Daniel Gómez (ALN).- En 2008 dos empresas controladas por el gobierno de Hugo Chávez compraron Prodem y Gravetal en Bolivia. La primera es una entidad de microfinanzas con más de 90 agencias en el país. Y la segunda es una de las principales exportadoras de soja de América Latina. Chávez también se involucró personalmente en la creación de Petroandina en 2011, una empresa que, como reconoció el propio Evo Morales, “está en problemas”.
María Palacios, allegada del exministro de la Presidencia de Evo Morales, Juan Ramón Quintana, fue detenida la semana pasada en el aeropuerto de El Alto. Transportaba 100.000 dólares sin declarar en un vuelo con destino a Buenos Aires. En la capital argentina se hospeda el expresidente Morales, quien huyó de Bolivia tras el fraude electoral del pasado 20 de octubre.
El gobierno de Jeanine Áñez denuncia que con ese dinero María Palacios financiaría la actividad política del exmandatario. La versión de la detenida, en cambio, apunta al pago de las actividades del personal de la estatal Petróleos de Venezuela (PDVSA) en Argentina.
Aquí surgen los interrogantes. ¿Por qué no declaró el dinero? ¿Por qué no transfirió el dinero entre PDVSA Bolivia y PDVSA Argentina? ¿Acaso la estatal venezolana está financiando a Evo Morales?
El caso está en los tribunales de Bolivia. Y parece que no será el único. Desde el gobierno interino aseguran que pretenden investigar todas las actividades sospechosas de Evo Morales. Y por supuesto aquí intervienen las relacionadas con Venezuela y el chavismo.
Prodem
El Fondo Financiero Privado (Prodem) es una entidad especializada en microcréditos. Fundado en Bolivia en 1998, se define como la mejor red bancaria del país para financiar a medianos y pequeños empresarios. Cuenta con más de 90 agencias y casi 300.000 clientes.
Desde 2008 el Prodem es de capital venezolano. El Banco de Desarrollo Económico y Social de Venezuela (Bandes), entonces controlado por Hugo Chávez, adquirió el 94% del grupo boliviano. La transacción, de la que no se conocen cifras, se produjo gracias al programa Evo cumple del expresidente Evo Morales, amigo personal de Chávez. La operación fue criticada en 2008 por ser una maniobra política y no económica.
“La compra de Prodem responde a una línea política y trabajar con microcréditos puede usarse para fines políticos”, declaró el entonces presidente del Colegio de Economistas de Santa Cruz de la Sierra, Teófilo Caballero, a El Mundo de Bolivia.
“Se ve claramente que la presencia de estos capitales en el sector del microcrédito tiene que ver con la intención de atacar con fines políticos a un sector tremendamente importante, necesitado y vasto”, dijo el analista Gary Rodríguez, según se lee en el portal Mundo Financiero.
Gravetal
En 2008 en Santa Cruz hubo otra operación del gobierno de Hugo Chávez que molestó a los economistas bolivianos. Fue la adquisición del 77,5% de Gravetal Bolivia por parte de Monómeros Colombo Venezolanos, una filial de Pequiven (Petroquímica de Venezuela), la que a su vez es subsidiaria de PDVSA.
No obstante, cabe destacar que Monómeros en Colombia está controlada por el equipo de Juan Guaidó desde mayo de 2019, cuando el petrolero Jon Bilbao juramentó su junta directiva. Por tanto, es a Guaidó a quien le corresponde el control de Gravetal.
Cuando Chávez compró la empresa, como ocurrió con Prodem, aparecieron críticas. “Tememos que los nuevos propietarios de Gravetal quieran desmarcarse y trabajar con una visión política para luego desplazar a las otras industrias”, declaró al diario Los Tiempos el entonces vicepresidente de la Asociación de Productores de Oleaginosas y Trigo, Demetrio Pérez.
Gravetal fue fundada en 1993. Desde entonces se convirtió en empresa líder en el procesamiento y exportación de derivados de soja en Bolivia. También está considerada una de las agroindustrias más potentes de Latinoamérica. El activo clave de la empresa es el puerto que posee en la hidrovía Paraguay-Paraná. Esta es la conexión fluvial de Bolivia, un país sin costa, con el océano Atlántico, y también con Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay. De ahí la importancia de este puerto.
Petroandina
Petroandina fue el gran proyecto de Hugo Chávez y Evo Morales. De PDVSA y la estatal boliviana YPFB (Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos).
Chávez lo presentó en 2011, y como acostumbraba, anunció desembolsos milmillonarios. 1.500 millones de dólares “para convertir a Bolivia en una potencia petroquímica”, declaró. Y fracasó. En 2016 el propio Evo Morales reconoció que Petroandina estaba “en problemas” y que el gobierno estudiaba recuperarla.
“Petroandina era un acuerdo con PDVSA y ha habido problemas. Eso está en estudio, seguramente se va a recuperar. Así como hicimos con otras empresas cuando hay problemas las recuperamos y el Estado se hace cargo”, declaró entonces Evo Morales. Palabras que no llegaron a más porque Petroandina sigue en manos de PDVSA, que desde 2011 ostenta el 40% del accionariado.