Daniel Gómez (ALN).- Evanán Romero, exdirector de PDVSA y consultor energético con seis décadas de experiencia, advierte un futuro diferente para el panorama extractivo de Venezuela. Diferente al de los años 90. La última decepción se la llevó con el tema del Esequibo, un territorio en reclamación que cada vez parece más cerca de Guyana. La decepción no fue tanto con la decisión de La Haya, sino con la reacción de la Fuerza Armada de Venezuela, silente. “Aturde el silencio de quienes han sido creados por la Constitución para defender la soberanía”, dijo en entrevista con el diario ALnavío. Evanán Romero también analiza las implicaciones del tema del Esequibo, cuestiona la estrategia petrolera del equipo de Guaidó porque la considera poco realista, y se muestra la preocupación de que el modelo que se vaya a escoger sea el de replicar el modelo de la caída de la Unión Soviética, y la imposición de una oligarquía al estilo ruso.
Evanán Romero es consultor energético con 60 años de experiencia. En el pasado fue directivo empresas petroleras privadas, viceministro de Energía y director de Petróleos de Venezuela (PDVSA), cuando la compañía producía más de tres millones de barriles de crudo al día y era considerada una de las grandes petroleras a nivel mundial.
En entrevista con el diario ALnavío, Romero sostiene que esos tiempos difícilmente volverán. Y aún si fuera posible, considera que no es lo que más le conviene al país porque abrir el mercado a empresas y técnicos del exterior, sin fijación a generar ingreso fiscal, sino actividad económica, fomentando empleo y desarrollo. “Necesitamos una verdadera restructuración y generemos condiciones para atraer inversionistas nacionales y foráneos”.
En la conversación con este diario, Evanán Romero analiza la decisión de la Corte Internacional de Justicia de La Haya sobre el Esequibo, un territorio rico en recursos naturales que reclama Venezuela desde hace más de 100 años, pero que, por compromisos ideológicos, el chavismo renunció a continuar los reclamos, quedando finalmente en manos de Guyana.
La Corte, luego de que el gobierno se negara a dar la batalla en los tribunales tras años de litigios, falló a favor de Guyana y en el futuro decidirá a quién le corresponde el Esequibo. Y todo apunta que será a Guyana, con lo que eso supone: miles de millones de barriles de petróleo, petróleo liviano, fácil de extraer, descubiertos en la zona atlántica del Esequibo.
– ¿Qué le parece lo del Esequibo?
– Es otra oportunidad perdida que hay que poner en la factura del chavismo. Más de la mitad norte del primer bloque que halló la Exxon en el Esequibo, el bloque Staebrook, que se estima 8.500 millones de barriles hasta ahora, donde se han hecho 17 descubrimientos, y que además se encuentra del lado que reclama Venezuela. Tras muchos años de reclamo por parte de Venezuela, Hugo Chávez termina entregando el Esequibo a los guyaneses. Chávez dijo que se olvidaba de ese problema y todo eso por sus veleidades socialistas y su adoración por Fidel Castro en el afán de lograr los votos del Caricom (Comunidad del Caribe). Maduro ahora se queja y llama a defender el territorio, pero se olvida de que entonces era el ministro de Exteriores. Luego están esos militares nuestros, hechos para defender el territorio y ahora silentes. En todo esto del Esequibo no han dicho una palabra. Aturde el silencio de quienes han sido creados por la Constitución para defender la soberanía.
En la conversación con ALnavío, Evanán Romero analiza el futuro de Venezuela. Por ejemplo, no es optimista con el regreso de Exxon y muchas de las multinacionales de tamaños similares al país. Básicamente por naturaleza de los hallazgos y por la infraestructura de la que dispone Exxon. Sólo hay que ver la primera planta flotante del bloque Staebrook, en Liza, la primera de quizá cinco más que entrarían en ese desarrollo.
– Exxon se va a concentrar en activos muy especiales, similares a los que tiene en Guyana. En Liza simula un campo petrolero flotante a 200 kilómetros mar adentro, donde hay de 1.500 a 1.800 metros de profundidad al suelo marino. Allí llegan suministros por barcos y personal por helicóptero. La plataforma tiene su propia desalinizadora, plantas eléctricas, comunicaciones satelitales… A los trabajadores no les perturba ningún problema de Guyana en tierra. En esa zona no hay ni tormentas ni huracanes. Sacan un petróleo de excelente calidad en volúmenes gigantescos. Ahora compáralo con una operación en tierra en Morichal [Venezuela], donde hasta los alcaldes los matraquean y la delincuencia azota al personal. Además, en Venezuela el gobierno se queda con el 90% del beneficio, mientras que en Guyana no llega al 50%. Son condiciones fiscales sin ninguna comparación.
Por lo anterior es que Evanán Romero dice que es difícil que regrese la bonanza petrolera como la que se conoció desde los años 70 hasta los 90.
– Venezuela no puede reconstruirse pensando en que la bonanza petrolera de los últimos 40 años va a volver. Por eso me llama la atención que el proyecto Plan País de Juan Guaidó hable de reconstruir 3,5 millones de barriles diarios. Eso crea falas expectativas en la población y la dirigencia política que aún se esfuerza por mantener el control de esos hidrocarburos.
¿Por qué no ve viable esas cifras?
– Es muy optimista pensar en el regreso de volúmenes de petróleo de aquella magnitud. A medida que nos alejemos en el tiempo de establecer la fórmula correcta, se hace mucho más difícil. Debemos incorporar a nuestras propias empresas y profesionales, desarrollar trabajo y oportunidades, sin una fijación en metas de volúmenes porque desafortunadamente ya las condiciones no estarían allí. Esas oportunidades se perdieron y no vuelven más. Esto es realismo. ¿Qué van a hacer las petroleras en Venezuela teniendo Guyana allí al lado del mar, sin que nadie les moleste, con condiciones económicas inmejorables? En Venezuela si mantenemos la explotación bajo el control del Estado puede pasar que venga otro populista predestinado con una boina azul en vez de con una roja y repita lo mismo.
– ¿Pero no les interesa a las petroleras regresar a una Venezuela democrática y más transparente?
– Sí, claro que sí. Pero no se puede pensar que de golpe vendrán 10, 12, 15 grandes empresas a Venezuela. Eso no va a suceder. Lo que hay que hacer es abrirse. Hay que quitar esas palabritas como estratégico y soberano, hacer concursos y que participe todo el que quiera y cumpla una serie de condiciones.
– Maduro, con la Ley Antimonopolio, es lo que quiere hacer. Liberalizar el sector…
– Efectivamente. Van a privatizar el sector porque el gobierno no tiene acceso a dinero. Pero van a privatizar para sus partidarios y amigos en el país y sus aliados en el exterior. Esto traería una casta nueva de millonarios montados sobre los restos y activos de la PDVSA que ha sobrevivido estos años, creando una casta de multimillonarios como en Rusia a partir de Boris Yeltsin.