Zenaida Amador (ALN).- Juan Guaidó ha dicho que jugará en todos los escenarios para lograr el cese de la usurpación del poder por parte de Nicolás Maduro, lo que llevó al Parlamento venezolano a aprobar el regreso de Venezuela al Tratado Interamericano de Asistencia Recíproca (TIAR). La medida se ha convertido en el nuevo pretexto del chavismo para reforzar su estrategia de persecución a los líderes opositores.
En la sesión celebrada a propósito de los primeros seis meses de Juan Guaidó como presidente interino de Venezuela, la Asamblea Nacional aprobó la reincorporación del país al Tratado Interamericano de Asistencia Recíproca (TIAR). La decisión, ampliamente debatida y que generó diferencias entre los distintos partidos opositores, tuvo luz verde por unanimidad de los parlamentarios.
El TIAR, pacto de defensa mutua del que Venezuela se retiró en 2012, ha sido vendido en el debate interno como un paso al frente en la posibilidad de que pueda formarse una coalición militar para actuar en el caso de Venezuela. Aunque en términos generales podría ser así, todos los expertos en la materia apuntan a que en términos políticos una acción de esta naturaleza es cuesta arriba.
Maduro aseguró que Venezuela tiene “quien la ame y la defienda”. Por ello le ordenó a la Milicia prepararse para defender con las armas en las manos a Venezuela de cualquier agresión extranjera imperialista que se pretenda, en cualquier lugar del país, y estar lista para buscar al enemigo armado imperialista en cualquier lugar de América “si somos agredidos algún día”.
No obstante, el regreso al TIAR es otra más de las acciones de presión ejercidas por las fuerzas políticas de la oposición venezolana contra Nicolás Maduro en un nuevo intento por acelerar su salida del poder.
Por eso Guaidó ha tratado de manejar las expectativas sobre el tema. “El TIAR no es mágico, el TIAR no es un botón que apretamos y mañana se soluciona todo (…) Reincorporarnos plenamente al sistema interamericano, es atender la emergencia, es ponerle fin al sufrimiento. Y por eso hablé de todos los espacios de lucha donde estamos y estaremos, por cierto, porque no le tenemos miedo a ningún espacio, siempre y cuando aproxime soluciones y ponga fin y cese al sufrimiento de nuestra gente que ya por mucho ha pasado”, explicó al momento de la aprobación.
Esta acción de la oposición ya generó la reacción del chavismo. El Tribunal Supremo de Justicia de Maduro descalificó la decisión de la Asamblea Nacional y la consideró nula, pero más allá de esto señaló que “cualquier actuación que se realice con la finalidad de aplicar dicho tratado debe ser considerada un acto hostil a la soberanía nacional y una agresión al territorio, al pueblo venezolano, a la paz y al derecho internacional”.
Según Maduro, la decisión del tribunal “pone en su lugar” a la Asamblea Nacional que, según dijo, aprobó el TIAR “y que ese era el primer paso para llamar a una invasión (…) ¿Cómo se puede llamar eso? Traición a la patria, vendepatria que son”.
A los líderes opositores los llamó “minoría extremista de autoproclamados fascistas que hacen políticas enloquecidas” y adelantó que los servicios de inteligencia ya están preparados para apresarlos. “Ahí va la grúa de González López (refiriéndose a Gustavo González López, director del Servicio Bolivariano de Inteligencia -Sebin-) a buscar a los delincuentes que pretenden que Venezuela se invada. ¡Justicia!, ¡Justicia!”, señaló Maduro.
Con el chiste de la grúa Maduro rememoró la detención del vicepresidente de la Asamblea Nacional, Edgar Zambrano, quien se parapetó en su camioneta al ser perseguido por los cuerpos de seguridad. Al final fue detenido, con todo y vehículo, y estuvo un par de semanas con paradero desconocido.
No hay que olvidar que desde 2015 a la fecha son casi 50 los parlamentarios que han sido perseguidos por el régimen de Maduro con diversas excusas. Debido a estas acciones hay dos diputados presos, incluyendo a Zambrano, y al menos 14 en el exilio.
Maduro aseguró que Venezuela tiene “quien la ame y la defienda”. Por ello le ordenó a la Milicia prepararse para defender con las armas en las manos a Venezuela de cualquier agresión extranjera imperialista que se pretenda, en cualquier lugar del país, y estar lista para buscar al enemigo armado imperialista en cualquier lugar de América “si somos agredidos algún día”.
“Por eso tenemos que llegar a cuatro millones de milicianos y cada miliciano respaldado por su familia”, afirmó en un acto militar en el Fuerte Tiuna de Caracas.
El ministro de la defensa, Vladimir Padrino López, también se había referido a la decisión de la Asamblea Nacional para rechazarla y decir que muestra “las nefastas intenciones de una minoría política proimperialista, quienes demostrando su antipatriotismo, invocan el Tratado Interamericano de Asistencia Recíproca. ¡Qué decadencia!”.
De inmediato el ministro de Interior y Justicia, Néstor Reverol Torres, giró órdenes para fortalecer los puestos fronterizos. La medida busca “reforzar el control migratorio en todos los pasos fronterizos y aeropuertos tanto nacionales como de carácter privado”, lo que incluye revisar y retener de forma preventiva el pasaporte “a posibles ciudadanos que incumplan lo establecido en la sentencia” del TSJ sobre el regreso de Venezuela al TIAR.