Daniel Gómez (ALN).- La supervivencia del régimen de Nicolás Maduro no se entiende sin Rusia. Sin la amistad, traducida en apoyo moral, económico y militar que Vladímir Putin ha brindado al chavismo por 20 años. La amistad de Putin, y de otros cuatro altos funcionarios que Maduro verá “pronto” en Moscú.
Lo confirmó el Kremlin, Nicolás Maduro “pronto visitará Rusia”. Pronto visitará a sus aliados. Al presidente, Vladímir Putin. Al jefe de la petrolera estatal rusa Rosneft, Igor Sechin. Al ministro de Defensa, Sergei Shoigu. Al canciller, Sergei Lavrov. Al viceministro de Asuntos Exteriores, Serguei Riabkov.
La supervivencia de Maduro tiene mucho que ver con estos cinco hombres. Personalidades en una Rusia que, pese a sus problemas económicos, es toda una potencia.
Hasta ahora, Putin le ha brindado a Maduro y al chavismo apoyo de todo tipo. Nunca gratis, pero el respaldo en lo moral, lo militar y lo económico ha dado oxígeno al régimen. El ejemplo más reciente de todo lo anterior se resume en una imagen. La del apretón de manos que Putin le dio a Maduro cuando visitó Moscú en diciembre de 2018. De allí se trajo un espaldarazo internacional y 5.000 millones de dólares para frenar la crisis. ¿Se repetirá este 2019?
Vladímir Putin
Septiembre del 2000. Nueva York. 55ª sesión de la Asamblea General de las Naciones Unidas. Ahí se produjo el primer cara a cara entre el mandatario ruso y el expresidente venezolano Hugo Chávez. El primero de muchos encuentros. De muchos viajes. Hasta nueve veces viajó Chávez a Moscú, y en una ocasión, en 2010, Putin arribó a Caracas.
Chávez, “amigo íntimo de Rusia”, como llegó a decir Putin en una ocasión, falleció en marzo de 2013. Su muerte no detuvo la relación entre Caracas y Moscú. Con la de este 2019, Maduro encadenará tres años seguidos visitando Rusia. A su “amigo Putin”, como lo llama. La última vez que lo vio fue en diciembre de 2018. De esa visita salieron préstamos de 5.000 millones de dólares para Venezuela. Y de la boca de Putin lo que sale es apoyo. A Maduro.
Hace una semana, en el Foro Económico Internacional de San Petersburgo, Putin lo defendió. Dijo que es “legítimo”. Que es atacado por EEUU. Dijo que Maduro es socio de Moscú. En temas petroleros, militares y logísticos. Y quizá lo más importante. Dijo que Maduro paga. “Son unos 3.500 millones los compromisos crediticios de Venezuela ante Rusia pero no hay pagos atrasados, Venezuela efectúa pagos por completo en plazos establecidos, cumple con sus compromisos crediticios”.
Igor Sechin
La última vez que Maduro se vio con el jefe de Rosneft fue en noviembre de 2018. Entonces el mandatario se llevó un regaño. Sechin, quien es además amigo personal de Putin, se quejó de los retrasos en el pago de las deudas con Rusia. Deudas que se saldan con envíos de crudo Caracas-Moscú.
Desde 2006 hasta la actualidad, Rosneft ha prestado 7.000 millones de dólares al chavismo a cambio de petróleo. La deuda en estos momentos es de 2.100 millones de dólares. Mientras, Maduro está a la espera de “unas grandes inversiones” de Rusia en el sector petrolero y minero. Inversiones que en 2018 calculó en 7.000 millones de dólares.
Cabe destacar que Rosneft es de los pocos que aún producen petróleo en la Faja Petrolífera del Orinoco. Aquí es socio de la estatal venezolana PDVSA en los yacimientos de Petrovictoria, Petromonagas y Petromiranda. Hay más alianzas. De hecho, este jueves se anunció que Rosneft podrá explotar los yacimientos de Patao y Mejillones, enmarcados en el Proyecto Mariscal Sucre, 100% propiedad de Rosneft, por lo que tiene la opción de exportar todo el gas extraído en esos dos yacimientos.
Sergei Shoigu
En la relación entre Putin y Maduro, lo militar es casi tan importante como el petróleo. Y en este caso lo militar tiene dos rostros. Sergei Shoigu, ministro de Defensa de Putin, y Vladimir Padrino López, ministro de la Defensa de Maduro.
Shoigu y Padrino son generales. Son jefes de la Fuerza Armada. Y son amigos. Tienen línea telefónica directa. Recientemente han hablado, por ejemplo, de renovar el equipo militar en Venezuela. Los contratos por este concepto superan los 3.000 millones de dólares. Se infiere también que Padrino y Shoigu han mantenido contacto para orquestar las últimas maniobras realizadas por militares rusos en el país latinoamericano.
Sergei Lavrov
El canciller ruso se ha convertido en el chaleco antibalas de Maduro. Cada vez que un funcionario estadounidense dice algo sobre el régimen en Venezuela, Sergei Lavrov interviene. Según el canciller ruso, “hay una campaña sin precedentes liderada por Estados Unidos para derrocar al gobierno legítimo de Venezuela”. Se supone que ese gobierno es el de Maduro, desconocido por más de 50 países por el fraude electoral del 20 de mayo de 2018.
Lavrov mantiene una estrecha relación con el canciller venezolano, Jorge Arreaza. Lavrov también está participando en las negociaciones entre Juan Guaidó y Maduro. Si finalmente prosperan y se consigue una elección con Maduro como candidato, este tendrá mucho que agradecerle al canciller ruso.
Serguei Riabkov
Igual que Lavrov, el vicecanciller Riabkov es un fiel a Maduro. Salta cuando EEUU lo ataca. Defiende la legitimidad del régimen. Y trabaja para que en las negociaciones el chavismo salga bien parado.
Riabkov también mantiene contactos con funcionarios estadounidenses. En este sentido, el acercamiento más notorio fue el que en marzo mantuvo en Roma con el enviado especial de Estados Unidos para Venezuela, Elliott Abrams. De aquello trascendió que fue una reunión “positiva, seria y completa”.