Redacción (ALN).- Dos impresoras 3D para fabricar armas caseras, dos pistolas taser, cinco cuchillos, un machete, una katana, sustancias químicas para fabricar explosivos… Estas son algunas de las cosas que encontró la policía española en la casa de un exmilitar venezolano que huyó de Venezuela por el chavismo. Ahora las autoridades españolas temen que forme parte de una organización terrorista.
La detención en Santa Cruz de Tenerife de un exmilitar venezolano con pasaporte español que fabricaba armas caseras y simpatizaba con ideologías supremacistas acaba de salir a la luz.
Este martes, el diario ABC de Madrid informó que la Comisaría General de Información de la Policía y la Agencia Tributaria desarticularon en septiembre pasado el primer taller clandestino de armas 3D. La operación acabó con la detención de un exmilitar venezolano de 55 años que abandonó Venezuela por su incompatibilidad ideológica con el chavismo.
El exmilitar, regente de una residencia de ancianos, tenía un taller de armas muy cerca de su lugar de trabajo. Allí la policía intervino una ingente cantidad de armamento:
– Confiscó dos impresoras 3D para fabricar armas cacseras.
– 11 bobinas de filamento para impresora 3D.
– 19 armazones de arma corta fabricados mediante impresión 3D.
– 9 cargadores.
– 2 silenciadores.
– 2 correderas de arma corta sin numeración.
– 2 piezas para estriar cañones.
– 2 agujas percutoras.
– Una réplica de fusil de asalto AR-15 de Airsoft.
– Una carabina con mira telescópica.
– Tubos metálicos para hacer cañones.
– Un visor holográfico.
– Un molde de plástico para hacer armazón.
– 2 pistolas táser.
– 5 cuchillos.
– Un machete.
– Una katana.
– Sustancias químicas para la fabricación de explosivos.
– Objetos con simbología supremacista (dos banderas representando un trisquel, utilizadas por los grupos neonazis, y una funda para pistola con el emblema del ejército nazi).
– Más de 30 manuales, entre ellos uno terrorista, de guerrilla urbana, militares, de fabricación casera de explosivos, sobre el uso y manejo de armas de fuego y de fabricación de las mismas con impresión 3D.
Semejante arsenal puso en alerta a las autoridades españolas. Fuentes conocedoras le dijeron al diario ABC había tres asuntos “especialmente peliagudos”.
El primero era que disponía de sustancias químicas para la fabricación de explosivo. El segundo, que tenía experiencia militar al haber formado parte del Ejército de Venezuela. Y el tercero, que se le intervino propaganda neonazi.
Todo esto les hizo pensar que este venezolano podía formar parte de una organización terrorista. Hasta el momento no se han encontrado indicios sólidos de esta última posibilidad, pero los investigadores aún analizan su ordenador y sus contactos telefónicos.