Juan Carlos Zapata (ALN).- Chelique Sarabia anda por Europa. Cumple 80 años y 25 años de casado. Se ha casado tres veces. El compositor, músico, cantante y creativo publicitario venezolano, llega a España ya que después de 48 años se ha reeditado el disco “Revolución “Electrónica” en “Música Venezolana”. Sarabia es un visionario. Y un pionero en América Latina de la música electrónica. Tanto así que el primer sintetizador que arribó a la región fue a dar a sus manos y del estudio que dirigía. Pero el disco lo grabó sin ese sintetizador. El disco es pura magia de trucos, mezclas y efectos. Y esta es la historia. Y algo más.
Es conocido en el mundo por el tema Ansiedad, que escribió y compuso a los 15 años, y que ha contado con más de 800 versiones. En España, ese tema lo han interpretado Plácido Domingo, Raphael, Antonio Vega, Paloma San Basilio, Palo Seco, Sarita Montiel y Miguel Ríos, entre otros. La versión que más le gusta a Chelique Sarabia es la de Miguel Ríos. El fondo orquestal y coral, marcan la diferencia. Lloró la primera vez que la escuchó. “Es sublime”, dice.
Pero Ansiedad es para un público y la música electrónica para otro. Y esto último lo explica Alex Carretero. “Mi trabajo es localizar discos antiguos, curiosos, que pasaron desapercibidos”. Muchos de los discos se encuentran en el mundo del coleccionismo. Y así ha pasado con Revolución Electrónica. “Este es un disco de culto”, señala Carretero. “En internet es famoso”.
Nací en la isla de Margarita. Me crie en San Tomé, un campo petrolero, porque mi mamá se divorció y se casó con un hombre de apellido Sarabia. Para estudiar en la escuela del campo tenía que ser hijo de petrolero. De modo que me inscribieron con el apellido Sarabia pero yo soy Lares. En esa escuela había una estudiantina. Allí aprendí a tocar mandolina. Yo componía. Si pasaba una mosca por mi lado, le componía. A los 17 años ya era profesional. En mi familia no había músicos. Mi maestro en el arpa llanera fue el Indio Figueredo. Soy petrolero, soy piloto comercial, soy creativo publicitario y he sido empresario, hasta socio de banqueros
Carretero trabaja para Guerssen Records, un sello de España que ha tomado la iniciativa de colocar en el mercado el álbum, tanto en CD como en vinil. El lanzamiento será el 28 de este mayo. Carretero explica la filosofía de Guerssen: “Somos un sello discográfico dirigido por apasionados de la música y destinado a otros apasionados. Nos encanta rescatar discos y grabaciones que no trascendieron en su momento o que han permanecido olvidadas hasta ahora”.
El disco nació como un encargo de la compañía Shell de Venezuela. Para la Navidad de 1971. Como se sabe, Venezuela es un país petrolero; o era: casi no produce petróleo aunque posee las reservas petroleras más grandes del planeta. La Shell llevaba 60 años en Venezuela –y le faltaba un lustro para ser nacionalizada por el gobierno de Carlos Andrés Pérez– cuando decidió regalar el disco a los clientes, a los empleados, a personalidades de todo el mundo. Donde operara Shell, allí llegó el álbum de Chelique Sarabia que incluye 12 arreglos, cada canción la más representativa de una región de Venezuela: Por ejemplo, del llano, de los Andes, de la costa, de la Isla de Margarita, del Zulia petrolero.
-Yo tenía un estudio y en los ratos libres experimentábamos cosas –recuerda Chelique Sarabia en Madrid, quien lleva retirado de la vida artística “activa” desde 1980, aunque en su casa ubicada en Lecherías, estado Anzoátegui, en el oriente de Venezuela, a la orilla del mar, sigue componiendo, y sigue atendiendo invitaciones para participar en eventos especiales, o en actos homenaje, o a recibir premios como el Grammy honorífico en 2015, que fue la fecha en que también se lo entregaron a Víctor Manuel, Ana Belén, Pablo Milanés y Ángela Carrasco.
A Chelique Sarabia le dio por internarse en la música electrónica con el propósito de experimentar. Un experimento con todos los riesgos, en virtud de que, señala, “no existían instrumentos” para ello, lo cual confiere al álbum un atractivo mayor. Escuchó a Isao Tomita mezclando lo electrónico con lo clásico, en particular Bach, y allí se enganchó. “Me hice fan de ese sonido”. Así que lo pensó y se decidió. Con el inconveniente del cómo hacerlo. “No eran comerciales los teclados ni los sintetizadores”. Sin embargo, encontró una forma de entrarle al trabajo. “Ese era el momento en que comenzaron a aparecer grabadores multicanales, análogos, y en Estados Unidos estaban usando los sistemas de cuatro canales”. Tomó esa ruta y de allí el resultado. Todo un clásico latinoamericano.
