Daniel Gómez (ALN).- El hidrógeno verde puede poner en funcionamiento industrias y medios de transporte pesados, que son algunas de las actividades más contaminantes del mundo. Y puede hacerlo de manera limpia, sin consumir combustibles fósiles. Aunque todavía es una tecnología en desarrollo, su futuro es prometedor. De ahí que la energética española Iberdrola esté apostando fuerte por ella.
El hidrógeno es un combustible universal, ligero y muy reactivo. También es contaminante. En la actualidad es responsable del 2% de las emisiones de carbono que van a la atmósfera. Pero existe una fórmula para convertirlo en una fuente de energía limpia. La clave está en la corriente eléctrica con la que se separa el hidrógeno del oxígeno que hay en el agua. Si esa electricidad proviene de energías limpias, se puede conseguir hidrógeno verde.
Según la Agencia Internacional de Energía, la obtención de hidrógeno verde ahorraría los 830 millones de toneladas anuales de CO2 que se originan cuando este gas se produce mediante combustibles fósiles.
También es una oportunidad de negocio. En julio, la Comisión Europea trazó un plan para expandir la producción y el uso del hidrógeno verde en el continente. Su penetración en todos los sectores, desde los químicos hasta la industria del acero, puede generar hasta un billón de euros de cara al 2050, además de lograr que los sectores contaminantes logren cero emisiones.
Iberdrola, una multinacional energética con sede en España, es consciente de esta revolución y quiere ser la empresa líder en el negocio del hidrógeno verde.
“Sólo conozco una manera de superar las crisis: invertir más en sectores de futuro y ser más productivos y eficientes. Los planes de recuperación anunciados en Europa y en el resto del mundo tienen dos prioridades claras: el ‘greendeal’ y la digitalización. Pero tenemos que acelerar”, dijo este lunes Ignacio Galán, presidente de Iberdrola, en un foro de líderes empresariales organizado por la Asamblea General de Naciones Unidas en Nueva York.
En la conferencia, Galán anunció la apuesta de Iberdrola por el hidrógeno verde y por posicionar “al grupo como líder mundial de esta tecnología”. En este sentido, recordó las inversiones de 110.000 millones de euros realizadas por la compañía desde 2001 en energías. Y recordó también los 10.000 millones de euros que invertirá este 2020 para acelerar la transformación de la compañía.
Por decirlo de alguna forma, la generación de hidrógeno verde todavía está en pañales. Es una tecnología costosa, requiere una alta demanda energética y el hidrógeno es un material peligroso, muy inflamable. Pero Iberdrola ya está dando sus primeros pasos.
En la localidad española de Puertollano la compañía cuenta con la mayor planta de hidrógeno verde para uso industrial de Europa. Se espera que para 2021 esté operativa con una inversión de hasta 150 millones de euros, y capacidad para crear 700 empleos.
Para generar el hidrógeno, Iberdrola contará con una planta solar fotovoltaica y un sistema de baterías de ion-litio que en conjunto conforman uno de los sistemas más potentes del mundo.
Por otro lado, en el Reino Unido, Iberdrola participa en el proyecto Freen Hydrogen for Scotland. Desde su filial británica, Scottish Power, Iberdrola pondrá en marcha una red de plantas de producción de hidrógeno verde para abastecer flotas y transporte pesado. La primera de ellas estará ubicada a las afueras de Glasgow y utilizará energía solar y eólica para operar un equipo de electrolisis, el mecanismo con el que se separa el hidrógeno y el oxígeno.