Juan Carlos Zapata (ALN).- ¿Está dispuesto Donald Trump a asumir el reto de decretar la intervención militar en Venezuela? ¿Qué elemento será el detonante para que el presidente de los Estados Unidos tome la decisión? Diego Arria es el venezolano que mejor conoce a Trump. Lo conoció hace muchos años cuando estuvo involucrado en la negociación de unos terrenos en Nueva York junto al padre de Mauricio Macri, en efecto, el mismo que hoy es presidente de Argentina.
En el libro The Deals, de Wayne Barret, todo está explicado. Y allí aparece, en innumerables entradas, el rol de este venezolano que se instaló en Nueva York cuando muy pocos lo hacían, y eran las excepciones –exquisitez, dice Arria- Reinaldo Herrera Uslar, el suegro de Carolina Herrera, y el papá de quien fuera editor del diario El Universal de Caracas, Andrés Mata Osorio. Una anécdota que recuerda Diego Arria con Donald Trump se remonta a cuando celebraba 50 años de edad y el hoy presidente de los Estados Unidos era uno de los invitados. Entonces aparece en el restaurant Alfredo Sadel, el tenor de Venezuela, y les dedica, entre otras canciones, Vereda Tropical. Trump nunca olvidó la velada. Y siempre le preguntaba: Qué fue de la vida de aquel amigo tuyo cantante.
-Lo conocí en otras circunstancias -dice Arria.
Pero hay conductas. Y esas conductas prevalecen en los hombres, en los individuos. Eso ha ocurrido con Trump. Conductas que lo explican y lo definen hoy como líder de la primera potencia del mundo. Sobre la mesa de Trump está la opción de que no se descarta la intervención militar. Él mismo lo ha expresado. Lo ha dicho también el secretario general de la OEA, Luis Almagro, y es un tema recurrente en Washington, donde se aclara que, por ahora, la línea diplomática prevalece sobre la militar. Pero Arria explicó en una entrevista a ALnavío que hay muchas maneras de intervenir, y una de ellas es con acciones de guerra cibernética, inutilizando los sistemas de defensa y comunicación de la Fuerza Armada del país en cuestión.
Arria introduce otro aspecto que refuerza la posición de rechazo de Trump hacia el régimen de Nicolás Maduro desde que era candidato presidencial. Ese aspecto tiene que ver con que el tema Venezuela es una preocupación común a los partidos Republicano, en el poder, y Demócrata, en la oposición. Es un tema bipartidista. “Es quizá el único tema en el que hay consenso en ambos partidos”, señala Arria.
Diego Arria fue presidente del Consejo de Seguridad de la ONU. Fue candidato presidencial, ministro, gobernador de Caracas y hasta asesor de la campaña electoral, 1973, que llevó a Carlos Andrés Pérez a la Presidencia por primera vez. Fue crucial su participación en las negociaciones a raíz del conflicto de los Balcanes. En la ONU aún se conoce como Fórmula Arria el esquema que aplicó, el cual sigue vigente. Fue sustituido como embajador en la ONU en julio de 1993, entonces el segundo mandato de Carlos Andrés Pérez había llegado de manera inesperada a término.
Cuáles serían las características de una intervención militar en Venezuela
Arria argumenta que la posición de Trump se ha visto reforzada por una seguidilla de eventos. La declaración del embajador William Brownfield –se desempeñó como embajador en Caracas en los tiempos de Hugo Chávez y luego en Colombia– en el sentido de que Venezuela no es sólo un narco-Estado sino también un Estado mafioso, y ello representa un peligro para la seguridad de los Estados Unidos. Luego hay que anotar que la conocida Ley Menéndez-Rubio, promovida por los senadores Bob Menéndez y Marco Rubio, observa también a Venezuela como Estado terrorista. Después está la situación interna. La crisis humanitaria. Trump ha dicho que en Venezuela la gente sufre y muere. Y es esta crisis la que empuja a los venezolanos hacia el exterior. Hacia el éxodo. Que ya es masivo. Hacia Colombia, hacia Perú, hacia Ecuador, Chile, Brasil. Incluso hacia los Estados Unidos.
-Esto, el éxodo, es lo que va a determinar las acciones que se vayan a tomar sobre Venezuela –apunta Diego Arria-. El éxodo es una evidencia regional. Un peso y un peligro para otras naciones.
De modo que el cuadro es complejo. Narco-Estado. Terrorismo. Crisis interna, pobreza y depauperación. Y ahora el éxodo. Un éxodo que suma ya más de tres millones de personas. Un tema que era sensible para el candidato Trump y le es sensible al presidente Trump. De hecho, es un tema caliente también en Centroamérica. Este es un cuadro que puede desencadenar los acontecimientos. Y el plan sería el desalojo del régimen. No la sustitución de Nicolás Maduro. En ello establece una gran diferencia. Porque si la operación se limita a Maduro, sería sustituido por otro chavista, que fue lo que ocurrió a la muerte de Chávez. Arria mira hacia España, mira hacia América Latina, mira hacia Europa y señala: “El único país que insiste en sacar a Maduro del poder es Estados Unidos”.
-El éxodo masivo es una carta. Para Trump esa es una carta clave. Es el elemento más trágico. Puede decir: yo voy a resolver esto. Y lo veo decidido a eso. Forma parte de un plan de contingencia previsto.
-¿Y la intervención implica barrer el chavismo?
-Chavismo es un concepto muy grande. Los venezolanos estamos unidos en la base de la pirámide. Los venezolanos coincidimos en la necesidad de contar con vivienda propia, un empleo digno. Coincidimos en la permanencia de la propiedad privada y en que haya libertad de expresión.
-La diferencia es con quienes controlan el poder.
-En efecto. Estamos desunidos arriba. Pero abajo no. Por ello digo que en Venezuela no hay oposiciones sino posiciones.
-¿Lo cual indica que es posible la reconciliación?
-He participado en procesos de reunificación en Centroamérica, Bosnia, Camboya, Ruanda y he visto que es probable la reunificación. Y Venezuela no sale en partes de esta crisis. O sale toda o no sale.
-Hay muchos titulares dando ya por sentado la intervención. ¿Hay mucho invento?
-Lo que se publica también puede formar parte del plan disuasivo. Es la disuasión en marcha. Intimidación, en otras palabras.
-¿Fake news?
-La disuasión incluye eso. Por eso hay una brecha entre disuasión y ejecución.