María Rodríguez (ALN).- El gobierno de Jovenel Moïse reacciona después de casi dos semanas de violentas protestas en Haití. Los manifestantes reclaman su dimisión. Lejos de renunciar, propone un programa económico que va desde eliminar privilegios innecesarios a los funcionarios del Gobierno hasta reunirse con socios internacionales para recuperar la inversión exterior directa. Moïse gobierna desde hace dos años un país azotado por la crisis económica y la corrupción.
El Gobierno de Haití parece estar dispuesto, al menos sobre el papel, a frenar las violentas protestas en el país. Desde que se iniciaron el 7 de febrero, nueve personas han muerto en los enfrentamientos entre manifestantes y la policía, según informa la prensa local. En un vídeo de casi media hora difundido por redes sociales, el primer ministro Jean-Henry Céant expuso las nueve medidas con las que el gobierno de Jovenel Moïse pretende “aliviar a la población en esta coyuntura particular”, según avanzó el presidente haitiano.
Las promesas llegan casi dos semanas después de que arrancaran las protestas. Y justo cuando estas ya no pueden ser ignoradas y ganan voz en la comunidad internacional, desde donde se apela al diálogo. Los manifestantes reclaman la dimisión de Moïse, que gobierna desde hace dos años un país azotado por la crisis económica y la corrupción.
El gobierno de Moïse, lejos de dimitir, plantea una serie de promesas
El gobierno de Moïse, lejos de dimitir, plantea una serie de promesas, como si se tratara de un programa económico en una candidatura electoral. Pero con la diferencia de que ya están en el Gobierno. Estas son las medidas del Gobierno de Haití para acabar con las protestas:
1 Eliminar privilegios innecesarios a los funcionarios del Gobierno. El Ejecutivo quiere extender esta medida también al Congreso. La idea es acabar con tarifas de combustible beneficiosas, tarjetas telefónicas, pago de viajes extraoficiales al extranjero y reducir el número de consultores, entre otras cuestiones.
2 Auditar todas las empresas vinculadas al Estado. Con esta medida se pretende evitar actos de corrupción, uno de los motivos que han avivado las protestas en el país.
3 Trabajar con la comunidad internacional, el sector privado, la Policía y la Inspección de Aduanas para vigilar y evitar todo lo posible el contrabando de mercancías. Con lo que se recaude, el gobierno de Moïse pretende otorgar subsidios a los campesinos, pero también destinarlo a empresas de crédito y negocios para favorecer el tipo de cambio actual entre el gourde (moneda oficial) y el dólar.
4 Acabar con los monopolios para cuidar a quienes trabajan en la producción nacional en pequeñas plantaciones (ya sea de batatas, arroz, etc).
5 Reunirse con los empresarios para discutir un posible aumento de los salarios mínimos. Eso sí, para que esta subida sirva de algo debería batir a la inflación, que ya va por 15%.
Ya es imposible ignorar lo que está ocurriendo en Haití
6 Seguir investigando la causa de los fondos de Petrocaribe. Para ello dedicarán más jueces a la instrucción, entre otras medidas concretas. Y es que según informó France24, las protestas también buscan esclarecer una supuesta malversación de fondos de Petrocaribe, un acuerdo a través del cual Venezuela suministra petróleo en condiciones favorables a varios países caribeños. Una auditoría reveló irregularidades entre 2008 y 2016 en este programa que involucran a 15 exministros y funcionarios actuales, así como a una empresa que dirigía Moïse antes de presidir el país, según publica este portal.
7 Dar más peso a la Junta de Directores de los organismos estatales autónomos. En otras palabras, que haya un mayor grado de descentralización para evitar bloqueos en ciertas áreas.
8 Reunirse con socios internacionales para recuperar la inversión exterior directa. Con esta promesa se pretende potenciar un banco de desarrollo para financiar la reactivación económica, proporcionando acceso y crédito a los jóvenes.
9 Desarrollar un programa directo con productores locales, importadores y socios internacionales para desglosar el costo de cada uno de los productos.
Según informa la agencia EFE, tras el anuncio de estas medidas el país vive una relativa calma, a diferencia de los días anteriores, en los que estuvo prácticamente paralizado. La agencia reporta que en la capital se observó un mayor movimiento de personas y comercios abiertos, entre ellos tiendas de comida y estaciones de combustible. Precisamente establecimientos que estuvieron cerrados algún tiempo por temor a saqueos.
No obstante, Listín Diario apuntó que misioneros religiosos y activistas sociales que realizan labores de ayuda en Haití comenzaron a abandonar el país este fin de semana, debido a la tensión imperante por las violentas protestas.