Daniel Gómez (ALN).- Juan Guaidó sigue reclamando el apoyo de los militares. “Tienen un rol no solamente en que cese la usurpación sino también en la reconstrucción de Venezuela”. Eso les dice. Y también les pide que dejen pasar la ayuda humanitaria. Se lo pide él, y el pueblo, que saldrá este martes de nuevo a las calles. El objetivo es que la Fuerza Armada sienta ese clamor y que finalmente abandonen a un Nicolás Maduro aferrado al poder.
Ya hubo tiros en la frontera. Este lunes, a los militares de Nicolás Maduro no les quedó más remedio que disparar al aire para que los autobuses chavistas se abrieran paso.
Eran autobuses organizados para llenar el acto de Diosdado Cabello, presidente de la Asamblea Nacional Constituyente, quien acudió a la frontera con Colombia para cargar contra la ayuda humanitaria solicitada por Juan Guaidó.
Cabello se detuvo en el municipio de Ureña y luego acudió a Tienditas para contemplar el famoso puente por el que, se supone, pasará la ayuda humanitaria. Cabello no estaba solo. Se rodeó de chavistas. Pero no de la zona. El apoyo se lo trajo de localidades vecinas para hacer bulto en su mitin.
Reseña el diario colombiano La Opinión que cuando los vecinos de Ureña se enteraron de la llegada de Cabello, se armaron barricadas para que los autobuses de chavistas no pasaran. Disparar al aire fue la solución de los militares para abrir paso. Luego establecieron un cerco de uniformados alrededor del evento.
Intimidados los vecinos, Cabello cargó a gusto. Clamó contra la ayuda humanitaria. “Ni es ayuda, ni es humanitaria”, dijo. También denunció una intervención extranjera. De los estadounidenses y de los colombianos. Y que los paquetes de ayuda serían una excusa para la invasión.
Esos paquetes descansan en el centro de acopio instalado en el Puente Internacional Tienditas. En el lado colombiano. Comida, productos de aseo personal, medicinas… víveres que escasean entre los venezolanos.
Hay que recordar: el 87% de la población sobrevive en condiciones de pobreza, según la Encuesta de Condiciones de Vida (Encovi), y 300.000 ciudadanos están en riesgo de muerte, apuntó Guaidó.
El pueblo es la mejor arma de Guaidó
Este martes será otro día decisivo en la historia del presidente encargado. Las calles se movilizan de nuevo para que entre la ayuda humanitaria. Para que los militares, que ya acordonan la frontera, la dejen pasar.
Este martes será otro día decisivo en la historia del presidente encargado. Las calles se movilizan de nuevo para que entre la ayuda humanitaria. Para que los militares, que ya acordonan la frontera, la dejen pasar
La estrategia de Guaidó es que el clamor popular ablande a los militares. A ese 80% que, según dijo en una entrevista con la agencia EFE, está en contra de Maduro. Y, sin embargo, se mantienen afines al régimen por miedo a lo que pueda pasar.
Para vencer ese miedo, Guaidó moviliza a la gente. Su arma más infalible. La que devolvió la esperanza a los venezolanos que lo apoyaron al jurar como presidente encargado, y como mandatario legítimo para más de 60 países del mundo.
Guaidó confía en la manifestación de este martes para persuadir a los militares. El medidor será Caracas. Pero también la frontera. Las ciudades de San Cristóbal, Rubio y Ureña. La gente quiere la ayuda, y no le importa bloquear autobuses, o enfrentarse a un tanque de guerra con un simple bloque. Eso ocurrió hace una semana, cuando Maduro empezó a militarizar la frontera.
Un llamado a los militares
En esta guerra de nervios entre Guaidó y Maduro, el primero ya se anotó un tanto. Este lunes recibió 1,7 millones de raciones nutricionales para niños y embarazadas de la Asociación Venezolana de Servicios de Salud de Orientación Cristiana (Avessoc).
Cumpliendo con nuestras competencias, hoy entregamos el primer cargamento de insumos de la #AyudaHumanitaria a la Asociación de Centros de Salud (AVESSOC)
con 85 mil suplementos que se traducen en 1.700.000 raciones nutricionales para niños y 4.500 suplementos para embarazadas. pic.twitter.com/9cbeyPig3C— Juan Guaidó (@jguaido) 11 de febrero de 2019
Pese a la evidente alegría por recibir estos paquetes de ayuda humanitaria, en Twitter Guaidó expresó que “no es suficiente”. Que necesita la comida y los alimentos que están en Colombia. Que necesita, por tanto, la ayuda de los militares.
Y esto mismo se lo reiteró a EFE. “Las Fuerzas Armadas son las que hoy sostienen al dictador y el llamado ha sido muy claro, sin medias tintas, a ese sector importante del país, que tiene un rol no solamente en que cese la usurpación sino también en la reconstrucción de Venezuela”.
Es el discurso que reitera. Y es un discurso que cala. En Estados Unidos, al igual que en Colombia y en el Grupo de Lima, ya respaldan los planes de Guaidó con los militares.