Daniel Gómez (ALN).- A Plácido Domingo le sobran reconocimientos. Uno de los más sonoros tuvo lugar en 1991. En Viena recibió la ovación más larga de la historia. 80 minutos de aplausos que coronaron su interminable carrera como tenor, y que también marcaron el inicio de una historia empresarial de éxito*.
Plácido Domingo parece que nunca se cansa. Es tenor y director de orquesta, filántropo y empresario cultural. Canta ópera, boleros y zarzuela. Canta en teatros, mundiales de fútbol y Juegos Olímpicos. Canta en español, italiano, francés, alemán, inglés y ruso. Más de 4.000 actuaciones a lo largo de su carrera, 148 papeles interpretados. El dato es impactante, como su envergadura. Mide un metro noventa de estatura y en el pecho anida una caja torácica sin igual, extensa como la Gran Muralla China. Esta la recorrió en tres horas. Los periodistas que lo siguieron se agotaron pues en ningún instante se detuvo. Este es Plácido Domingo: un prodigio, un fenómeno, un portento que sería invencible de no ser por una flaqueza. Hablar. Hablar le cansa.
“No sé hablar. Por eso me cansa. Es lo que más me cansa en el mundo”, reveló Domingo en una entrevista con la Cadena Sercon desganada voz. “Aunque yo tenga la voz aguda, por lo general el cantante de ópera habla así –dice proyectando una voz grave, muy timbrada-. Por tanto, yo digo, yo sé cantar, eso es cuestión de técnica, lo que yo no sé es hablar”.
Aunque nació en Madrid, todo se remonta a México. Allí emigraron sus padres, cantantes de zarzuela, cuando tenía ocho años. En la Escuela Nacional de Artes y en el Conservatorio Nacional de Música tomó lecciones de piano y de dirección de orquesta. Entonces su madre, Pepita Embil, halló un tesoro. “Ella descubrió las potencialidades de mi voz”, narró Domingo al Diario Vasco.
En 1959, con 18 años, debutó como barítono en el Teatro Degollado de Guadalajara, México. Meses más tarde volvió a estrenarse, esta vez como tenor, en Monterrey. El salto a los escenarios internacionales se produjo un lustro después. Primero en la ópera de Nueva York, y luego en todo el mundo. En apenas un año recorrió los teatros de Viena, Hamburgo, San Francisco, Chicago, Santiago de Chile, Buenos Aires y Madrid sin acusar cansancio, porque cantaba.
Domingo es una de las figuras más influyentes del planeta. Para algunos, es el mejor tenor de la época moderna, para otros el mejor de la historia. Sin duda es el más versátil por la cantidad de papeles interpretados. Además, popularizó el canto lírico entre el gran público junto al italiano Luciano Pavarotti y el español José Carreras formando Los Tres Tenores.
Una ovación de récord
Plácido Domingo también cuenta con reconocimientos que van más allá de lo musical. Una estrella en el paseo de la fama de Hollywood, Doctor honoris causa en 14 universidades, un personaje en la serie de Los Simpson, el Príncipe de Asturias de las Artes y la ovación más larga de todos los tiempos.
Este aplauso, que duró 80 minutos, tuvo lugar en 1991 en laÓpera Estatal de Viena y obtuvo un reconocimiento en elLibro Guinness de los Récords. Fue su coronación como uno de los grandes de la historia. También marcó lo que luego se convertiría en una carrera de éxito como empresario cultural. Domingo fundó Operalia y, además, gerencia la Federación Internacional de la Industria Fonográfica (IFPI) y Europa Nostra.
Operalia fue el primer proyecto del tenor. Se trata de un concurso fundado en 1993 con el que promociona a jóvenes cantantes. Desde entonces, cuenta con el patrocinio de Rolex y entrega premios a los ganadores por 10.000 dólares. El concurso mundial de la ópera, como también es conocido, acumula 24 ediciones que han pasado por tres continentes. También por urbes iberoamericanas como Guadalajara, Madrid, Valencia y Ciudad de México. La de 2018 se celebrará en Lisboa.
En la actualidad, el tenor también preside la Federación Internacional de la Industria Fonográfica. La entidad, fundada en 1997, protege la propiedad intelectual en la industria de la música. Para ello, se alió con 1.450 compañías de 75 países. Dos décadas de lucha contra la piratería que ahora empiezan a dar frutos.
