Daniel Gómez (ALN).- La hazaña es de Carmen Negrín y su marido, Mario José Rosendo. Juntos fundaron El Rey del Tequeño a principios de los 2000. Además de distribuir tequeños y otros productos venezolanos a las siete islas canarias, tienen el privilegio de haber alimentado a la mismísima Casa Real. Como cuenta Negrín al diario ALnavío, tanto el rey Felipe VI como el emérito Don Juan Carlos han probado sus tequeños.
La de Carmen Negrín, 54 años, no es una historia del éxodo. Se remonta 25 años atrás, cuando nadie se iba de Venezuela. En 1994, buscando un nuevo horizonte para sus hijos -tiene cuatro- decidió abandonar Caracas e irse a la tierra de sus antepasados: Canarias. Se instalaron en Tenerife, aunque tanto ella, como su marido, Mario José Rosendo, tenían raíces gomeras.
La de Felipe VI no fue una anécdota aislada. Carmen Negrín llegó a tener contacto con Carlos Gamonal, el chef de la Casa Real en Canarias, quien le solicitó productos para una visita del rey emérito Don Juan Carlos, y también para la boda de una de sus hijas.
Las islas siempre fueron destino habitual para los venezolanos, pero entonces no eran tantos como ahora. La prueba es que al principio cuando iban a una fiesta o a una celebración y ellos llevaban tequeños para acompañar, les preguntaban: “¿Esto qué es?”. Eso desmoralizó a Negrín. Ahora todos conocen los tequeños venezolanos. Antes no.
“Cuando se juntaban los isleños en Venezuela, los reyes de la fiesta era los tequeños. La gente esperaba con devoción que llegaran los tequeños. Cuando vi que en Canarias no sabían lo que eran me desmoralicé”, dice Negrín en entrevista con el diario ALnavío.
Se desmoralizó porque tanto ella como su marido tenían en mente fundar una empresa de tequeños. Y es que, al principio, en sus primeros años en Tenerife, comenzaron a trabajar en cosas que no eran lo suyo, pues lo suyo era la restauración. De hecho, su marido había trabajado en algunos de los restaurantes con más renombre de Caracas, como la Casa del Mar y la Quinta Esmeralda.
Aunque se desmoralizó, el matrimonio no dejó de intentarlo y pasó a la acción. A principios de los 2000, en la azotea de su casa, habilitaron un cuarto grande que se convirtió en el germen de lo que hoy se conoce como El Rey del Tequeño. La empresa que surte de tequeños (y otros productos venezolanos como arepas, cachapas, carne mechada y empanadas de carne) a las siete islas canarias y a cadenas como El Corte Inglés, Alcampo, DIA e Hipertrébol.
No sólo eso, sino que El Rey del Tequeño también ha conquistado a la realeza. El primero en probar sus productos fue el ahora rey de España, Felipe VI. “Cuando el príncipe Felipe fue a inaugurar el Auditorio Adán Martín (en 2004) solicitaron una empresa de catering que les surtiera de tequeños. Fuimos nosotros. Tengo una foto que creo que perdí y se veía al príncipe comiéndose un tequeño”.
Negrín admite que el momento en el que recibió la foto del príncipe fue uno de los momentos más reconfortantes de su carrera. “Cuando tú trabajas con tanto cariño, conviertes esto en tu modo de vida y lo das todo, en un momento así piensas que valió la pena tanto esfuerzo”, apunta.
La de Felipe VI no fue una anécdota aislada con la realeza. Carmen Negrín llegó a tener contacto con Carlos Gamonal, el chef de la Casa Real en Canarias, quien le solicitó productos para una visita del rey emérito Don Juan Carlos, y también para la boda de una de sus hijas.
“Todo esto es un orgullo tremendo, porque sientes que has coronado tantos años de trabajo. También cuando hablas con gente y te dice, ‘yo te conozco, compramos en tu tienda, en Alcampo’. Es buenísimo”, apunta.
Hoy Carmen Negrín puede decir que cumplió con su objetivo. Vino a Canarias para darle mejor vida a sus hijos y así fue. Los cuatro han recibido formación universitaria. “Estudiaron a golpe de tequeños. De hecho hay tres que trabajan conmigo. Somos una empresa familiar por la que han pasado hermanos, sobrinos y por la que hemos apostado el 100% de nuestra vida”.
Asentado en las islas, El Rey del Tequeño no se detiene. “Tenemos planes de abrirnos a Madrid y a Portugal”, apunta Negrín. No obstante, reconoce que ejecutar una expansión desde Canarias siempre es más difícil. “Sacar los productos de aquí, donde tenemos la fábrica, es complicado porque los aranceles son elevados”.
Ahora que el éxodo venezolano está tan presente, Negrín reconoce que ha habido cambios. “Cada vez la diáspora es mayor. La inmigración crece. En el 94 éramos poquísimos los que nos íbamos, y no veníamos por las mismas razones que ahora. El caso es que, al haber tanta gente, se ha engrandecido la clientela y hemos hecho nuevos lazos”.
Negrín también detecta un lado negativo. “Hay muchos venezolanos que vienen, se meten en negocios parecidos al nuestro, y lo hacen sin papeles ni permisos sanitarios, y claro, eso impacta negativamente”, agrega.