Elizabeth Fuentes (ALN).- Una tableta para ciegos, un páncreas artificial, robots para enseñar un segundo idioma a los niños o drones que imprimen en 3D son algunos de los inventos realizados por los 35 jóvenes menores de 35 años seleccionados por la revista ‘Technology Review’ del Instituto Tecnológico de Massachusetts. Tres son españoles. Los latinoamericanos serán anunciados en noviembre.
Difícil seleccionar cuál proyecto asombra más entre los 35 escogidos este jueves por la revista Techonology Review, del prestigioso Instituto Tecnológico de Massachusetts, donde cada año un jurado cualificado decide quiénes son los 35 jóvenes menores de 35 años cuyo talento podría ser capaz de modificar el futuro de mucha gente.
De los 35, 10 son mujeres (poco más del 9%) y para facilitar la escogencia, los organizadores dividieron los resultados en cuatro ítems: inventores, emprendedores, visionarios y humanistas.
El español Rubén Costa ha logrado generar luz a partir de bacterias vivas
España quedó representada por Carles García, Eduardo Jorgensen y Rubén Costa, cada uno de los cuales presentó un proyecto de alta factura. García, un joven médico de 30 años, diseñó Duralock, un kit médico “muy fácil de usar”, como él mismo afirmó a la revista. Busca aliviar las complicaciones de la anestesia peridural.
Jorgensen es el creador de un “páncreas artificial” que podría mejorar la calidad de vida de los diabéticos, mientras Costa se lució con BioLed, donde a partir de bacterias vivas se puede generar luz a bajo costo y, obviamente, ecológica.
La primera tableta para ciegos cuesta 450 dólares
Coincidentemente, dos mujeres presentaron sendos proyectos para las personas invidentes. Solveiga Pakstaite, de Lituania, inventó una etiqueta táctil que permite a las personas ciegas saber cuándo se vencen los alimentos, mientras que la joven de Austria, Kritina Tsvetanova, es la cabeza visible de BlitLab, la primera tableta para invidentes que usa el lenguaje Braille y les permite leer, escribir e incluso acceder a Internet.
Según el portal BLITAB.com, “es como un libro electrónico, pero en lugar de usar una pantalla muestra pequeñas burbujas físicas”. La tableta permite convertir cualquier archivo de texto en Braille desde USB e internet y obtener información a través de etiquetas NFC.
Los resultados de las pruebas de esta tableta han sido exitosos. De hecho, ya se puede obtener por 450 dólares (375 euros) a través de su portal, donde además la empresa ofrece acciones para quienes estén interesados en esta iniciativa en pleno crecimiento.
Otra joven, Svenja Hinderer, de Alemania, ganó su sitial gracias a una válvula cardíaca artificial que “dirige las células madres para crear una nueva versión natural que crece con el paciente”. Por su parte, la bióloga de Portugal, Joana Moscoso, presentó Native Scientist, una plataforma digital para acercar la ciencia a la sociedad y, sobre todo, enseñar ciencia a los inmigrantes. Cuenta con cinco científicos que hablan la lengua de los alumnos inmigrantes interesados.
En la gama de inventos ganadores, también se lucieron la creación de drones con impresoras 3D, que permiten construir refugios o reparar gasoductos a la hora de alguna catástrofe, un pequeño robot que le enseña a los niños a aprender un segundo idioma, aviones que despegan en vertical -para los taxis del futuro- y hasta una prenda de vestir que le avisa a la usuaria si su columna vertebral tiene la postura correcta a través del teléfono inteligente.
Solo basta unir todas estas creaciones para imaginar cómo será el mundo en muy pocos años.