Juan Carlos Zapata (ALN).- Hay expertos que dicen que no se sabe a ciencia cierta cuánto cifra la deuda de Venezuela. Este es un tema. Porque el chavismo no sólo consumió los ingresos extraordinarios que obtuvo por concepto de petróleo sino que también multiplicó la deuda que había heredado de los 40 años de gobiernos de la democracia. En entrevista con el diario ALnavío, el experto Francisco Rodríguez, de Torino Economics, analiza el problema y propone soluciones.
El experto Francisco Rodríguez -Torino Economics, Nueva York- ha venido documentando la deuda venezolana. Y es por ello que afirma: “Tenemos una buena idea de cuánto es la deuda de Venezuela. La mayor parte de la deuda externa está registrada. La interna es en bolívares, y los bolívares no valen nada. Hay otra interna en dólares, irrelevante. Venezuela no ha emitido deuda desde 2017. Sabemos cuánto ha prestado Rosneft. No así los chinos. Pero nos aproximamos a un total, a una deuda que va entre 150.000 y 170.000 millones de dólares”.
El problema de la deuda va y viene. Es una discusión permanente en el contexto local venezolano. También en los mercados globales. Y en los organismos multilaterales como el BID, el FMI, la CAF, etc. Va y viene porque se supone habrá cambio político en el país. Va y viene porque habrá que refinanciar la deuda. El mismo Nicolás Maduro intentó poner en marcha un plan de refinanciamiento.
“Tenemos una buena idea de cuánto es la deuda de Venezuela. La mayor parte de la deuda externa está registrada. La interna es en bolívares, y los bolívares no valen nada. Hay otra interna en dólares, irrelevante. Venezuela no ha emitido deuda desde 2017. Sabemos cuánto ha prestado Rosneft. No así los chinos. Pero nos aproximamos a un total, a una deuda que va entre 150.000 y 170.000 millones de dólares”.
Francisco Rodríguez señala que “la mayor incertidumbre es cómo Venezuela va a renegociar. Cuánto renegociar. Y cuánto tiempo hay para pagar”.
Lo que se debe es importante. Y también importa la propuesta del descuento. Sin embargo, este experto apunta que “más importante que la quita es el tiempo”. O sea, cuánto tiempo necesita Venezuela para recuperar la economía. O lo que es lo mismo: “Cuántos años requiere el país para llevar el PIB a 300.000 o 400.000 millones de dólares”. Un PIB en derrumbe, según datos del FMI, según lo ha confirmado el propio Banco Central de Venezuela, que después de un silencio estadístico de años, ha publicado índices y cifras.
Rodríguez calcula. El PIB va en sintonía con la producción petrolera. La producción ha caído a menos de 700.000 barriles diarios de niveles de más de 3 millones. Para volver a ese tope se requerirán tal vez 5 años. Ese es el tiempo para colocar al PIB otra vez en cifras altas y no en lo que es ahora: 100.000 millones de dólares.
Francisco Rodríguez apunta que una vez logrado un PIB de 400.000 millones de dólares, el monto de deuda, esos 150.000 millones o esos 170.000 millones de dólares, “no son un número alto”. El reto, por tanto, “es que crezca el PIB”. Así la deuda desaparece.
Pero todo tiene que ver con el tiempo. Y ello implica una palabra, moratoria. Este punto es clave por la situación particular de Venezuela. Por ejemplo, las sanciones. Las que impiden el flujo libre de transferencias. En las sanciones de octubre de 2017 hubo un aspecto muy importante. Cuando el Fincen señaló que toda operación del Estado venezolano es sospechosa. Eso intoxicó en lo financiero a Venezuela. ¿Cómo desintoxicarla? Levantar este tipo de sanciones depende de una orden Ejecutiva del gobierno de los Estados Unidos. ¿Lo hará? ¿Con la urgencia del caso? Si es con urgencia, la recuperación de Venezuela será más rápido. De lo contrario, las cosas marcharán más lentas. Y todo esto a su vez está determinada por la naturaleza del cambio de poder, dice Francisco Rodríguez. Porque no es lo mismo que Nicolás Maduro se vaya en un avión, deje de una vez el Palacio de Miraflores, a que el cambio del poder sea bajo un esquema diferente, como el que se proponía, por ejemplo, en la operación fallida del 30 de abril pasado.
