Daniel Gómez (ALN).- Bruselas estrecha lazos con América Latina, pero se olvida de la importancia estratégica que tienen en la región Rusia y China, países a los que ignora en su plan de expansión tras algunos desacuerdos. Y es que como indica al diario ALnavío Javier Nart, eurodiputado de Ciudadanos: “Tenemos que comprender las posiciones lógicas de la otra parte. Hay que establecer una mínima relación de operatividad. Si empiezas por condenarlas, estamos condenados a una confrontación mala para todos”.
Javier Nart, diputado de Ciudadanos en el Parlamento Europeo y vicepresidente de la Asamblea Parlamentaria África, Caribe y Pacífico, declara al diario ALnavío que Europa “se mira al ombligo en cuestiones estratégicas importantes”. Y estas, en lo que se refiere a Latinoamérica, son Rusia y China.
La estrategia exterior de la Unión Europea está cambiando ante el viraje político de Estados Unidos y los conflictos en el Mediterráneo. Este escenario hace que América Latina sea más importante para Bruselas. De ahí que se esté negociando un acuerdo de libre comercio con el Mercado Común del Sur (Mercosur), paralizado desde hace 20 años. De ahí las alianzas comerciales firmadas no hace mucho con Chile, Perú, México y Ecuador. Y de ahí que, con Cuba, suscribiese el Acuerdo de Diálogo Político y Cooperación el pasado junio.
Este movimiento geopolítico se recoge en el informe sobre la UE y América Latina que el Parlamento Europeo aprobó el 13 de septiembre de 2017. “Latinoamérica y el Caribe son socios clave para la UE cuando se trata de hacer frente a los actuales desafíos mundiales, tales como la erradicación de la pobreza, el acceso al agua potable, el respeto universal de los derechos humanos, la paz y la seguridad, el desarrollo socioeconómico, la falta de buena gobernanza, la sostenibilidad, la lucha contra el cambio climático, la transformación digital y la gestión de la migración”, dice el texto, aún provisional.
El acercamiento es un hecho y una cuestión de necesidad para la Unión Europea. Pero tal como advierte Nart, por el camino se están obviando cuestiones estratégicas esenciales, como son la presencia rusa y china en buena parte de Latinoamérica, potencias con las que la UE ha mantenido ciertas asperezas.
“Tenemos que comprender las posiciones lógicas de la otra parte. Hay que establecer una mínima relación de operatividad. Si empiezas por condenarlas, estamos condenados a una confrontación mala para todos”, señala el eurodiputado.
El papel de Rusia en Cuba, Nicaragua y Venezuela
Desde que Rusia decidió invadir Crimea, hay un conflicto entre Bruselas y Moscú, “una confrontación que es un error descomunal para los dos”, según Nart, pues impide llegar a acuerdos comunes y genera “puntos de fricción importantes”. Con la apertura hacia Latinoamérica como marco, lo que debería preocupar a la Unión Europea es el refuerzo de posiciones rusas en países aliados, de acuerdo con Nart.
Por un lado, está Cuba, donde la presencia de Rusia es cada vez más importante y “no porque quiera lanzar misiles a Estados Unidos”. Luego está Nicaragua, país que despierta en Javier Nart su lado más pasional. “Rusia le ha vendido creo que 50 o 60 ridículos carros de combate T-72, y digo ridículos porque en el contexto centroamericano los carros de combate pesados no tienen el más mínimo sentido. Creo que Rusia está cumpliendo los mitománicos planteamientos de la patética dictadura pseudodemocrática de Doña Rosario y Daniel Ortega”.
El eurodiputado, antes de político, fue corresponsal de guerra del bando sandinista cuando era joven. Por lo que conoce de primera mano el terreno, y también cómo se las gasta el presidente del país, Daniel Ortega, militante de esa guerrilla.
En tercer lugar está la relación entre Rusia y Venezuela. Ocurre que Moscú está tomando posiciones estratégicas dentro de la estatal Petróleos de Venezuela (PDVSA), que es la industria sobre la que se sostiene la economía venezolana. “Ante esto, la Unión no tiene una política estratégica clara. Lo que tiene son condenas y presiones que no llegan a ninguna parte. Pero lo esencial en Venezuela es que Rusia va teniendo una posición estratégica extraordinariamente importante. Que, además, como es legítima, ya que esos créditos verdaderos los transforma en acciones, va a ser una situación extremadamente complicada de revertir. Si un país tiene activos tuyos adquiridos de forma legal, ¿qué tienes que hacer, nacionalizarlos? Va a ser muy complicado”, sostiene el eurodiputado.
Los intereses de China en el Pacífico sur
Dentro de la UE, Nart es vicepresidente del grupo de liberales y demócratas (Grupo ALDE) y también vicepresidente de la delegación África, Caribe y Pacífico. Y es este océano el que debería situar a China dentro de las prioridades estratégicas de la UE, según Nart.
La confrontación UE-Rusia “es un error descomunal para los dos”, según Nart
Si bien las asperezas entre Bruselas y Pekín no son tan pronunciadas como con Moscú, también ha habido enfrentamientos entre China y Europa. Por un lado, están los agresivos movimientos comerciales del país asiático, condenados por la UE por decir que abusa del libre comercio. Luego está el respeto a la propiedad intelectual, asunto con el cual Europa se ha mostrado crítica.
Pero lo relativo a Latinoamérica tiene que ver con las pocas posiciones con que China cuenta en el Pacífico. “Todo el país tiene una barrera de contención geográfica. Ahí están Japón, Taiwán, Filipinas e Indonesia. Luego hay una serie de lugares controlados por Norteamérica que le impiden su desarrollo por el océano. Por tanto, la lógica expansión es el Pacífico sur”, detalla Nart.
Así es como China se ha convertido en la actualidad en el primer socio comercial de Chile, Perú y México. Grandes economías latinoamericanas con costa en el Pacífico que permiten al gigante asiático dominar posiciones estratégicas que antes no tenía. A esto se le añade que es socio principal de economías de peso en la región como Brasil, Argentina, Uruguay y Venezuela. “Hablo de socio comercial y no de inversiones. En inversiones China a veces ocupa el segundo y hasta el tercer lugar”, explica Nart.
Todas estas posiciones son las que parece ignorar la Unión Europea en su apertura geopolítica hacia Latinoamérica. Por eso, Nart sentencia: “Lo que no se puede es contemplar a China como un riesgo, y olvidarla. Igual con Rusia. No se puede contemplar a Rusia como un riesgo de confrontación. Pero tampoco se puede olvidar que Rusia, una gran potencia militar con debilidad económica, tiene intereses legítimos en Latinoamérica”.