Redacción (ALN).- Un trío de científicos australianos pasaron horas escudriñando el cielo en búsqueda de aliens, pero con un enfoque novedoso: tratar de escuchar su tecnología de comunicación «básica», como señales de radio de baja frecuencia.
Para ello, instalaron cientos de pequeñas antenas en un enorme descampado en el occidente de Australia, que juntas conforman el radiotelescopio Murchison Widefield Array.
Con este potente instrumento en mano, los científicos buscaron durante más de siete horas señales de radio de baja frecuencia en el centro de nuestra galaxia. Pero ¿Qué encontraron?
Hasta ahora, nada. Ninguna señal, ningún sonido que no provenga de un cuerpo celeste, ninguna prueba de que hay civilizaciones inteligentes allá afuera.
Nada.
Esto, claro está, no significa que no pueda haber vida inteligente allá afuera. La comunidad científica especula que sí puediera haber otras civilizaciones en el universo, pero que estas no puedan ser detectadas aún porque no usan señales como las que usamos los humanos para comunicarnos por considerarlas antiguas.
Sin respuestas
Es decir, su forma de comunicarse podría ser tan avanzada que ni siquiera nuestros mejores científicos entienden aún como captarlas.
O, por el contrario, podría ser que haya vida inteligente que aún no desarrolla tecnología similar al teléfono o radio. Es decir, están en una etapa temprana del desarrollo de su tecnología.
Lo cierto es que los esfuerzos de la humanidad por descubrir vida fuera de la Tierra se mantienen, aunque hasta ahora todas las iniciativas no han encontrado una eviendencia que concluya si, finalmente, estamos, o no, solos en el universo.