Daniel Gómez (ALN).- En el Consejo de Derechos Humanos en Ginebra, más denuncias contra Nicolás Maduro. En la Asamblea General de la ONU en Nueva York, más denuncias contra Maduro. En el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, más denuncias contra Maduro. Se lo dice al diario ALnavío una fuente del propio régimen, funcionario de la Cancillería en Caracas.
“Se viene un septiembre negro para Nicolás Maduro”, advierte una fuente de su Cancillería en Caracas en entrevista con el diario ALnavío. “A ojos de la comunidad internacional es ahora mismo un leproso. Nadie se quiere reunir con él. Y si se reúnen, lo hacen con la luz apagada”.
El calvario de Maduro comienza el próximo lunes, 9 de septiembre. Ese día, en Ginebra, se celebra el Consejo de Derechos Humanos. Allí se expondrá el informe sobre Venezuela elaborado por Michelle Bachelet, alta comisionada para los Derechos Humanos de la ONU. Un documento que detalla el mecanismo de Maduro para neutralizar a la oposición, persiguiendo, torturando e incluso matando. Pero ahí no queda la cosa.
– ¿Cuál es la importancia de esta asamblea?
– Luego del informe, los Estados miembros del Consejo votarán una resolución contra Maduro. No hay que confundir el Consejo de Derechos Humanos con Bachelet o con el secretario Guterres [Antonio Guterres, secretario general de la ONU]. Estos al final no dejan de ser funcionarios. El Consejo, en cambio, es un órgano que nace de la propia Asamblea General de Naciones Unidas y son los Estados miembros, con sus votos, los que sacan adelante las resoluciones. Venezuela estará sobre el tapete. Maduro sabe que va a perder esa resolución. Pero le interesa que algunas voces se alcen a su favor.
“Se viene un septiembre negro para Nicolás Maduro”, advierte una fuente de su Cancillería en Caracas en entrevista con el diario ALnavío. “A ojos de la comunidad internacional es ahora mismo un leproso. Nadie se quiere reunir con él. Y si se reúnen, lo hacen con la luz apagada”.
Lo anterior explica por qué los diplomáticos de Maduro andan “a millón” por África y Asia. En las últimas semanas han protagonizado reuniones en los países más exóticos: Guinea, Zimbabue, Vietnam, Timor-Leste, Siria, Corea del Norte, Nepal…
Ni siquiera el régimen lo esconde. Yuri Pimentel, vicecanciller para África, visitó Guinea esta semana y en su reunión el director general adjunto de Organizaciones Internacionales del Ministerio de Asuntos Extranjeros, Mohamed Oury Bah, le comentó “las perspectivas de acción de Venezuela en el contexto del periodo de sesiones de Naciones Unidas”. Así lo explicó la Cancillería.
Habrá que ver, por tanto, la reacción de Guinea el próximo lunes. Aunque cabe destacar que lo suyo sólo será una intervención. Este país es uno de los 47 Estados miembros del Consejo de Derechos Humanos. Miembros que periódicamente se renuevan por elección en Nueva York.
De los países visitados en las últimas semanas por la Cancillería de Maduro, sólo tiene voto Nepal. Allí estuvo como diplomático el hijo de Maduro, Nicolasito Maduro Moros. El lunes se verá si hizo bien su trabajo.
La otra fecha clave para Maduro es la Asamblea General de la ONU en Nueva York. El próximo 24 de septiembre arranca la cita a la que irán mandatarios, cancilleres y diplomáticos de todo el mundo. Algunos especialmente críticos con Maduro como el presidente de Colombia, Iván Duque, quien presentará una “batería de pruebas” que prueban la alianza del régimen con las FARC y el ELN.
Duque llevará a la ONU pruebas que muestran la alianza de Maduro con las FARC y el ELN
También hablarán el presidente de Perú, Martín Vizcarra, y el de Brasil, Jair Bolsonaro. “Los dos conforman el Grupo de Lima y son amigos de Estados Unidos, que hará referencia a Maduro en sus intervenciones”, explicó la fuente del régimen.
– ¿Qué viene después?
– Veo venir que tras las intervenciones, Estados Unidos correrá de inmediato al Consejo de Seguridad a exponer el tema Venezuela como un problema para la paz regional. No adoptarán una posición común porque Rusia y China tienen derecho a veto y son aliados de Maduro. Pero estos tampoco tienen mucho bueno que decir a su favor, agregó.
Sobre esta última declaración cabe destacar dos hechos concretos. El primero tuvo lugar en Moscú hace dos semanas. Allí estuvo la vicepresidenta de Maduro, Delcy Rodríguez, y no le trajo ningún acuerdo ni convenio firmado a Caracas.
El segundo es de este miércoles. La estatal china CNPC (Corporación Nacional del Petróleo de China) anunció el abandono completo de sus operaciones en Venezuela para acatar la Orden Ejecutiva de Donald Trump. Un bloqueo que sanciona en EEUU a empresas y países que hacen negocios con Maduro y su régimen.
La fuente cita otro ejemplo para demostrar por qué Maduro “es un leproso” a ojos de la comunidad internacional. Se remite al pasado 28 de agosto, cuando la Organización de Estados Americanos (OEA) aprobó el documento ‘Violación de Derechos Humanos en Venezuela’ con 21 votos a favor, tres en contra y siete abstenciones, siendo una de estas abstenciones la de Bolivia. La Bolivia de Evo Morales.
– ¿No es Evo Morales un aliado de Maduro?
– En la OEA, Evo Morales salvó el voto [se abstuvo]. Según se dice, esta decisión tiene que ver con la campaña electoral en la que anda Morales. Quiere ganar las elecciones. Es el favorito. Lo mismo está ocurriendo en Argentina con Alberto Fernández, quien hace poco dio unas declaraciones desmarcándose de Maduro. Vincularse con él es embarrarse.
Ante la falta de aliados, Maduro centra su estrategia diplomática en África, pero sobre todo en Asia. “Rusia se considera un país euroasiático. Turquía también. China. Vietnam. Corea del Norte…. También mira a África, pero este no es quizá el continente más relevante, salvo países concretos como Sudáfrica, expertos en manejar operaciones con minerales y oro, cosa que le interesa a Maduro”.
Como parte de esta estrategia Maduro ha hecho cambios en la Cancillería. Uno de ellos es nombrar a Félix Placencia viceministro de Asunto Multilaterales. Dice la fuente que este “es, de verdad, un hombre muy válido”. Antes se desempeñó como vicecanciller para Asia, puesto que ahora ocupa un hombre cercano a Maduro, Rubén Darío Molina. “Lleva 12-15 años en Cancillería, antes estaba en Asuntos Multilaterales y ahora anda por Asia. Es cercano a Maduro. Recuerda que Maduro antes de presidente fue canciller”.
Rubén Darío Molina, como Maduro, no es un hombre de academia. Fue mesonero en una agencia de fiestas, luego pasó a la lucha sindical, y de ahí a la carrera diplomática. Una historia parecida a la del autobusero Maduro.
Pese a los esfuerzos del régimen por blanquear su imagen de cara a las reuniones de la ONU, la fuente insiste en que Maduro se equivoca. “Sigue sin darse cuenta de que los conflictos se solucionan con la diplomacia y no con la Fuerza Armada. Es como si no viera lo que ocurrió en el G-7 con Italia, con Ángela Merkel (canciller de Alemania), Emmanuel Macron (presidente de Francia) y el primer ministro Conte (Giuseppe Conte, primer ministro italiano) evitando que el ultra Salvini (Matteo Salvini) llegara al poder propiciando una coalición entre el Movimiento 5 Estrellas y los demócratas”.
Lejos de apostar por la diplomacia, el martes Maduro, en tono bélico, anunció el despliegue de su ejército en la frontera con Colombia. Su excusa fueron los señalamientos de Iván Duque por considerarlo promotor de las FARC. Cosa que también hizo el presidente encargado, Juan Guaidó; y los gobiernos de Argentina y EEUU.