Juan Carlos Zapata (ALN).- El jefe del Sebin que se le fue a Nicolás Maduro le dice al general en Jefe, Vladimir Padrino López, ministro de la Defensa, y líder de la Fuerza Armada, que es la hora de actuar para la “reconstrucción del País y el reordenamiento del Estado”. Le solicita que dirija el proceso de la transición con el fin de recuperar la “gobernanza del Estado”.
El también general, Manuel Ricardo Cristopher Figuera, le hace la solicitud a Padrino López, desde algún lugar del mundo donde se esconde, luego de que el 30 de abril se viera involucrado en el movimiento cívico militar que intentaba sacar a Nicolás Maduro del poder, y que fracasó.
Una supuesta “megaconspiración” que involucraba a testaferros de piezas del poder chavista, al presidente del Tribunal Supremo de Justicia, al jefe de Casa Militar, a miembros del Alto Mando militar, a oficiales de guarniciones, y a dirigentes políticos como Leopoldo López y Juan Guaidó.
“Atendiendo a la recomendación que me hiciera uno de mis detractores en un mensaje público, luego de los acontecimientos, le solicité al Presidente Trump que levantara las sanciones a nuestro País; esta vez a título personal, porque ya antes lo había hecho por instrucciones del Presidente Maduro. No obstante, el Presidente Trump me mandó a decir que lo haría, pero con otra administración, porque la actual se robaría nuestros recursos y continuaría el sufrimiento de nuestra población.”
Cristopher Figuera era el director del Sebin, la policía política del régimen. Maduro ha dicho que la operación estaba previamente descubierta, y previamente descubierto el exdirector del Sebin, a quien iba a remover del cargo ese mismo día.
Lo que menos se ha dicho desde el grupo que apoya a Nicolás Maduro es que Cristopher Figuera es un traidor, que se lanzó en brazos del enemigo. Y es de este punto que el exdirector de Inteligencia de Maduro parte con el propósito de que el general Padrino López reflexione, a quien, por cierto, llama líder militar y estadista. “Esa debe ser su más grande preocupación”, le escribe. Que lo llamen traidor. Que le digan traidor a Padrino López. Sensible aspecto explotado por las fuerzas del régimen que no se cansan de repetirle a los militares: Leales siempre, traidores nunca. Pero Cristopher Figuera le dice que “no tema a que lo condenen como me están condenando a mí”; y por otro lado, que no se le puede llamar traidor, pues la verdad es que la Patria, “usted y otros nobles soldados”, están secuestrados “por 4 bandidos y usted bien lo sabe”.
Entre los grupos de poder que el general ha mencionado se encuentran el de Diosdado Cabello, el del presidente del Tribunal Supremo de Justicia, Maikel Moreno, el del ex Vicepresidente Ejecutivo, Tarek El Aissami, el de los hermanos Delcy y Jorge Rodríguez, vicepresidenta y ministro de Comunicación, respectivamente, y el del propio Maduro. Son ellos los que manipulan el poder, dijo en anterior entrevista Cristopher Figuera al diario ALnavío.
Exclusiva: El jefe del Sebin que se le fue a Maduro revela los grupos que manipulan el poder y al propio Maduro
“Imagino la angustia que debe generarle lo que puedan decir de usted”, señala colocando su caso como ejemplo por todos los ataques recibidos, y en lo que atañe a Padrino López serían mayores, teniendo en cuenta la posición que ocupa. Pero Cristopher Figuera le pregunta: “¿Quiénes le han faltado a la Patria?”. “¿Los que a duras penas la sostienen o los que la han depredado?”. Puede uno suponer que “los que a duras penas la sostienen” son los militares.
Argumenta que aquellos que fueron puestos para dirigir al país no “cumplieron con la tarea”. Por el contrario, “robaron el erario de la Nación”. Señala que la corrupción “hizo metástasis en la institucionalidad”. Y la Fuerza Armada, especie de “quimioterapia” contra el mal, “ya no da más para sostener a nuestro País”.
El general le pregunta a “mi General en Jefe”, es decir, a Padrino López: “¿Usted realmente se siente leal a la Patria?… ¿Le parece que está bien el desorden económico, social, político, familiar, de valores, moral y principios en el que está sumergido nuestro País?”. Al llegar a este punto, el general escribe que el juramento que hicieron y que hacen los militares es para defender a la Patria y sus instituciones. Un juramento ante Dios y la bandera. Y qué queda de esa Patria, señala enseguida. Qué queda de las instituciones. Ante esto es que apela al liderazgo de Padrino López y le solicita que actúe, que marque la ruta. “Usted ejerce un liderazgo y una influencia muy importante en los soldados en todos los grados”. Y es aquí que le apunta que no tema a que lo condenen, pues, por el contrario, “la sociedad toda”… “unos y otros”; “unos en silencio y otros a viva voz, valorarán positivamente una acción de su parte que restituya la senda de la reconstrucción del País que está dibujado en la Ley del Plan de la Patria”.
El general se mira y se culpa, y también observa a los demás. “No hemos hecho lo suficiente”, apostilla. “Si esos corruptos responsables del estado de deterioro en el que está sumergido el país, hubiesen sido sometidos a la Justicia, no habríamos llegado a este punto de sufrimiento de nuestro pueblo”. Señala que “se es cómplice por acción u omisión y en este punto de la historia, somos responsables de tanto infortunio, porque a pesar de verlo, conocerlo y no estar de acuerdo, nuestra actuación ha sido tímida”.
De modo que Cristopher Figuera insta a Padrino López a actuar. Le dice: Llegó la hora. Le dice que junto al Alto Mando marque la ruta. Le propone buscar una solución negociada. “En paz y con la mayor tolerancia, con base a las diferencias ideológicas que puedan existir”. Admite que no será un camino sin dificultades, aunque no por las acciones que Padrino López y la Fuerza Armada puedan emprender sino por lo que los otros, quienes detentan el poder, puedan hacer. “Hay quienes quieren llevarnos a una guerra civil para justificar, en los espacios de poder, su permanencia”.
Dicho esto, aquí la carta completa: