Antonio José Chinchetru (ALN).- José Alejandro Rodríguez ha sido galardonado como “joven líder emergente” por el Departamento de Estado de EEUU. Es el único latinoamericano en un selecto grupo de 10 promesas de todo el mundo, principalmente de Asia. El reconocimiento le ha venido por los esfuerzos para ayudar en los estudios a niños y niñas de las zonas rojas de Panamá, con un alto nivel de violencia, a través de la iniciativa Ayudinga! y otros proyectos en los que participa.
José Alejandro Rodríguez es un panameño de 21 años que, debido a la pasión por mejorar la educación en el país, ha llamado la atención del Gobierno de EEUU. Es el único latinoamericano que figura entre los 10 ganadores del Premio a Jóvenes Líderes Emergentes que ha otorgado el Departamento de Estado. El resto de los galardonados son de otros continentes, especialmente asiáticos. Como él mismo ha contado al diario ALnavío, el reconocimiento le ha llegado dos años después de que le postulara un profesor de la universidad sin que él mismo lo supiera.
Rodríguez estudia desde hace cuatro años Ingeniería en Energía y Ambiente en la Universidad Tecnológica de Panamá. En ese entorno es donde descubrió su interés por el mundo de la educación, hasta el punto de que tiene claro que cuando termine la carrera quiere hacer un máster o un postgrado sobre esta materia.
Por el momento, su pasión por ayudar a niños de todo el país en los estudios ya le ha valido el premio concedido por el Departamento de Estado de EEUU y la posibilidad de participar en un programa de formación promovido por la Oficina de Asuntos Educativos y Culturales del mismo organismo.
Ayudinga! cuenta con más de 36.000 suscriptores y los vídeos ya acumulan más de seis millones de visitas
Una de las claves que le ha hecho merecedor del premio es el proyecto Ayudinga!, puesto en marcha hace siete años por su amigo Johel Batista y al que él se sumó hace tres. La iniciativa cuenta con más de 36.000 suscriptores y los vídeos, en los que estos y otros jóvenes ofrecen lecciones de matemáticas, física y química de forma amena, ya acumulan más de seis millones de visitas. Otro punto a su favor es participar en el denominado Rally Científico. Se trata de la realización de talleres juveniles e infantiles para “incentivar el conocimiento científico y la educación en general”.
Esta iniciativa ha llevado a Rodríguez y sus compañeros a lugares habitados por pobladores originarios y a las conocidas como zonas rojas, con un alto nivel de violencia. El objetivo es “decir a unos pelados que estudiar no es una cruz, que puede ser divertido, que es un juego”.
En este sentido, añade: “Hemos podido transmitir ese feeling de que aprender debe ser algo superchévere”. El premiado también participa en el grupo Jóvenes Unidos por la Educación, un “cúmulo de proyectos educativos en el que todos luchamos para que la educación sea una prioridad en Panamá, donde no lo es”. Realizan actividades con escuelas, estudiantes, maestros, instituciones, empresas privadas y sociedad civil. “Tratamos de que el tema educativo sea de importancia para el panameño”, explica.
Su participación durante dos años en el Programa Star, en el que universitarios ejercen de maestros de escuela, también ha sido un mérito para obtener el premio. Rodríguez impartió clases en una zona roja. Cuenta que el objetivo fue “incentivar la educación en ciencias no sólo en los niños, sino en las niñas. Fui maestro y así mismo coach de nuevos jóvenes que querían entrar para ser maestros de ciencias”.
Nuevas herramientas educativas para Panamá
José Alejandro Rodríguez está convencido de que su participación en el programa promovido por el Departamento de Estado de EEUU le va a ser muy útil: “Me voy a encontrar con profesionales del área en la que está mi proyecto. Profesores, universidades, personas que tienen proyectos educativos exitosos. Me van a aportar conocimientos sobre cómo manejar un proyecto social, cómo incidir en la educación de manera activa y eficiente, qué casos puedo traerme a un entorno latinoamericano como el panameño que puedan tener incidencia en la educación en poco tiempo, con alto impacto y bajo costo”.
“Espero volver preparado para incidir muchísimo más en la educación de Panamá, que lo necesita a gritos”
Explica: “Espero traer muchas herramientas, ideas de proyectos, logística y educación. Para poder traer esto a Panamá y poder potenciar los proyectos educativos de aquí, Ayudinga! y otros, para que puedan tener mucha más incidencia en el entorno educativo”. Y añade: “Espero volver preparado para incidir muchísimo más en la educación de Panamá, que lo necesita a gritos”.
Ayudinga! es su gran objetivo, y tanto él como Johel Batista quieren hacer de este proyecto algo sostenible en el tiempo. Ya es la mayor plataforma educativa de Panamá, y una de las mayores de América Central, pero no se conforman. Necesitan mejorar los aspectos financieros. Por el momento, ni ellos ni los otros 10 jóvenes que trabajan con ellos cobran un sueldo. Como mucho, gracias a ayudas de instituciones, empresas e individuos, “que prefieren quedar en el anonimato”, según dice, consiguen el transporte y los almuerzos.
“Claro que nos gustaría profesionalizarlo. Si nos pudiéramos dedicar a tiempo completo a Ayudinga! tendríamos un impacto mucho mayor. En la actualidad estoy en la universidad y en Ayudinga!, pero aparte tengo que dar tutorías y cobrar para costear mis gastos”, explica. Lo que se plantean es cobrar por acceder a sus contenidos: “Creemos que la educación de un chico en una zona roja debe ser la misma que la de uno en una zona de élite. Si nosotros ponemos un costo para nuestros vídeos y nuestras actividades, iríamos en contra de nuestro ideal”.
Y concluye: “Estamos en miras de poder estabilizar el modelo financiero de Ayudinga!, porque es un modelo nuevo. Lo inicias porque te gusta y cuando crece y ves que tiene un impacto en mucha gente es cuando empiezas a fijarte en la cuestión financiera. Estamos en esa etapa en la que lo estamos formalizando para lograr que sea un proyecto rentable y escalable. Que no se quede por una mala decisión o por no pensar en las cosas serias, que es lo que conlleva hacer una fundación, una empresa o un proyecto social”.