Plácido Domingo: “Hablar es lo que más me cansa en el mundo”
Por primera vez desde que se fundó la IFPI, el mercado de la música creció con tanto brío. Los ingresos a nivel mundial alcanzaron 17.300 millones de dólares en 2017, lo cual representa un incremento de 8,1% respecto a 2016, según el informe publicado este abril.
En ese mismo documento, Plácido Domingo destacó que el periodo musical del momento “emociona” ya que la música está disponible para cientos de millones de personas gracias a las nuevas plataformas de reproducción, como Apple Music ySpotify. Por eso insistió: “Se debe perseverar”.
Como empresario cultural, Domingo también gerencia Europa Nostra, organización de restauración y preservación del patrimonio cultural, además de formar parte del consejo de administración de la Fundación Nacional YoungArts, promotora de jóvenes talentos musicales en Estados Unidos.
Rescatando la Ópera de Los Ángeles
Como administrador, Domingo fue responsable musical de laFeria Mundial de Sevilla y de la Ópera Nacional de Washington. En la actualidad, y hasta 2019, será director general de la Ópera de Los Ángeles, institución con la que lleva colaborando desde 2000.
El periodista español Iñaki Gabilondo es un apasionado y estudioso del tenor. Asegura que Domingo despliega una intensa actividad y exigencia en todo lo que hace. Lo ratifica su currículo, y también, su trabajo como director de la Ópera de Los Ángeles.
“Tiene que ser así. Llevar los teatros es muy difícil. Lo es por la crisis y hay que buscar soluciones como rebajar el repertorio. Desgraciadamente si antes hacías seis óperas ahora tienes que hacer cinco. Tienes que cuidar, sobre todo en Estados Unidos, donde el dinero es privado, el presupuesto”, dijo Domingo a Gabilondo en una entrevista para Televisión Española.
La frenética actividad de Domingo corre dos riesgos, la dispersión y el agotamiento. Pero este prodigio tiene una receta, la familia. “Me aportan tranquilidad y organización”, aseguró a Gabilondo.
Su esposa, Marta Ornelas, es una soprano mexicana de 83 años. Con ella tuvo dos hijos, José Plácido y Álvaro Maurizio. De estos hay apenas información. Se sabe que uno de los dos es responsable de la cuenta de Facebook del tenor. En la red social comparte actuaciones, entrevistas y momentos históricos de su carrera. Además, posee más de un millón de seguidores, una cifra que marea al propio Domingo.
Además de José Plácido y Álvaro Maurizio, el tenor tiene un tercer hijo. Es el mayor de todos. Se llama Plácido Jr. Nació tras una frenética relación con la mexicana Ana María Guerra. Domingo apenas tenía 16 años cuando la conoció. Entonces huyó de casa para casarse. La boda fue en secreto. Más tarde tuvieron un hijo y en apenas un año todo acabó, acusando la inexperiencia de la juventud.
Plácido Jr., hijo de este fugaz matrimonio, es el que más cerca se halla de emular la carrera del padre. Tiene 52 años, es cantante y cantautor, y en marzo de 2017 presentó su primer disco: Latidos.
El recuerdo más oscuro
La etapa de Domingo en México no sólo está marcada por la música y un loco romance. En el país vivió el momento más trágico que recuerda. Fue el terremoto de 1985, que acabó con la vida de 45.000 mexicanos.
Domingo movió escombros con las manos y recaudó millones con su voz para la reconstrucción de México
Domingo participó en las labores de rescate. Movió escombros con las manos, y con la voz recaudó millones de dólares para los procesos de reconstrucción. La tragedia le marcó tanto que aún se deshace en lágrimas cuando lo recuerda. El sismo le arrebató dos tíos, un primo y un pequeño sobrino. Pero no fue lo único.
“Mi padre no pudo reaccionar. Le afectó como una enfermedad y nunca se recuperó de esa tragedia. Murió a los dos años. Mi madre también padeció el dolor de esas muertes junto con mi hermana”, dijo en 2015 tras recibir el premio Ángel de la Ciudad, otorgado a quienes se solidarizaron con las víctimas del sismo.
Aunque el pasaporte de Domingo diga que es español, también cuenta con la nacionalidad mexicana. “Soy mexicano de corazón”, proclama siempre que viaja al país. Sólo hay que ver, revisando entrevistas con medios locales, cómo Domingo abandona el más neutro castellano para pronunciar en mexicano.
*La noticia fue publicada el 23 de julio de 2018.