Daniel Gómez (ALN).- El expresidente argentino Néstor Kirchner quería los 25 millones de dólares que le correspondían de la operación de los bonos del Sur que diseñó con el chavismo. Quería ese dinero en metálico, y eso no lo podía garantizar el exministro de Finanzas de Venezuela Nelson Merentes. Por eso recurrió al exZar de PDVSA, Rafael Ramírez, quien remató la operación.
Las versiones chocan. Mientras el entorno de Nelson Merentes, exministro de Finanzas de Venezuela, le asegura al diario KonZapata que no participó en el entramado de corrupción del chavismo y el kirchnerismo, Claudio Uberti, antes jefe del Órgano de Control de Concesiones Viales de Argentina y hoy imputado por el escándalo de ‘los cuadernos de las coimas’, asegura que Merentes participó en casi todo. Así lo reveló el periódico argentino Clarín, que tuvo acceso a la declaración judicial de Uberti. Y es que tras este testimonio se suman dos nuevos nombres a la historia: Rafael Ramírez, expresidente de Petróleos de Venezuela, el exZar de PDVSA. Y el titular de la filial en Argentina, Diego Uzcátegui.
Estos cuatro son los funcionarios que ayudaron a los fallecidos presidentes de Argentina y Venezuela, Néstor Kirchner y Hugo Chávez, a ganar mucha plata con la operación de los bonos del Sur.
Uberti era el hombre de confianza del kirchnerismo. El enlace con el chavismo. Saltaba de Buenos Aires a Caracas como si de un embajador se tratara. Allá su contacto era Merentes, quien antes de ser ministro presidió el Banco Central de Venezuela. Y fue quien diseñó la operación de los bonos del Sur. Pero él no la remató pues se declaró incapaz. El que sí pudo con todo fue Ramírez con el apoyo de su hombre en Argentina, Uzcátegui.
El papel de Uberti y Merentes
“Pedazo de pelotudo, yo me encargo”. Eso le dijo Kirchner a Uberti después de una reunión con Merentes en la que este se mostró incapaz de colaborar. Era julio de 2006. El entonces mandatario venezolano, Hugo Chávez, aterrizó en Buenos Aires y tenía entre manos “el asunto”.
“El asunto” tenía que ver con los bonos del Sur, “una operación de geopolítica financiera para que Argentina y el kirchnerismo no colapsaran y para que Chávez consolidara aliados en la región”, explicó el periodista Juan Carlos Zapata. Entonces se movieron muchos millones. En concreto, aquel julio de 2006 “el asunto” era una operación de 25 millones de dólares cuyo destinatario era Néstor Kirchner.
El expresidente argentino quería ese dinero en metálico. Chávez estaba al tanto. De ahí que, en Buenos Aires, entre una multitud de funcionarios, llamara a Merentes para que se reuniera con Uberti y así arreglara “el asunto”.
“Pedazo de pelotudo, inútil, nos volvemos con las manos vacías”, le espetó Kirchner a Uberti
El exfuncionario kirchnerista detalla que se encontró con Merentes en el hotel Sheraton. Ahí le solicitó enviar los “billetes a Buenos Aires”. Al exministro venezolano le sorprendió la propuesta. Le parecía “imposible” una operación de ese calado. Ni siquiera sabía cómo instrumentarla.
Este es el final de Merentes en la historia. De cierta forma, concuerda con la versión que el entorno del exministro contó a KonZapata. Que él no participó en la corrupción de los bonos del Sur. Que fue Uberti quien le propuso participar en el entramado. Y eso le molestó a Merentes. Pues cuenta su entorno, que cuando Uberti le sugirió participar en el entramado, “muy molesto”, lo echó de su despacho (Leer más: Merentes peleó con Uberti porque le propuso entrar a la corrupción de los bonos del sur).
Pero el testimonio que desvela Clarín se remonta aún más hacia el pasado. El exministro de Chávez no participó en las corruptelas porque se descartó. Pero Merentes estaba al tanto de todo. De hecho, según Uberti, fue Merentes quien le explicó la operación de los bonos del Sur. Le mostró “muchísimas cuentas y por montos elevados”.
“Ellos buscaban bancos de inversión ‘amigos’ y le entregaban los bonos argentinos; con esos bonos los bancos iban al mercado financiero venezolano y conseguían, gracias a las gestiones del gobierno chavista, dijo, dólares al cambio oficial. Luego esos dólares los vendían en el mercado informal. La diferencia, según me explicó, se la quedaban mitad los bancos y mitad los gobiernos”. Eso se lo dijo Merentes a Uberti, según declaró este a la Justicia.
La historia secreta de los bonos del Sur
Los bonos del Sur se convirtieron en la fiesta de los millones.
Ramírez mueve los hilos en PDVSA
El exfuncionario argentino también cuenta cómo el exministro de Chávez iba jactándose de lo bien que le estaba yendo con los bonos del Sur. También le dio todo tipo de detalles. “Explicaciones técnicas” que Uberti “no entendía”. Lo que sí entendió fue lo siguiente: “Acá están las ganancias. Pregúntales a tus superiores cómo les hacemos llegar su parte”, le dijo Merentes.
El superior de Uberti era Kirchner. Las ganancias eran los 25 millones de dólares que le correspondían al expresidente argentino. Un dinero que le hicieron llegar al expresidente argentino por valijas secretas mandadas por Ramírez.
Desveló Uberti que después de la discusión con Merentes, Néstor Kirchner le ordenó viajar a Caracas para reunirse con el ministro de Energía venezolano y titular de PDVSA Rafael Ramírez.
Ramírez le dijo que tenía instrucciones de instrumentar el “envío de 25 millones de dólares al sur”, a través de PDVSA. El exZar de PDVSA precisó que la gestión la iba a realizar Diego Uzcátegui, presidente de la filial argentina de la petrolera, y que por teléfono iban a hablar del soborno como “la refinería”. Días después lo llamó para avisarle que iba un avión de su empresa con “11 técnicos de la refinería”, en alusión a la coima.
Cuando aterrizó en el Aeroparque Metropolitano de Buenos Aires, Uzcátegui “separa tres o cuatro valijas” del resto y le dice a Uberti: “Estas son tuyas, confirmando que tenían 25 millones de dólares”.
Pero a Kirchner le faltaba dinero, y en abril de 2007 lo solicitó. Entonces tenía lugar la Primera Cumbre Energética Sudamericana celebrada en la isla de Margarita, Venezuela. Al expresidente argentino le pareció buena idea que los millones restantes se entregaran allí.
Inmediatamente, Rafael Ramírez advirtió que “era imposible”. En la cumbre había más de 15 presidentes, sus respectivas delegaciones, así como el correspondiente personal de seguridad. Pese a todo, Kirchner insistía. Incluso amenazó con no ir a la clausura de la cumbre.
Obviamente, fue imposible tramitar el pago. Y eso puso furioso al expresidente argentino. “Pedazo de pelotudo, inútil, nos volvemos con las manos vacías. Al final sos más empleado de los venezolanos que mío. Los venezolanos te agarraron del forro”, recriminó Kirchner a Uberti.
Como cuenta Clarín, esa fue la gota que colmó el vaso. Lo que llevó a Uberti a renunciar. Y ahora a cantar. A revelar ante la Justicia las prácticas mafiosas del kirchnerismo, las cuales están relacionadas con el chavismo. Con el fallecido Chávez. Con Merentes. Y también, con Rafael Ramírez.