Juan Carlos Zapata (ALN).- El gobierno de Pedro Sánchez quiere demostrar una “voluntad de presencia” hacia América Latina. Esto frente a lo que en la Cancillería llaman el “ausentismo” en los tiempos de Mariano Rajoy y el PP. Ya una fuente había dicho al diario ALnavío que Sánchez iba a poner el foco en la región. Y, según el secretario de Estado para Iberoamérica, Juan Pablo de Laiglesia, todo comenzó con la gira de agosto del presidente a Chile, Bolivia, Colombia y Costa Rica. En la visita a estos países, señaló, “están sintetizados todos los elementos de la política latinoamericana”.
En un reciente foro realizado en Casa de América, el secretario de Estado para Iberoamérica, Juan Pablo de Laiglesia, fue explícito al señalar que Pedro Sánchez irá a Cuba, irá con toda seguridad a México a la toma de posesión de Andrés Manuel López Obrador, irá a Argentina, y a la Cumbre Iberoamericana. A lo que hay que agregar, la atención que el Gobierno de Madrid le está prestando a la crisis venezolana, proponiendo una negociación y al mismo tiempo, según palabras del canciller Josep Borrell, al tanto de que el periodo presidencial de Nicolás Maduro termina el 10 de enero de 2019. De esa fecha en adelante será otra la historia, ya que la comunidad internacional no reconoce las elecciones últimas de mayo de 2018.
De Laiglesia dijo que América Latina es prioridad para el gobierno de Sánchez. “Hay una voluntad de poner de relieve la importancia que tiene América latina para España”. Y ello “no tiene parangón en los años recientes de nuestra historia”. En cambio, esa voluntad sí tuvo expresión en los años posteriores a la instauración de la democracia.
Cuatro realidades en cuatro países
Cuando el funcionario señala que la gira de Sánchez “sintetiza” los elementos de la política latinoamericana, se refiere a lo que expresan esos cuatro países (Chile, Bolivia, Colombia y Costa Rica), de diverso tamaño, de diverso signo político, de diversa dimensión económica. Son “distintos en una América heterogénea y progresivamente diversa, cuatro países diferentes en sus concepciones políticas, en sus problemas principales, en su dimensión y en su inserción en los mecanismos de concertación política y de integración económica y técnica de la región”. Pluralismo es lo que ha querido señalar De LaIglesia. Pluralismo en la estrategia al margen de quien gobierne. Es política de Estado. No es política del PSOE.
Explica que Chile es el neoliberalismo consolidado. “Un país estable, un país que ha sabido de una manera ejemplar reconciliarse después de las tragedias del pasado y en el que hay una importante presencia de intereses españoles, intereses económicos y de empresas españolas”.
Sobre Bolivia dijo que es “un país de características muy diferentes a las de Chile. Un país todavía con serias dificultades de desarrollo que superar, un país indigenista con el que mantenemos las más estrechas relaciones de cooperación de toda la región junto con los países centroamericanos”. Se recordará que Bolivia también fue un país privilegiado durante el gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero. Con Bolivia, Sánchez firmó acuerdos, enfatizando en lo económico.
Pedro Sánchez irá a Cuba, irá con toda seguridad a México a la toma de posesión de Andrés Manuel López Obrador, irá a Argentina, y a la Cumbre Iberoamericana
Luego está el caso de Colombia que estrena gobierno. El funcionario señaló que se trata también de un gobierno de “corte liberal pero con una circunstancia histórica recién adquirida, la de haber conseguido la paz. Una paz que siempre hemos apoyado, unas veces más directamente que otras con una implicación más intensa en unos procesos que en otros, pero que siempre ha contado con el apoyo y desde luego sigue contando en su implementación con el apoyo del Gobierno español. Una paz que se ha conseguido a través de la negociación”.
El cuarto país es Costa Rica. “Un país más pequeño, un país socialdemócrata, un país vinculado a lo más actual de las políticas públicas, como nuestra política para combatir el cambio climático”.
Con la visita a Costa Rica, dice De LaIglesia que España pretendía enviar dos señales: La primera, que “España no va a hablar sólo con los países grandes, va a hablar también y mucho con los países pequeños. Vamos a hablar con todos los países”. La segunda señal viene dada por los acuerdos en el ámbito de la lucha contra el cambio climático.
El rescate de la política y la negociación
El funcionario insiste en el mensaje de la gira, señalando que el sentido es “el respeto, la universalidad, la cooperación económica y al desarrollo, el incremento del diálogo político, la ampliación de nuestra cooperación hacia el futuro para asistir o para tratar las soluciones o contribuir conjuntamente a ofrecer soluciones a los nuevos retos. En definitiva nuestra voluntad de repolitizar en ese marco y bilateralizar nuestras relaciones con América Latina”.
Aquí repolitizar implica el rescate de la política y del diálogo y la negociación para solucionar conflictos. Que es el caso de Venezuela. Y es el caso de Colombia. Este es “otro de los vectores de nuestra política latinoamericana”, dijo De Laiglesia. “No hay otra forma de solucionar los conflictos de cualquier tipo entre los ciudadanos, las sociedades y los países, que el de la negociación. No contemplamos otra forma que merezca nuestro apoyo y desde luego excluimos expresamente, ahora que se habla de tambores de guerra (entre Venezuela y Colombia) cualquier fórmula que no sea la de la negociación y el diálogo entre los nacionales”. Agregó en este mismo orden que “no ha habido un solo conflicto en los últimos tiempos, casi que nunca en América Latina, que haya llegado a una solución sostenible y que haya implementado un cambio proporcionando seguridad institucional y de todos los demás tipos, que no haya venido después de una negociación y sólo después de una negociación y tenemos ejemplos desde Centroamérica hasta todo el resto del continente”.
De modo que si hay que buscar otra síntesis en la política hacia América Latina, ella tiene que ver con el respeto, la universalidad, la cooperación económica, el incremento del diálogo político y el énfasis bilateral.