Redacción (ALN).- El costo total de esta propuesta del FMI, de alrededor de 50.000 millones de dólares, incluiría donaciones, recursos de gobiernos nacionales y financiamiento concesionario.
«Está claro que la crisis económica no llegará verdaderamente a su fin si no se resuelve la crisis sanitaria. Por lo tanto, la política respecto de la pandemia es una política económica. Es crítica para la estabilidad macroeconómica y financiera internacional, por lo cual reviste importancia fundamental para el FMI y otras instituciones económicas. Poner fin a la pandemia es un problema que tiene solución, pero requiere una actuación mundial más coordinada».
Eso dicen la directora gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI), Kristalina Georgieva, y la economista jefa del Fondo, Gita Gopinath, en una reciente publicación.
En el documento, exponen hasta siete puntos en el que los países e instituciones pueden ponerse de acuerdo para terminar con la pandemia. Acuerdos que requerirían un financiamiento de hasta 50.000 millones de dólares.
Proporcionar de inmediato donaciones adicionales al Mecanismo Covax por una cantidad mínima de 4.000 millones de dólares. «Este financiamiento ayudará a finalizar los pedidos y activar la capacidad de vacunación no utilizada».
Garantizar la libre circulación transfronteriza de las materias primas y las vacunas terminadas. Las restricciones, explican, «están poniendo en peligro el acceso de miles de millones de personas en el mundo en desarrollo a la inmunización».
Donar de inmediato el excedente de vacunas. Según proyecciones del FMI, por lo menos 500 millones de ciclos de vacunas (el equivalente a alrededor de 1.000 millones de dosis) podrían donarse este año, aun si los países dan preferencia a su propia población. Las donaciones, incluso para los costos de envío, deberían realizarse a través de Covax para que las vacunas se distribuyan de manera equitativa y siguiendo los principios de la salud pública.
Realizar inversiones con riesgo para diversificar e incrementar la capacidad de producción de vacunas. La idea es alcanzar 1.000 millones de dosis a comienzos de 2022 «para hacer frente a los riesgos de deterioro de la situación en 91 países de bajo y mediano ingreso; por ejemplo, como consecuencia de variantes nuevas que podrían requerir dosis de refuerzo». Esto requeriría inversiones por 8.000 millones de dólares.
Expandir la vigilancia genómica y la supervisión sistémica de la cadena de suministro con planes de contingencia concretos. El FMI quiere «hacer frente a posibles mutaciones o shocks en la cadena de suministro. Estos planes deberían elaborarse con la participación de organismos multilaterales, creadores y fabricantes de vacunas y los principales gobiernos nacionales».
Garantizar pruebas generalizadas de detección, suficientes herramientas terapéuticas, medidas de salud pública y prepararse para campañas de vacunación.
Evaluar e implementar con urgencia estrategias para estirar las dosis a fin de expandir el suministro efectivo.