Daniel Gómez (ALN).- La Unión Europea está preocupada por Latinoamérica. Por el impacto del éxodo venezolano en los países de acogida. Países que están al borde de sus límites. Por eso la jefa de la diplomacia europea, Federica Mogherini, insiste: “Si no movilizamos recursos hoy para enfrentar las necesidades humanitarias de los venezolanos que se están mudando, podríamos enfrentar consecuencias aún más costosas desde el punto de vista humanitario y económico en un año, dos años, cinco años a partir de ahora”.
Lo dice Federica Mogherini, alta representante de Política Exterior de la Unión Europea:
– Es urgente que en Venezuela se celebren elecciones presidenciales, libres y transparentes.
– Es urgente que haya un cambio político en el país.
– Es urgente que cesen las violaciones a los derechos humanos.
– Es urgente que se reactive la economía.
“La verdadera solución llegará en el momento en que Venezuela encuentre la democracia y la paz”, declaró este martes en rueda de prensa la jefa de la diplomacia europea.
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Y es que el éxodo le preocupa. Por los venezolanos, y por el impacto que esta avalancha migratoria tiene en América Latina. Y en el mundo. “Los latinoamericanos países están sufriendo directamente el impacto de la crisis humanitaria en Venezuela, pero también instituciones financieras internacionales, sociedad civil, ONGs, el sector privado y países de todo el mundo”. Ya en un artículo publicado en el diario El País de Madrid, Federica Mogherini advirtió que “cualquier trastorno importante en cualquier parte de América Latina repercutiría mucho más allá de las fronteras regionales”.
Ahora Mogherini dice:
– El enfoque lo estamos poniendo en la necesidad de movilizar asistencia humanitaria para los países y los venezolanos.
– Esto en absoluto modifica nuestros otros esfuerzos.
– Por el contrario.
– Complementa con un sentido de urgencia nuestro trabajo para encontrar una solución política
Urgencia. Esa es la palabra clave. “No hay un sentido de urgencia y eso es lo que queremos, que ese sentido de urgencia exista porque la crisis es urgente, requiere una atención urgente, las necesidades no dan tiempo y hay que atenderlas”, declaró en entrevista con la agencia EFE desde Bélgica el canciller de Colombia, Carlos Holmes Trujillo.
La UE celebró este lunes y martes en Bruselas un foro sobre migración venezolana. El objetivo fue visibilizar en todo el mundo el problema de la segunda crisis de desplazados más importante del planeta, por detrás de Siria. Una crisis que ya se nota en América Latina, y que amenaza seriamente la estabilidad de los países.
Como dijo en el foro Eduardo Stein, enviado especial para Venezuela de Naciones Unidas, no hay visos de que el éxodo se detenga. Para 2020 alcanzará los 6,5 millones y más del 80% de esas personas se quedará en países de la región. Y esto es una amenaza.
“El efecto desestabilizador que estas olas migratorias podrían tener en el continente, no es sólo una región, es un continente, podría ser masivo en términos políticos y de seguridad”, advirtió Federica Mogherini.
Los países reconocen que están llegando a su límite. En Colombia urge un ajuste fiscal que garantice los servicios básicos de los 1,5 millones de venezolanos que ya viven en el país. Venezolanos trabajadores, emprendedores, pagadores de impuestos. Venezolanos que han creado el 30% de los nuevos negocios en el país. Pero venezolanos, tantos venezolanos, a los que el Estado no puede darles una protección íntegra. No por sí solo.
El canciller de Colombia habló en Bruselas. Expuso que brindar asistencia sanitaria a los venezolanos le cuesta al país 3,2 millones de dólares mensuales. Al año deben invertir 160 millones para escolarizar a los niños. Y casi 260 millones anuales para garantizar una vivienda digna a los migrantes.
“Compartimos un sentido de urgencia en la necesidad de apoyarlos antes de que esto [el éxodo] implique tensiones sociales, grandes problemas económicos o sociales”, dijo Federica Mogherini. “Si no movilizamos recursos hoy para enfrentar las necesidades humanitarias de los venezolanos que se están mudando, podríamos enfrentar consecuencias aún más costosas desde el punto de vista humanitario y económico en un año, dos años, cinco años a partir de ahora”.
“Esta política seguirá aplicándose, y naturalmente se necesita un gran esfuerzo nacional e internacional”, dijo el canciller. Necesitará apoyo. Donaciones.
El canciller de Perú, Gustavo Meza-Cuadra, también se expresó en este sentido. Compartió un dato ignorado por muchos: que en Lima viven más venezolanos que en Bogotá.
Son más de 600.000 venezolanos los que están en Lima. Venezolanos que buscan un futuro mejor. Que contribuyen al desarrollo de la economía. Pero que, de momento, están siendo desatendidos por el Estado.
“Sólo el 8% de la población venezolana recibió salud básica”, dijo el canciller. “Hemos invertido 27 millones de dólares para la educación de los niños, pero no todos van a la escuela. Necesitamos 68 millones de dólares por año”.
Necesitan dinero. Como Ecuador, un país que en 2019 entrará en recesión, con una contracción de 0,5% del PIB, y con altos niveles de endeudamiento. “Ecuador tiene 17 millones de habitantes. Tiene un territorio y una economía menor a la media de la región. Pero también tenemos una de las más altas migraciones de venezolanos. Y debo manifestar que la economía ecuatoriana no está en su mejor momento para enfrentar una crisis migratoria”, dijo en Bruselas el canciller José Valencia.
El éxodo venezolano le cuesta a Colombia 2.000 millones de dólares al año
No están en su mejor momento, y para atender a los venezolanos, que serán 500.000 en 2020, necesitan al menos 117 millones de dólares adicionales para el presupuesto nacional con el objetivo de atender el éxodo. “Y para 2020 calculamos que el monto alcance los 170 millones de dólares”, agregó.
Si las necesidades ahora son acuciantes, más lo serán con el tiempo. Lo dijo Eduardo Stein. “Aumentará la vulnerabilidad de los venezolanos”. “Habrá más barreras sociales y culturales”. “Habrá más casos de xenofobia”.
De ahí que haga falta una respuesta. Urgencia. “Para el éxodo venezolano no hay urgencia”, denunció Carlos Holmes Trujillo. Y ese mensaje lo tiene claro la Unión Europea.
“Compartimos un sentido de urgencia en la necesidad de apoyarlos antes de que esto [el éxodo] implique tensiones sociales, grandes problemas económicos o sociales”, dijo Federica Mogherini. “Si no movilizamos recursos hoy para enfrentar las necesidades humanitarias de los venezolanos que se están mudando, podríamos enfrentar consecuencias aún más costosas desde el punto de vista humanitario y económico en un año, dos años, cinco años a partir de ahora”.