Zenaida Amador (ALN).- Las recientes medidas dictadas por Washington contra el régimen de Nicolás Maduro retumban con fuerza dentro y fuera de Venezuela. Muchos actores todavía están tratando de dimensionar con claridad su alcance y repercusiones, pero hay al menos tres interrogantes sobre la condición actual del chavismo que ya comienzan a despejarse.
1- ¿Viene el contraataque?
Ante cada acción que lo vulnera o expone el chavismo responde con rudeza. Durante la gestión de Nicolás Maduro las respuestas han sido la represión, la persecución y la anulación de los liderazgos opositores y de las voces críticas.
En esta ocasión ya dijo que “la furia bolivariana está lista pa’ la batalla”, aduciendo a que el país entero está dispuesto a enfrentar el bloqueo de Estados Unidos. Pero más allá de la arenga antimperialista, giró instrucciones claras para “activar una contraofensiva con la Asamblea Nacional Constituyente (ANC), con todos los poderes, y vamos a hacer justicia, vamos a hacer justicia frente a los vendepatrias y a los traidores a la patria”.
Se esperaría que de un momento a otro desde la ANC y desde otras instituciones, como el Tribunal Supremo de Justicia y el Ministerio Público, comience una ola represiva como las que se registraron hasta hace un mes atrás y que, en sus más recientes arremetidas, dejaron a un diputado preso mientras que otros tuvieron que huir del país o refugiarse para evitar el mismo destino. Pero hay elementos que hacen pensar que en este momento es peligroso para el régimen de Maduro jugarse la carta de la represión y que eso lo saben bien en las filas del régimen.
Se esperaría que de un momento a otro desde la ANC y desde otras instituciones, como el Tribunal Supremo de Justicia y el Ministerio Público, comience una ola represiva como las que se registraron hasta hace un mes atrás y que, en sus más recientes arremetidas, dejaron a un diputado preso mientras que otros tuvieron que huir del país o refugiarse para evitar el mismo destino. Pero hay elementos que hacen pensar que en este momento es peligroso para el régimen de Maduro jugarse la carta de la represión y que eso lo saben bien en las filas del régimen.
Vale recordar que, a fines de julio, cuando la Asamblea Nacional aprobó la reincorporación de Venezuela al Tratado Interamericano de Asistencia Recíproca (TIAR), Maduro en un acto público le ordenó al Servicio Bolivariano de Inteligencia (Sebin) ir tras los “vendeptaria” que con medidas de ese tipo fomentan una invasión extranjera. Sin embargo, la temida arremetida no ha ocurrido.
En buena medida esto se debe a la sobreexposición de los desmanes de Maduro debido, entre otros factores, al informe sobre la situación de Venezuela que fue presentado a inicios de julio por la Alta Comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Michelle Bachelet, donde se certificó que cuerpos de seguridad como el Sebin “han sido responsables de detenciones arbitrarias, maltratos y tortura de opositores políticos y de sus familiares”.
Líderes de los cuerpos de seguridad han sido sancionados internacionalmente por estas acciones. Esta misma semana el Gobierno de Suiza ratificó sanciones económicas y prohibición de entrada al país a 18 altos dirigentes chavistas y funcionarios del gobierno de Nicolás Maduro, por socavar la democracia en Venezuela y por la violación de derechos humanos.
2- ¿Se terminó el diálogo?
A las amenazas se suma el discurso nacionalista de rechazo al bloqueo de EEUU, que sirve para excusar todos los problemas económicos que enfrenta el país y para imponer una agenda en la opinión pública, llamando a marchas y a recolecciones de firmas contra Donald Trump, mientras a lo interno del chavismo se gestan los reacomodos necesarios para transitar la coyuntura.
Aquí se inserta la decisión de no participar en la ronda de negociaciones con la oposición en Barbados porque, según Maduro, “esta semana el imperialismo norteamericano se volvió loco y metió una puñalada trapera al alma de Venezuela”.
Pero no es la primera vez que las conversaciones con mediación de Noruega se pausan por hechos que descolocan a una de las partes. La muerte del capitán Rafael Acosta Arévalo el pasado 29 de junio, presuntamente por torturas tras ser detenido por fuerzas de seguridad del Estado, generó un bache en el diálogo mientras el país era sacudido por la noticia y la oposición lanzaba su condena contra la “dictadura asesina”.
Ahora Maduro gestiona el momento y trata de vender su ausencia en Barbados como una muestra “de dignidad, de coraje y de valentía”. Sin embargo, nada indica que el diálogo ha sido cancelado. Ni siquiera Maduro con su verbo encendido.
Al contrario, el coordinador de la mediación, Dag Nylander, del Ministerio de Asuntos Exteriores de Noruega, aseguró que está en contacto con las partes “con respecto a las próximas reuniones”. Noruega facilita el proceso de negociación “a solicitud de los principales actores políticos en Venezuela” y, en consecuencia, “programa todas las reuniones en función de la disponibilidad de las partes”, explicó.
Maduro y Cabello consideran que llegó el momento de liquidar a Guaidó
Considerado el jefe de la mediación entre oposición y chavismo, Nylander dijo que “la facilitación continúa bajo el principio de que a las partes les gustaría y que hay perspectivas realistas, de una solución negociada que pueda beneficiar al pueblo venezolano”.
3- ¿Hay margen de negociación?
Nicolás Maduro ha logrado sostenerse en el poder hasta ahora debido, entre otros factores, a su habilidad para ganar tiempo, enfriar a sus opositores, alimentar la desesperanza de la población e imponerse. Esa fue la fórmula aplicada durante su primer mandato y, en buena medida, la que le ha permitido permanecer siete meses al frente de la Presidencia en medio de la peor crisis de la historia contemporánea de Venezuela.
Pero el paso del tiempo, que por mucho fue su aliado, ahora puede ser su enemigo. Los problemas se están agudizando a velocidad de vértigo y mientras persista el estatus quo actual no se vislumbra una mejoría. Se deteriora la infraestructura básica, colapsan los servicios públicos, desfallece el sector productivo y la población se empobrece de forma acelerada, también aumenta el éxodo de venezolanos y se multiplican las repercusiones de la crisis fuera del territorio nacional.
Así, con los días, se acrecienta la presión internacional para ponerle coto a la situación. Como ya hemos escrito en ALnavío pareciera que este tercer trimestre del año es clave en este sentido y las diversas acciones adoptadas por grupos de países o por naciones de forma individual, donde destaca EEUU, apuntan en esta dirección.
Desde Noruega explican por qué Maduro rompió (por ahora) la negociación con Guaidó
Maduro está midiendo sus recursos y sus opciones en este tablero que se hace más complejo cada vez, porque necesita garantizarse margen de negociación. El respaldo de sus aliados es crucial para sus próximos movimientos.
China y Rusia cerraron filas en contra de las medidas de EEUU y ambos están a favor del diálogo, porque buscan espacios para una resolución negociada de la crisis, que a juicio de muchos analistas es el mejor escenario para Maduro. El aval de estos dos gigantes puede ser el punto de apoyo necesario para el regreso a la mesa con algún recurso bajo la manga tras la estocada de Washington.
Maduro no esconde su gratitud. Ya agendó para el próximo 1 de octubre “celebrar por todo lo alto” los 70 años de la fundación de la República Popular China, tarea que le encomendó a su vicepresidenta, Delcy Rodríguez. “China demuestra que se puede ser gran potencia sin ser imperio que domine al mundo. China es una de las grandes potencias. Gracias siempre, China, por todo este esfuerzo, por toda la cooperación de lo que hacemos, resistir es la consigna y avanzar”.