Redacción (ALN).- Algunos sectores políticos Venezuela amanecieron este lunes con expectativa ante la inminente resolución del caso que se sigue en Cabo Verde al empresario colombiano Álex Saab, solicitido por la Justicia de Estados Unidos y señalado de ser testaferro del presidente venezolano, Nicolás Maduro.
«Libertad para Álex Saab», se leía en cientos de tweets de cuentas relacionadas con el Gobierno de Venezuela, que no ha escatimado esfuerzos para la liberación del empresario de origen libanés.
Pero otros celebraban no solo que Saab esté detenido, sino que también la posibilidad de que sea extraditado esta misma semana a Estados Unidos, donde se le acusa de lavado de dinero y otros delitos financieros.
DETENIDO EN 2020
Saab fue detenido el 12 de junio de 2020 cuando su avión hizo escala en el Aeropuerto Internacional Amilcar Cabral de la isla caboverdiana de Sal, tras una petición de EE.UU. a través de la Interpol, pero la defensa alega que esa alerta se emitió después del arresto.
Tras su detención, Venezuela aseveró que Saab es un ciudadano venezolano y un «agente» del Gobierno, que se hallaba «en tránsito» en Cabo Verde, por lo que sus abogados argumentan que «tenía derecho a la inviolabilidad personal como enviado especial de Venezuela».