Pedro Benítez (ALN).- La gira que esta semana han realizado por París, Madrid, Berlín y Londres el presidente y el vicepresidente del Parlamento venezolano, Julio Borges y Freddy Guevara, respectivamente, ha supuesto un nuevo y duro revés para Nicolás Maduro. El mensaje que los gobiernos de los más importantes países de Europa Occidental envían a Caracas es muy claro: la resolución de la crisis pasa por la Asamblea Nacional.
Luego de tres años de intenso activismo político para posicionar su causa en la comunidad democrática internacional, la oposición venezolana, por medio de los principales voceros de la Asamblea Nacional, está recogiendo cuando más lo necesita los frutos del esfuerzo con el respaldo que le están brindado los gobiernos y parlamentos de las democracias de Europa y América.
La gira que esta semana han realizado por las principales capitales europeas el presidente y vicepresidente del Parlamento venezolano, Julio Borges y Freddy Guevara, respectivamente, ha supuesto un nuevo y duro revés a la estrategia, que a través de la Asamblea Nacional Constituyente (ANC) instalada hace poco más de un mes, Nicolás Maduro ha venido siguiendo.
Desde el punto de vista del opositor venezolano estos contactos han resultado ser un éxito político espectacular.
Mariano Rajoy, Emmanuel Macron, Ángela Merkel y Theresa May, uno tras otro, reiteraron su respaldo a la Asamblea Nacional como el órgano legítimamente democrático y condenaron “la violación a la democracia y a los derechos humanos en Venezuela”. El presidente francés sorprendió por su dureza al calificar sin ambages al gobierno de Maduro como una dictadura.
Es de esperar, por ser su conducta habitual, un incremento de la represión por parte del régimen chavista. Aunque lo lógico es que Maduro finalmente ceda a las presiones aceptando una negociación real con la dirigencia opositora, que es lo que esperan los gobiernos extranjeros.
Su objetivo ha consistido, por ahora, en intentar arrancar algún tipo de reconocimiento que le otorgue “legitimidad” a su ANC; pero pronunciamientos como los mencionados por parte de los líderes europeos lo alejan cada vez más del mismo.
Por otra parte, a medida que pasan los días la Constituyente va dejando patente su absoluta inutilidad para dar siquiera alguna respuesta a la tremenda crisis social y económica de los venezolanos.
Ya un constituyentista, Earl Herrera, renunció a su curul en protesta por el sectarismo y las críticas desde las propias filas de los próximos al chavismo comienzan a crecer en foros digitales también cercanos al chavismo como Aporrea.com.
Es la Asamblea Nacional de mayoría opositora la que tiene bloqueada a la ANC y no al revés, como se esperaba
Lo cierto es que la crisis económica no deja de golpear y la única alternativa que considera el gobierno es lograr nuevas fuentes de financiamientos en divisas fuertes para paliar las necesidades urgentes de la población mediante importaciones. Pero estas opciones se le cierran todos los días. La mayoría de los gobiernos, organismos internacionales y mercados financieros sólo manifiestan estar dispuestos a reestablecer el crédito al Estado venezolano con dos condiciones: si lo aprueba la Asamblea Nacional y si se hacen reformas económicas de fondo.
Exactamente lo contrario de lo que ha hecho Maduro y razón por la cual convocó la Constituyente. Cada día que pasa se le hace más costoso retroceder en su propia estrategia.
Desde principios del mes de agosto la Constituyente propuesta por el presidente venezolano cuenta en teoría con plenos poderes para tomar todas las decisiones, que en la práctica no puede ejercer.
En realidad, y esto puede parecer sorprendente, es la Asamblea Nacional de mayoría opositora la que tiene bloqueada a la ANC y no al revés.
Porque lo cierto es que esa Asamblea Nacional sigue siendo la única llave que tiene el país para acceder al crédito internacional. Esta gira lo ha corroborado con creces.
La oposición está ganando la batalla de la opinión internacional
Con la oposición venezolana se está repitiendo un ciclo ya conocido, de cada derrota se recupera con más fuerza. Hay elementos para pensar que eso está ocurriendo nuevamente. Esta gira es signo de ello y servirá de aliento interno.
La dirigencia opositora venezolana está ganando ampliamente la batalla de la opinión internacional
La dirigencia opositora venezolana está ganando ampliamente la batalla de la opinión internacional. Mientras tanto se prepara, con sus dificultades y contradicciones, para pasar a la ofensiva política en lo interno.
Gracias a los abundantes petrodólares que dispuso y a la asesoría del régimen cubano, el expresidente Hugo Chávez blindó a su proyecto político con una sólida red de relaciones y apoyos internacionales. Con Nicolás Maduro esta estructura se ha venido abajo. En Suramérica ya sólo cuenta con el apoyo, cada vez menos entusiasta, de Bolivia.
Europa Occidental, que observó al gobierno de Chávez con la tradicional indulgencia dispensada a los regímenes revolucionarios del Tercer Mundo, ha asumido una actitud sorprendentemente dura con Maduro.
Al otro lado del Atlántico hay un gobierno que está tomando nota cuidadosa de eso: La Habana.