Daniel Gómez (ALN).- Las negociaciones en Barbados transcurren con total hermetismo. El único que rompió el silencio fue Nicolás Maduro. Dice que recibió reportes prometedores, y adelantó que sobre la mesa se discuten seis puntos. El diario ALnavío ya los había anunciado.
El diario ALnavío adelantó la negociación en Oslo. También el lugar de la actual negociación, Barbados. Una de las fuentes consultadas también adelantó la agenda. Los puntos. Lo concreto. Dijo cinco y son los siguientes:
– Elecciones con nuevo Consejo Nacional Electoral.
– Cese de la Asamblea Nacional Constituyente.
– Reincorporación del chavismo a la Asamblea Nacional.
– Elecciones en un año, incluso menos.
– Elecciones con o sin Nicolás Maduro como candidato.
Las discusiones en Barbados transcurren con total hermetismo. El único que ha hablado es Maduro. Este lunes en rueda de prensa dijo que el reporte que recibió de sus delegados fue “auspicioso”. Prometedor. Maduro también informó que los negociadores estuvieron reunidos cinco horas discutiendo seis puntos concretos. Seis.
Maduro quiere soltar la lengua. Pero no puede. Hay un acuerdo de total discreción impuesto por los mediadores. Cualquier cosa que se diga de más, puede afectar los avances de la ronda.
Todo apunta a que el sexto punto es el levantamiento de sanciones. Las sanciones que afectan al funcionamiento de la economía. Por ejemplo, las sanciones contra la industria petrolera y minera. Contra el Banco Central de Venezuela… Como dijo Michelle Bachelet, Alta Comisionada para los Derechos Humanos de las Naciones Unidas, si bien la crisis de Venezuela venía de mucho tiempo atrás, “las sanciones impuestas este año sobre las exportaciones de petróleo y el comercio de oro están exacerbando la crisis política”.
Al régimen de Maduro le importa la flexibilización de las sanciones para que la economía se mueva y si hay elecciones, ir a estas en mejores condiciones.
Una fuente ligada a las negociaciones dijo al diario ALnavío que “las presiones de adentro y de afuera del país se intensifican, todos ven en Maduro el gran obstáculo para la normalización de Venezuela. Cualquier alternativa sobre la mesa pasa por ver cómo se remueve este obstáculo”.
Hasta ahora, se sabe que ha habido avances en uno de los puntos pactados en Oslo. La vuelta del chavismo a la Asamblea Nacional va camino de hacerse realidad. El diario Últimas Noticias, afín al régimen, comentó que los diputados del PSUV, del chavismo, a petición de Maduro regresarían a sus escaños para darle normalidad al Parlamento. ¿Una iniciativa de Maduro? Debe entenderse más bien como un resultado de las negociaciones.
La normalización del Parlamento está ligada al segundo punto. Cese de la Asamblea Nacional Constituyente, un órgano chavista e ilegítimo. El gobierno de Noruega, que lidera estas conversaciones, siempre insiste en sus informes en que las soluciones para Venezuela deben ser “constitucionales”.
El punto más polémico, por supuesto, tiene que ver con si hay elecciones con Maduro en el poder, o hay elecciones sin Maduro en el poder. Pero este es un punto del que no se tiene el detalle de si ya está en discusión. Aunque una fuente ligada a las negociaciones dijo al diario ALnavío que “las presiones de adentro y de afuera del país se intensifican, todos ven en Maduro el gran obstáculo para la normalización de Venezuela. Cualquier alternativa sobre la mesa pasa por ver cómo se remueve este obstáculo”. Dentro de las últimas presiones, hay que contar la sanción impuesta por el Departamento del Tesoro de los Estados Unidos al hijo de Maduro, Nicolasito Maduro Guerra.
El periodista venezolano Nelson Bocaranda afirma en Twitter que el chavismo no llevará al mandatario a unos comicios. Los “rojos”, los chavistas, “aseguran que Maduro no será candidato”.
Entre los nombres que se barajan aparecen el presidente de la Asamblea Nacional Constituyente, Diosdado Cabello, y el gobernador del estado Miranda, Héctor Rodríguez, miembro también del equipo negociador de Maduro. Héctor Rodríguez es una figura cercana a Maduro.
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Otro punto clave. El tiempo. Que haya elecciones en un año o menos. El principal miedo, como ha ocurrido en otras ocasiones, es que Maduro use la negociación como balón de oxígeno para dilatar su permanencia en el poder. Pero en esta ocasión, ganar tiempo es prolongar la crisis. Y como ha dicho Guaidó, el país está al borde de una catástrofe.
¿Es la negociación una nueva trampa como critican algunos opositores? ¿Caerá Guaidó en la trampa de la negociación? El Presidente Encargado tiene una respuesta a esto: “¿Ustedes piensan que yo soy pendejo? ¿Ustedes creen que vamos a ir a cualquier espacio a enfrentar la dictadura para que ganen tiempo, para que se burlen de nosotros? A cada espacio que vamos, es para enfrentarlos”.
Sobre el tiempo, es conocido que a la Fuerza Armada le interesa que se llegue a un acuerdo. Los militares prefieren la negociación antes que verse involucrados en un golpe de Estado. ¿Habrá resultados firmes en esta ronda?
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Lo que se sabe es que todos los factores reman en la misma dirección. El compromiso de Oslo es total. El Grupo de Contacto de la Unión Europea se ha involucrado más en este proceso y ya su enviado especial para Venezuela, Enrique Iglesias, están en Caracas pulsando los contactos.
Se sabe, por la reunión mantenida en Estocolmo, Suecia, que por las negociaciones, además de Oslo y Bruselas, también apuestan el Vaticano, las Naciones Unidas, China y Rusia. Salvo Estados Unidos, todos los factores están involucrados.