Daniel Gómez (ALN).- Parece que Evo Morales confunde lealtad con legalidad. Se siente traicionado. Por el Ejército, quienes le dijeron que se iba a mantener en el poder. Por el general Williams Kaliman, un hombre del que tenía buenas referencias. Y mientras, Evo Morales se olvida de lo importante: defender la Constitución.
Evo Morales se empeña en decir que hubo un golpe de Estado en su contra. Pero se equivoca, dice al diario ALnavío Fernando Mires, profesor emérito de Relaciones Internacionales de la Universidad de Oldenburg, Alemania.
“Evo Morales cometió el delito más grande que puede cometer un presidente: robar votos”, explica al académico.
“Lo que pasa en Bolivia no se trata de ningún golpe de Estado. Se trata de ser fieles a la Constitución y a las leyes. Se trata de que hubo una intervención militar en defensa de la Constitución en el momento que fue reconocido oficialmente por el propio Evo Morales el fraude. En el momento que este llama a nuevas elecciones para ser candidato, está reconociendo de hecho que había falsificado las elecciones. A partir de ahí, queda claro que Evo Morales había violado la Constitución”, agrega Mires.
“Lo que pasa en Bolivia no se trata de ningún golpe de Estado. Se trata de ser fieles a la Constitución y a las leyes. Se trata de que hubo una intervención militar en defensa de la Constitución en el momento que fue reconocido oficialmente por el propio Evo Morales el fraude. En el momento que este llama a nuevas elecciones para ser candidato, está reconociendo de hecho que había falsificado las elecciones. A partir de ahí, queda claro que Evo Morales había violado la Constitución”, agrega Mires.
Pero la Constitución no parece ser la prioridad del expresidente de Bolivia. Este se rige más por la lealtad que por la legalidad. Se delata en la entrevista que publicó este jueves en el diario El País. Desde México Evo Morales se refiere por primera vez a los militares y lo que dijo sorprende:
“No lo puedo entender, tenía buenas referencias del general Kaliman. Yo había hablado con las Fuerzas Armadas, me dijeron que ellos se iban a mantener ahí. Después, pidieron mi renuncia. Es otra prueba más del golpe”.
Evo Morales insiste en el golpe. E insiste en la traición pues pensaba que los militares se iban a quedar con él. También señala a Williams Kaliman, el general que le sugirió dimitir como presidente. ¿Acaso Kaliman se equivocó? ¿Acaso la responsabilidad de ese general no era defender la Constitución? Para Evo Morales desde luego que no.
El expresidente continúa su reflexión:
“Evidentemente, me siento traicionado, pero no sólo eso. Hemos invertido para equipar a las Fuerzas Armadas todos estos años, pero no para que vayan contra el pueblo, sino para defender la patria”.
¿No es la labor de Evo Morales invertir y equipar a las Fuerzas Armadas? ¿Acaso esa era su forma de comprarles la lealtad? Otro punto importante en esa frase: el pueblo. Evo Morales cree que él es el pueblo. Que el pueblo sólo son los que le apoyan, tal como dijo este jueves en entrevista con el diario ALnavío la investigadora principal para América Latina del Centro de Relaciones Internacionales de Barcelona, Anna Ayuso.
El error de Evo Morales fue que quiso aplicar el libreto de Hugo Chávez en Bolivia
Y entonces Evo Morales vuelve a quejarse de los militares:
“No sé en qué parte de la historia quedarán, pero se equivocan. Hago un llamamiento para que no usen las armas contra el pueblo. Al pueblo nunca lo van a callar con armas”.
El pueblo, el de Evo Morales, no se calla con armas, pero sí usa las armas para hacerse oír. Los mineros que le apoyan detonan dinamita en las calles para amedrentar al resto de participantes.