Daniel Gómez (ALN).- Hoy puede contar su historia. Otros 121 jamás podrán. Ellos murieron en las protestas contra el gobierno de Nicolás Maduro. José Víctor Salazar, de 28 años, sobrevivió a quemaduras de segundo y tercer grado que afectaron casi todo su cuerpo. Es el protagonista del World Press Photo de 2018. Pero también hay otra estrella. El fotoperiodista que captó la imagen, Ronaldo Schemidt, quien también es venezolano.
70.000 instantáneas, seis seleccionadas y una ganadora. La del venezolano Ronaldo Schemidt, quien este jueves, en Amsterdam, logró el World Press Photo, el premio más prestigioso del fotoperiodismo mundial. Suya fue la mejor foto de 2018.
Era 3 de mayo de 2017, otro día de disturbios en Caracas. El venezolano José Víctor Salazar, de 28 años, huyó envuelto en llamas tras recibir un chorro de gasolina de una moto de la Guardia Nacional Bolivariana cuyo tanque explotó delante de él.
Otro venezolano, el fotoperiodista Schemidt, retrató al joven Salazar mientras huía. Si retratarlo ya es una hazaña, lo es más aún cuando en el muro del fondo, de ladrillo, se observa una pistola de grafiti color negro que dispara la palabra “paz”.
Salazar, que sufrió quemaduras de segundo y tercer grado (se quemó más de 70% del cuerpo), pasó por quirófano 30 veces, le vendaron hasta los ojos, recibió injertos de piel y cabello, pero lo más importante es que sobrevivió.
En declaraciones al Diario las Américas, la madre del joven, Nelly Balza de Salazar, dijo: “Él no es de ningún partido, pero sí una persona que lucha por la justicia; por la libertad. Estoy orgullosa de él y agradecida con las personas que hicieron posible que lo atendieran [en la Clínica Metropolitana de Caracas]”.
La imagen de la represión
José Víctor Salazar hoy puede contar su historia. Otros 121 jamás podrán.
121 es el saldo de muertos que dejaron las protestas contra el gobierno de Nicolás Maduro, iniciadas el 1 de abril de 2017, cuando el Tribunal Supremo de Justicia anuló a la Asamblea Nacional y concedió poderes plenos al presidente Maduro.
Ese 1 de abril el Gobierno se consolidó como un régimen violento. Porque no sólo rompió el hilo constitucional, también reprimió a la gente durante los casi cinco meses que duraron las protestas.
AFP’s photographers Ronaldo Schemidt, Juan Barreto and Oli Scarff won World Press Photo contests as Photo of the Year, 3rd place in Spot News Sinlgles and 1st Sport Single, respectively. Big Congratulations to all! @rschemidt, @jbarreto1974 @oliscarff #AFPphoto pic.twitter.com/KYmltaJgV0
— AFP Photo (@AFPphoto) 12 de abril de 2018
Buena parte de las muertes -también otros 289 casos de tortura denunciados por la Organización de Estados Americanos (OEA)- fueron resultado de la represión de la Policía Nacional Bolivariana y la Guardia Nacional Bolivariana. Lo de Salazar fue un accidente. Sin embargo, lo que no podrá negar la Guardia Nacional Bolivariana, la guardia personal del presidente Nicolás Maduro, son las imágenes de los militares, armados con rifles de asalto, disparando sin miramientos contra los manifestantes.
La esperanza perdida
Como venezolano, el fotoperiodista Ronaldo Schemidt sigue sufriendo por su pueblo. “La imagen muestra lo sucedido el año pasado en Venezuela: los enfrentamientos, el descontento social, la incomodidad de una población con un gobierno. La gente salía a protestar con la esperanza de que algo pasara, de que hubiese un cambio. No sucedió. Y ahora el país sigue estando en unas condiciones peores que el año pasado”, declaró este jueves en Amsterdam.
La gente salía a protestar con la esperanza de que algo pasara
Schemidt, de 47 años, nació en Caracas. Mientras estudiaba Antropología en la Universidad Central de Venezuela, decidió mudarse a México para estudiar fotografía. En 2003, comenzó a trabajar como fotoperiodista en varios periódicos locales.
Finalmente, Schemidt acabó incorporándose a la Agencia France Press (AFP), a su equipo en Ciudad de México. Desde entonces, ha cubierto deportes, conflictos sociales, tráfico de drogas y violencia. También es habitual en Venezuela. Allí ha cubierto eventos como la muerte del expresidente Hugo Chávez y los diferentes conflictos que ha habido hasta la fecha.
De las protestas de mayo, quizá el periodo más violento que se recuerda en esta etapa de protestas, no se olvidará el fotógrafo. De hecho, todavía recuerda el calor que desprendía Salazar cuando le cruzó por delante. Fue esa calor, el ardor de las llamas, lo que le hizo sacar su cámara y captar una imagen que se convertirá en icono. Así lo contó a AFP.
Al respecto de la fotografía, como reconoció a la agencia EFE en febrero Magdalena Herrera, presidenta del jurado del World Press Photo, “la imagen dice mucho de lo que está pasando en Venezuela, donde hay manifestaciones, una detrás de la otra, en las que hay una violencia total”.
Por su parte, Lars Boering, director del World Press Photo, apuntó: “No es fácil tomar una imagen así”. Su mérito no fue otro que “estar allí en el momento justo” para captarlo de “forma muy poderosa”.