Alex Carretero tiene otra visión casi medio siglo después. “En internet se hablaba de la portada del disco. Llama la atención”. Es la foto de Sarabia joven, pelo negro, mirada firme, convencida, con una tormenta de colores y luces –sonidos en verdad- revoloteando atrás. Carretero lo confiesa: Llevaba 10 años pensando en ese disco. Lo tenía entre ceja y ceja. Y es recientemente que contactó con Chelique Sarabia por Facebook. Guerssen edita al menos 4 discos por mes. “Vamos a un mercado especializado. Que se ubica en Estados Unidos y Europa”. Existe otro venezolano, Alex Figueira, que vive en Holanda. Músico, miembro del grupo Fumaça Preta y de otro llamado Conjunto Papa Upa, más orientado a ritmos latinos. Figuera aparece aquí dado que es otro fanático del disco de Chelique Sarabia y por allí se hicieron las debidas conexiones con Sarabia. Fanatismo y coleccionismo. Esto va junto.
El riesgo económico, en realidad, lo asumió en 1971 la Shell. Esa fue una suerte para Chelique Sarabia. Contar con el patrocinante. Se editaron 100.000 copias. Dicen que Alex Figueroa conserva uno de esos originales de la Shell. Porque está la otra edición. La comercial, la que más tarde hizo el propio Chelique Sarabia, con 20.000 copias, que es la portada que atrajo la atención de Alex Carretero. Este es el regreso. Carretero y Chelique Sarabia coinciden con un mensaje de esta naturaleza. Chelique vuelve a ser joven. El Chelique vanguardista.
Corría el 13 de mayo de 1955 cuando Chelique Sarabia escribió Ansiedad. Ese día cumplía 15 años. Llegó de la pequeña población de San Tomé, de un campo petrolero donde vivía, a estudiar en la Escuela Técnica de Caracas. Como estaba interno, los días que salía libre los dedicaba a pasear en autobús por la ciudad. Tomaba un autobús y tomaba otro, y veía y pensaba en la Caracas que despegaba a la modernidad del concreto. Se bajó en el Teatro Principal, frente a la Plaza Bolívar, corazón de la ciudad. Y allí estaba el cartel de la película. Ansiedad, interpretada por el mexicano Pedro Infante y la argentina Libertad Lamarque. La vio tres veces seguida. Esa misma tarde. Y esa resultó ser su compañía y torta de cumpleaños. Pero el día iba a terminar de la mejor manera. Llegó a la habitación de la residencia estudiantil y de un tirón compuso la canción.
No se parece en nada a la trama de la película –explica-. Ese tema fue grababo en 1956 por el cantante venezolano Rafael Montaño, y de allí en adelante cambió la vida para aquel joven que provenía de una familia que no registra antecedentes musicales. Su madre, que era maestra, le daba a leer poemas, y de uno de ellos usó el “musitando” que aparece en la letra. “Ni siquiera sabía lo que significaba musitando”. El resto es historia. Es la canción venezolana con mayores versiones, superando a Caballo Viejo de Simón Díaz, y claro que esta es más joven, y en varios idiomas.
El tema lo grabó también en 1960 el tenor de Venezuela, Alfredo Sadel, y lo encumbró. Todo un éxito. “Puso la canción en lo alto”, dice Chelique Sarabia. Ya había caído la dictadura de Marcos Pérez Jiménez y el país vivía una revolución democrática. Entonces Chelique Sarabia iría a descubrir y a producir el primer disco de José Luis Rodríguez, quien todavía no era El Puma. Hay muchos momentos estelares que recuerda. También este. El 21 de octubre de 1991 en una gala en el Teatro Teresa Carreño de Caracas, Plácido Domingo interpreta Ansiedad. El Grupo Confinanzas controlado por el banquero David Brillembourg montó un espectáculo con el fin de recolectar fondos para la Fundación Niños con Cáncer. Allí estaba lo más representativo de Caracas. Plácido Domingo cantó acompañado de 12 arpas llaneras –una de ellas la tocaba el mismo Chelique Sarabia- y 8 cuatros, uno de ellos lo tocaba Simón Díaz. Allí también estaba el presidente Carlos Andrés Pérez, quien había arribado al poder por segunda vez. Para la primera candidatura, 1973, Chelique Sarabia compuso el jingle de campaña, Ese hombre sí camina, que todavía sigue siendo el más conocido y no superado por ningún otro en casi medio siglo de elecciones en Venezuela. En esto, Chelique Sarabia también fue un adelantado.