Juan Carlos Zapata (ALN).- ¿Cuántas agendas hay en desarrollo en Bolivia? Los principales actores políticos del país ya parecen encaminados a pactar el esquema y la fecha de las nuevas elecciones. Pero la calle sigue activa, la protesta sigue viva. Desde el exilio el expresidente Evo Morales mantiene la línea de que se siga ejerciendo presión sobre el gobierno interino de Jeanine Áñez y al mismo tiempo endurece el lenguaje contra los militares a los que una vez consideró leales al proceso político que lideró. Evo Morales ha llegado ahora al punto de denunciar que pudo haber sido objeto de un atentado. Evo Morales suma ahora dos problemas. Ya no cuenta con un partido monolítico -unos parlamentarios piden su regreso y otros no- y el haber endurecido el lenguaje contra los militares, lo aleja de estos.
Dos sectores se diferencian dentro del MAS, el partido de Evo Morales. Uno radical que encabeza la senadora Adriana Salvatierra (que había dimitido junto con Evo Morales). Otro conciliador que lidera la senadora Eva Copa. Esta es la presidenta del Senado. La senadora Adriana Salvatierra mantiene la posición de que Evo Morales debe regresar a Bolivia y participar en las elecciones. Eva Copa junto a otros legisladores pasan esa página. Considera que lo prioritario es pacificar el país y para ello es clave realizar los comicios, lo que hace que el retorno y la candidatura de Evo Morales no sean lo prioritario. Este sector del MAS entiende que en el corto plazo no es posible plantearse esa opción. De hecho, el colaborador de Evo Morales que habló con el diario ALnavío adelantó este jueves que al expresidente tampoco le convenía a pesar de que él mismo insista en que quiere hacerlo. La fuente argumenta que Evo Morales ya no tiene consigo a los militares, y puede ser perseguido y enjuiciado en Bolivia. “Lo van a demoler”, dijo.
Evo Morales ha endurecido su discurso contra los militares. Y si planteara regresar, allí habría un nuevo punto de fricción. Un problema. Evo Morales comenzó por no incluir en lo que él llama golpe de Estado, a la Fuerza Armada. Primero habló de golpe civil, político y policial. Tres días después de su fuga de Bolivia, se mostró sorprendido por la actuación del exjefe del Ejército, Williams Kaliman. Luego, amplió esta impresión argumentando que esos militares gritaban consignas contra el imperio apenas días antes de su salida del poder. Más tarde asomó que la cúpula había sido comprada por los Estados Unidos, revelando cifras concretas de un millón y 500.000 dólares.
Evo Morales también se ha quejado del comportamiento militar recordando cómo equipó a la Fuerza Armada, y de manera particular cómo amplió la flota de helicópteros de uno a 25, sugiriendo que por iniciativas de ese tipo, le debían lealtad. Lo último que ha dicho es que pudo haber sido objeto de un atentado, y hace referencia al accidente de un helicóptero ocurrido el 4 de noviembre. Acusa de manera directa al comandante de la Fuerza Aérea.
Como Evo Morales ya no mide palabras, señala que la Fuerza Armada se sumó al golpe de Estado el domingo en el que el exjefe del Ejército le sugirió que renunciara a la presidencia en aras de la pacificación del país, y que la Fuerza Armada tiene que ser objeto de una profunda reestructuración para que se ponga del lado del pueblo y no del imperio. ¿Ayuda este discurso a que vuelva? No. Y menos cuando también señala que mientras estuvo en el poder no hubo un solo muerto y ya después, militares y policías han cometido una masacre con los equipos que les había comprado en Francia y China.
Oscar Ortiz, excandidato presidencial del Partido Demócrata Social, es quien preside la Comisión del Senado para los acuerdos que conduzcan a nuevas elecciones. El retraso en los posibles consensos en la Comisión se debe más a las divisiones internas en el MAS. Este jueves la Comisión tuvo que suspender las deliberaciones en espera de que los senadores del MAS se pusieran de acuerdo en puntos clave como el de comicios con Evo Morales candidato o comicios sin Evo Morales como candidato. Al final se impuso la posición de anular las elecciones del 20 de octubre, convocar a nuevas elecciones, que Evo Morales no participe, y caminar hacia la designación de las nuevas autoridades electorales. Ya en el MAS se oyen más voces que repiten que todo es por el bien de Bolivia y por la pacificación del país. De modo que ganan espacio los que admiten que una candidatura de Evo Morales sería contraproducente.
En este escenario, la mediación ha funcionado. La de la Iglesia Católica y la de la Unión Europea. El obispo Aurelio Pessoa y el embajador de la UE, León de la Torre, se han apersonado en la Asamblea Legislativa. Se han reunido con senadores y diputados. Intensas y extensas reuniones. Los mediadores hacen de enlace con el gobierno interino de Jeanine Áñez. El Ejecutivo había amenazado convocar elecciones mediante un decreto. Ante esta posibilidad, los senadores y diputados del MAS se pusieron en movimiento, instalaron las cámaras, y en este nivel se encuentran las negociaciones. Se espera que este viernes haya pacto. La senadora Eva Copa, del MAS, ha reconocido los esfuerzos de la mediación, y lo importante que ha sido para bajar la tensión.
Como Evo Morales ya no mide palabras, señala que la Fuerza Armada se sumó al golpe de Estado el domingo en el que el exjefe del Ejército le sugirió que renunciara a la presidencia en aras de la pacificación del país, y que la Fuerza Armada tiene que ser objeto de una profunda reestructuración para que se ponga del lado del pueblo y no del imperio. ¿Ayuda este discurso a que vuelva? No. Y menos cuando también señala que mientras estuvo en el poder no hubo un solo muerto y ya después, militares y policías han cometido una masacre con los equipos que les había comprado en Francia y China.
Es de la presidenta interina la propuesta de anular las elecciones que desencadenaron la crisis. Áñez también propone que los nuevos vocales del Tribunal Supremo Electoral sen designados para los próximos seis años, pero en este punto no hay acuerdo porque hay quienes se inclinan porque esos vocales sean designados sólo para la próxima elección. El diario La Razón señala que “hay ya un acuerdo entre las bancadas del Movimiento Al Socialismo (MAS), Unidad Demócrata (UD) y Partido Demócrata Cristiano (PDC) sobre elecciones con un padrón electoral saneado y la renovación del conjunto de vocales del Tribunal Supremo Electoral (TSE) y de los nueve tribunales Electorales Departamentales (TED). Son consensos sobre la base de dos propuestas de ley”. Resta para la jornada de este vienes, si en las elecciones participarán los partidos que lo hicieron en los pasados comicios o se ampliará el espectro de participación a otros partidos.
Importa destacar que el MAS juega a la política y a la pacificación. Sigue siendo el principal partido del país. Y no descarta ganar las elecciones. Aun sin Evo Morales.