Daniel Gómez (ALN).- Para la Unión Europea la elección parlamentaria de 2015 fue el último proceso libre y democrático celebrado en Venezuela. Pero asumen que el Parlamento electo ese año no tendrá continuidad administrativa a efectos prácticos. De ahí que el jefe de la diplomacia europea, Josep Borrell, la definiera este miércoles como la Asamblea Nacional saliente.
«La Unión Europea mantendrá su compromiso con todos los actores políticos y de la sociedad civil que luchan por devolver la democracia a Venezuela, incluido en particular Juan Guaidó y otros representantes de la Asamblea Nacional saliente elegida en 2015, que fue la última expresión libre de los venezolanos en un proceso electoral».
Esta declaración hecha el miércoles por Josep Borrell, alto representante de la Política Exterior de la UE, ayuda a entender la posición del bloque de 27 países europeos respecto al equipo de Juan Guaidó.
Aunque desde Bruselas siguen manifestando apoyo, evitan tildarlo de presidente interino porque la fuente de la que emana su reconocimiento, la Asamblea Nacional de 2015, ya no existe. De ahí que Borrell hable de «Asamblea Nacional saliente». Por tanto, se infiere que en las discusiones de cancilleres habidas en los últimos meses triunfó la tercera vía que se estudiaba en la UE para afrontar la posición respecto a Venezuela. Una en la que siguieran reconociendo la importancia de Guaidó como líder de la oposición -de ahí la mención que le hace Borrell-, pero no bajo la estructura del interinato.
Por otro lado, aunque la Unión Europea no reconoce las elecciones parlamentarias del pasado 6 de diciembre, sí admite -y lamenta- que en Venezuela está operando una nueva Asamblea Nacional. De ahí las siguientes palabras de Borrell:
«Lamentablemente, las elecciones venezolanas del 6 de diciembre de 2020 para la Asamblea Nacional se llevaron a cabo sin un acuerdo nacional sobre las condiciones electorales. La Unión Europea considera que las elecciones no cumplieron con los estándares internacionales para un proceso creíble y para movilizar al pueblo venezolano a participar. La falta de pluralismo político y la forma en que se planificaron y ejecutaron las elecciones, incluida la descalificación de los líderes de la oposición, no permiten que la UE reconozca este proceso electoral como creíble, inclusivo o transparente, ni permiten que su resultado sea considerado representativo de la voluntad democrática del pueblo venezolano. La UE lamenta profundamente que la Asamblea Nacional asumiera su mandato el 5 de enero sobre la base de estas elecciones no democráticas».
Negociación y elecciones
En su declaración, Borrell insistió en la necesidad de que Venezuela busque una solución política a su crisis a través de una negociación que concluya en elecciones libres y democráticas: «Venezuela necesita urgentemente una solución política para poner fin al estancamiento actual a través de un proceso inclusivo de diálogo y negociación que conduzca a procesos creíbles, inclusivos y democráticos, incluidas elecciones locales, presidenciales y legislativas».
Borrell agregó que los 27 países de la UE estarán dispuestos a apoyar cualquier negociación.
También lanzó una advertencia al gobierno de Nicolás Maduro ante posibles represalias contra opositores en Venezuela.
«La Unión Europea ha reiterado con firmeza la obligación de garantizar plenamente el respeto y la protección de los derechos humanos en Venezuela y estará especialmente alerta ante cualquier acto de represión, en particular contra miembros de la oposición», sentenció el jefe de la diplomacia europea.