Juan Carlos Zapata (ALN).- Comienzan las reuniones en Oslo, Noruega, entre los delegados de Juan Guaidó y los de Nicolás Maduro. No es diálogo, ha dicho Guaidó. Es diálogo, dice Nicolás Maduro. Facilitación, han precisado los noruegos. ¿A qué se va a estos primeros encuentros?
Regreso a Oslo. Hechas las consultas, en una semana los delegados de Nicolás Maduro y Juan Guaidó han regresado a Noruega. Lo dijo ALnavío en exclusiva el lunes 20. Que había acuerdo entre las partes para continuar lo que la semana previa había comenzado en la capital noruega.
En dos días, esa voluntad tendrá que quedar explícita. Guaidó ha dicho que en esta ocasión no se sentarán con el régimen de Maduro a hacer el papel de tontos. Una fuente de alto crédito había explicado a ALnavío que “el tema esencial es una elección presidencial justa y libre, lo cual requiere un gobierno de transición, y esto a su vez el cese de la usurpación”. O sea, se sigue la ruta de Guaidó de que primero es el cese de la usurpación. Y los términos no han cambiado.
Ya están en Oslo. Ya han comenzado. Y las posiciones están claras. Del primer encuentro, el equipo noruego logró el compromiso de seguir. Para este encuentro, la situación es más complicada. Porque los delegados de Guaidó tienen un mandato expreso. Explorar que:
-Maduro en realidad quiere negociar.
-Que hay voluntad para iniciar el proceso.
-“Un proceso facilitado por Noruega”.
En dos días, esa voluntad tendrá que quedar explícita. Guaidó ha dicho que en esta ocasión no se sentarán con el régimen de Maduro a hacer el papel de tontos. Una fuente de alto crédito había explicado a ALnavío que “el tema esencial es una elección presidencial justa y libre, lo cual requiere un gobierno de transición, y esto a su vez el cese de la usurpación”. O sea, se sigue la ruta de Guaidó de que primero es el cese de la usurpación. Y los términos no han cambiado. Han sido ratificados por Guaidó. Y es lo que han expresado los voceros de los Estados Unidos y otros aliados de Guaidó. Pero, como se sabe, negociación es negociación y se supone que se parte de la exigencia mayor.
Las delegaciones ha sido reforzadas. A la primera asistieron, por Maduro:
El ministro de Comunicación, Jorge Rodríguez.
Y el gobernador del estado Miranda, Héctor Rodríguez. (Ningún parentesco los une)
Ahora se incorpora el canciller, Jorge Arreaza.
Los tres son de la extrema confianza de Maduro. La presencia de Héctor Rodríguez se ha interpretado como una señal de que Maduro juega en todos los escenarios, inclusive en lo electoral, y por tanto intentan mostrar a Héctor Rodríguez en una posición de alta responsabilidad, tratándose del dirigente del chavismo mejor colocado en las encuestas. ¿Piensa Maduro que la negociación llevará a unas elecciones sin él?
Por Guaidó asistieron a la primera:
Fernando Martínez Mottola, jefe del equipo.
Gerardo Blyde, exdiputado.
Y Stalin González, segundo Vicepresidente de la Asamblea Nacional.
Ahora se incorpora el exrector del Consejo Nacional Electoral, Vicente Díaz.
La presencia de Díaz es clave. Conoce el tema. Ha participado en otras iniciativas, como la última de 2017 que terminó en fracaso en República Dominicana. Pero sobre todo, conoce a Jorge Rodríguez. Y señalan las fuentes que su papel es “marcar” a Rodríguez.
Maduro entiende que todavía en la oposición –y también entre algunos aliados internacionales- que lidera Guaidó hay resistencia a cualquier fórmula que le permita ganar tiempo. El equipo de Guaidó no está dispuesto a ello, a seguirle el juego a Maduro.
Exclusiva: Ya hay acuerdo para continuar las negociaciones entre Guaidó y Maduro
En el equipo de Guaidó también saben:
Que el tiempo no juega a favor de Maduro porque la crisis social y económica se profundiza.
Que los aliados internacionales de Maduro quieren que negocie.
Que el sector militar prefiere la negociación antes que estalle una crisis militar.
Que hay sectores civiles del chavismo que también se inclinan por la negociación.
Señaló la fuente que “a diferencia de los intentos anteriores, en esta oportunidad la oposición negocia desde una posición de fuerza, basada en el liderazgo de Juan Guaidó y el sólido apoyo de sus aliados internacionales”. Guaidó acaba de señalar que «debemos verbalizar bien lo de Noruega. No podemos utilizar la narrativa del régimen. Es una invitación a una mediación por parte de Noruega. Es decir, no es una negociación ni un diálogo».