Juan Carlos Zapata (ALN).- ¿Cuánto avanzaron la semana pasada las negociaciones entre los delegados de Juan Guaidó y Nicolás Maduro? El comunicado del gobierno de Noruega habla de voluntad de partes y de avances para una solución acordada, y que ello incluye materias políticas y electorales. Pero qué hay de concreto.
Por lo que se ha podido saber, son estas las líneas maestras de la negociación. Están sobre la mesa:
Elecciones con nuevos poderes. Esto es: nuevo CNE.
Que cese la Asamblea Nacional Constituyente.
Que se incorpore el chavismo a la Asamblea Nacional.
Elecciones en un año, e incluso menos.
Y elecciones con ¿Maduro en el gobierno?
No es que haya acuerdo. Es lo que se ha discutido. Es en lo que se ha avanzado en cuanto temas. Los grupos de la negociación por parte de Nicolás Maduro y Juan Guaidó tendrán que volver a la mesa. Hasta esta mañana de Caracas, no había confirmación por parte de Maduro si se volvía a sentar. Los expertos dicen que si Maduro da el paso, le será difícil regresarse después del avance.
Eso implica que Diosdado Cabello, contrario a las negociaciones, ya no disponga del poder de la Asamblea Nacional Constituyente.
Ello implica un cambio de juego en la Asamblea Nacional, que iría más luego a elecciones, y que sea el nuevo Parlamento el que resuelva la elección de un nuevo Tribunal Supremo de Justicia y los otros poderes.
Ello implica aceptar las elecciones en un plazo máximo de un año, pues como ha informado el diario ALnavío, la línea del equipo de Guaidó es que haya una fecha tope para la negociación y los acuerdos. En el plano de las elecciones también se ha discutido si Maduro es candidato. Y hay señales de que no lo será, y por ello es que se promueve la figura del gobernador del estado Miranda y miembro del equipo negociador, Héctor Rodríguez.
En cambio, se supone que no ha habido objeciones a que Guaidó sea el candidato opositor. Ello transforma la contienda en un evento de grandes expectativas. Dos jóvenes políticos frente a frente, de la nueva generación del chavismo y la oposición democrática.
¿Y qué pide Maduro a cambio?
Dos condiciones que son punto de honor:
Que Maduro siga en el Palacio de Miraflores. Que las elecciones sean con Maduro en el poder.
Y que se levanten las sanciones contra la administración Maduro. O sea, las sanciones que afectan al Banco Central, a PDVSA, al gobierno en sí.
Maduro aún no confirma próximo paso en negociaciones con Guaidó
Si hay acuerdo, se estaría cambiando tiempo, transparencia y normalización institucional por la permanencia de Maduro en el poder, en un lapso limitado de no más de un año. Porque el chavismo siempre ha planteado más tiempo.
Si hay acuerdo, Maduro no quiere llegar a las elecciones con las manos atadas. Quiere margen de acción financiera y económica para atender la situación del país, y que ello se traduzca en al menos sostener la votación chavista de su lado y asegurar un resultado digno.