. Yo no veo el futuro. Simplemente, diré lo mismo que dice el equipo mediador en Oslo, las soluciones no las tiene que dar Noruega.
– Usted vive en Oslo. ¿Qué se dice sobre el tema Venezuela? Cuéntenos algo que no sepamos.
– Oslo es un pueblito. Nosotros tenemos una comunicación muy fluida con la Cancillería. Siempre que sale una información sobre Venezuela y la negociación explotan las redes sociales, y eso genera distorsión. Hay tanta agenda política de un lado y de otro, que pienso que hay que darle paz, aire, para proteger el espacio de las negociaciones. Lo que sí creo es que hay un compromiso fuerte por parte del gobierno noruego para que esto continúe. Ellos seguirán trabajando a su estilo: con un muy bajo perfil.