Daniel Gómez (ALN).- Ahora los militares son unos golpistas que colaboran con la derecha y Estados Unidos para sacarlo del poder. Al principio ni los señalaba. Creía que con equipamiento e ideología había comprado su lealtad.
Evo Morales al principio no culpó a las Fuerzas Armadas. Antes de dimitir y abandonar Bolivia, denunció “un golpe cívico, político y policial”. Ni una referencia a los militares. Pero fue cambiando el discurso. Primero se dijo contrariado. Traicionado. No entendió cómo el Ejército, el mismo que su gobierno equipó, el mismo que clamó a su lado contra el imperialismo, le sugirió que dimitiera. Ahora está molesto. Los acusa de matar. De orquestar un supuesto golpe de Estado con apoyo de Washington.
Este lunes en Radio Nacional de España denunció:
– Estoy convencido de que jefes de las Fuerzas Armadas recibieron hasta un millón de dólares por plegarse al golpe de Estado.
– Otros recibieron medio millón.
– El dinero fue pagado por Estados Unidos.
– He demostrado con documentos que la embajada de los EEUU estaba haciendo campaña contra mí.
Evo Morales afirma que los militares se le están volteando a la «dictadura» en Bolivia
Ahora Evo Morales acusa directamente a las Fuerzas Armadas. No era así el jueves. Cuando se publicó una de sus primeras entrevistas con la prensa internacional:
“No lo puedo entender, tenía buenas referencias del general Kaliman [Williams Kaliman]. Yo había hablado con las Fuerzas Armadas, me dijeron que ellos se iban a mantener ahí. Después, pidieron mi renuncia. Es otra prueba más del golpe. Evidentemente, me siento traicionado, pero no sólo eso. Hemos invertido para equipar a las Fuerzas Armadas todos estos años, pero no para que vayan contra el pueblo, sino para defender a la patria”, declaró al diario El País.
Luego, en entrevista con BBC Mundo, Evo Morales dio detalles de por qué tenía buenas referencias del general Kaliman. “El 7 de agosto, el día del aniversario de las Fuerzas Armadas, estaban gritando contra el imperialismo y contra la política de la derecha. A última hora se cambian”, dijo.
“No sé qué historia estará haciendo el general Kaliman. Tengo muchas dudas de algunos jefes y comandantes de las Fuerzas Armadas”, agregó.
Como se dijo en el diario ALnavío, es como si Evo Morales confundiera legalidad con lealtad. Como apuntó el internacionalista Fernando Mires, el mayor delito que puede cometer un presidente es robarse unas elecciones. Y eso hizo Evo Morales. De ahí la intervención del Ejército sugiriendo su dimisión.
Evo Morales sobre las Fuerzas Armadas: “El 7 de agosto, el día del aniversario de las Fuerzas Armadas, estaban gritando contra el imperialismo y contra la política de la derecha. A última hora se cambian”
Pero ahora con el decreto aprobado por la presidenta interina, Jeanine Áñez, que brinda impunidad a los militares que trabajan para pacificar el país, Evo Morales parece haber revertido la situación. No se habla del fraude. Y entonces su discurso del caos vuelve a tomar fuerza:
El sábado en el diario La Jornada de México venía diciendo: “Usan a las Fuerzas Armadas para meter balas al pueblo. Cuando llegué al gobierno las Fuerzas Armadas apenas tenían un helicóptero. En nuestra gestión tienen 25 helicópteros. Hemos equipado a las Fuerzas Armadas, pero no para que estén en contra del pueblo”.
“El pueblo no quiere a las Fuerzas Armadas en la ciudad, porque son cómplices del golpismo”, agregó.
En esas entrevistas también repitió una consigna: hasta el domingo, ni un muerto de bala porque “somos nosotros los que luchamos por la paz”.
Ahora afirma: “Hasta el domingo ni un muerto por bala -domingo 10 de noviembre, cuando él renunció-. Ahora 10”. Realmente son nueve los muertos por bala reportados y un total de 23 muertos desde que el 20 de octubre comenzaron las protestas.