Los escenarios determinan el cómo se levantan las sanciones y se procede, en consecuencia, con la desintoxicación financiera de Venezuela. Entonces, si se obtiene rápido la orden Ejecutiva, “el país se abre. Si eso no se obtiene, va a ser más complicado”. Pone la duda sobre la mesa, en vista de que en la actualidad Juan Guaidó está solicitando una orden Ejecutiva que proteja a Citgo, empresa filial de Petróleos de Venezuela, y la misma no llega. Los Estados Unidos quieren ayudar, pero al mismo tiempo tienen sus propios intereses.
Francisco Rodríguez piensa en tiempo y moratoria por un hecho adicional. No es tan optimista como otros expertos en el monto que los multilaterales ofrecerán para la recuperación de Venezuela. Apunta: “Si somos una economía de 100.000 millones de dólares, cuánto te pueden prestar. El máximo para Venezuela serían unos 23.000 millones”. No son los 60.000 millones de los que han hablado otros.
Esta cifra conservadora no es en sí misma negativa. Razona así: “Me atrevo a decir que si el nuevo gobierno estaría más restringido de recursos, y la desintoxicación financiera no se produce con la velocidad necesaria, va a tener que abrirse más al capital internacional”.
Ese contexto es el que impone la moratoria de la deuda. Y el experto le pone plazo. “Por ejemplo, 5 años sin pagar intereses ni capital”. Y agrega que “no va a ser fácil pero es más factible luchar por el tiempo”, que por descuentos y otros etcéteras.
El Banco Central de Venezuela y el FMI coinciden en que la gestión de Maduro es un desastre
-Algo bueno es que la deuda venezolana no ha pasado por manos de los fondos buitres. Los que la tienen son fondos que le apostarían al crecimiento del país. Te sientas y les dices que necesitas tiempo para recuperar la economía.
Y como no está seguro de que se vaya a contar con tanto dinero del exterior, puntualiza que “hay que recuperar la economía con o sin dinero”. Eso implica una estrategia y una visión de libertades económicas.
-Levantar el control de cambio.
-Levantar el control de precios.
-Que el sistema de precios funcione.
-Devolver las empresas expropiadas, aunque algunas no van a ser recibidas por sus antiguos dueños.
-Reintegrar el sector productivo privado que el Estado se apropió.
-Que el sector privado lidere el proceso de recuperación.
-Todo esto se traduce en libertad económica.
-Necesitamos seguridad jurídica.
La dolarización “le daría una enorme seguridad a los inversionistas, a los trabajadores y al sector privado”. Como es conocido, Venezuela sufre una perversa hiperinflación, y ya se sabe cómo en un escenario de hiperinflación se deterioran los ingresos y la moneda y cómo suben los precios. Rodríguez justifica que con la dolarización “los trabajadores estarían recibiendo un dinero que no se devalúa. Tampoco habría problemas con la moneda”.
Ya Francisco Rodríguez propuso estos lineamientos en el programa económico que diseñó para el candidato presidencial Henri Falcón que compitió con Maduro, elecciones que luego Falcón no reconoció, cantando fraude. Rodríguez plantea un Estado eficaz, un Estado que funcione, y al mismo tiempo una Venezuela solidaria. Dada la crisis, los mecanismos de solidaridad serán necesarios. Y ello significa subsidios, transferencias, ayudas a los más débiles.
En esas mismas líneas de acción, insiste en la dolarización. La propuso entonces y mantiene la propuesta. “Eso le daría una enorme seguridad a los inversionistas, a los trabajadores y al sector privado”. Como es conocido, Venezuela sufre una perversa hiperinflación, y ya se sabe cómo en un escenario de hiperinflación se deterioran los ingresos y la moneda y cómo suben los precios. Rodríguez justifica que con la dolarización “los trabajadores estarían recibiendo un dinero que no se devalúa. Tampoco habría problemas con la moneda”.