María Rodríguez (ALN).- De norte a sur Chile es un país de contrastes. Desde el desierto más árido del mundo a glaciares milenarios. Ya lo dijo el presidente chileno Sebastián Piñera este martes en su visita a Madrid: “Tenemos lugares únicos como la Patagonia y Atacama, con los cielos más limpios del mundo”. Al turista Chile le ofrece de todo: observaciones astronómicas, de fauna y flora únicas; actividades de aventura entre fiordos y saltos de agua; y hasta visitar lugares que desprenden magia y misterio.
Chile es un país de contrastes: desierto al norte, glaciares al sur, cordillera al este y océano al oeste. Visto el conjunto, no es de extrañar que los chilenos tengan cierto espíritu isleño, como bromeó el presidente del país, Sebastián Piñera, este martes en un acto en Madrid. Allí fue a hablar de inversiones, y también destacó el turismo de Chile. Y eso engloba desde el de aventura al de observación de fauna y flora. “Tenemos lugares únicos como la Patagonia y Atacama, con los cielos más limpios del mundo”, afirmó.
En el extremo norte de Chile se ubica el desierto más árido del mundo, el de Atacama. El extremo sur está plagado de glaciares milenarios. Al este lo protege la Cordillera de los Andes, que roza los 7.000 metros de altura en el pico Aconcagua. Al oeste el majestuoso océano Pacífico completa el paisaje.
En 2017, más de seis millones de turistas extranjeros visitaron Chile
La destacada publicación de viajes Lonely Planet seleccionó a Chile como el mejor destino del mundo en 2018. En 2017, más de seis millones de turistas extranjeros pudieron apreciar su belleza, 14,3% más que un año antes, según datos de la Subsecretaría de Turismo de Chile.
De norte a sur estas son las joyas turísticas de un país que, por extensión, empezaría en el norte de Noruega y no terminaría hasta más allá del sur de Italia, tal como comparó Piñera en Madrid.
Desierto de Atacama
Una de las grandes joyas turísticas de Chile es el desierto de Atacama. Desde la localidad de San Pedro de Atacama parten la mayoría de los tours para conocer este entorno casi mágico: planicies con blancos salares se entremezclan con montañas y volcanes que superan en algunos casos los 6.000 metros de altitud. Aquí también se localizan zonas de aguas termales y géiseres. Y por supuesto, al contar con unos cielos libres de contaminación lumínica, es un paraíso para las observaciones astronómicas.
Valparaíso
La localidad de Valparaíso, Patrimonio Cultural de la Humanidad y principal puerto de Chile, es parada obligatoria si pisa suelo chileno. Destacan los numerosos cerros en los que se asienta y los llamativos colores de las casas, ubicadas en las laderas. Desde la Secretaría de Turismo de Chile subrayan la “loca arquitectura” de Valparaíso e invitan a recorrer sus estrechas calles, infinitas escaleras, históricos ascensores y múltiples miradores. ¡Un laberinto de vida! Y a sólo unos 100 kilómetros de Santiago de Chile.
Punta Arenas
Otro destino que no debe perderse en su ruta por Chile es Punta Arenas. Es una ciudad próxima al punto más meridional de la Patagonia chilena, en el estrecho de Magallanes, donde se unen los océanos Atlántico y Pacífico. Desde esta ciudad se organizan excursiones para visitar fiordos, glaciares y bosques sin igual. Tendrá un lugar privilegiado en la observación de delfines, pingüinos y orcas.
Más al norte, pero sin salirse de la Patagonia chilena, están las Torres del Paine: bosques, cerros, saltos de agua y lagos que harán las delicias de los amantes del trekking (caminatas de alta montaña), rafting (descender ríos de aguas bravas con una embarcación sin motor) y de los viajes en kayak (canoa).
Isla de Pascua
La guinda de un viaje a Chile la pone la visita a la isla de Pascua. Pese a que está a casi seis horas de vuelo desde Santiago, la belleza y magia del entorno merecen la pena. No hay otro lugar habitado en el mundo que esté tan aislado en el mar como laPolinesia chilena, subrayan desde la Secretaría de Turismo de Chile.
Así de única es la isla de Pascua. La componen aguas turquesas, playas con arena rosácea, volcanes, praderas y, por supuesto, los más de 1.000 moai: estatuas monolíticas esculpidas por la antigua etnia de rapa nui y distribuidas por toda la isla. Aunque el significado de los moais es aún incierto, estos son el principal atractivo turístico de la isla. ¿Se atreve a desvelar su secreto?