(EFE)- La isla española de Fuerteventura ha acogido las pruebas del proyecto Lupin, una iniciativa de la Agencia Espacial Europea (ESA) destinada a desarrollar un prototipo de sistema de navegación para simular las futuras señales que recibirán en la superficie lunar astronautas y robots de exploración.
En un comunicado, la multinacional tecnológica GMV explica que se trata de un sistema que ofrece un servicio de orientación similar al que facilita el GPS en la Tierra para su uso en la superficie de la Luna, que lo permitirá a los usuarios, como ‘róveres’ o astronautas, contar con una herramienta semejante a Google Maps.
Las pruebas se han llevado a cabo en el municipio de La Oliva desde el pasado 27 de abril y hasta el 8 de este mes de mayo.
En un contexto de renovado interés por la exploración de la Luna, el desarrollo de tecnologías avanzadas que respalden la actividad de róveres, módulos de aterrizaje e incluso la presencia humana en la superficie lunar se ha convertido en una prioridad estratégica para la industria espacial, indican desde la empresa.
La Agencia Espacial Europea impulsa este proyecto pionero en el marco del Programa de Innovación y Apoyo a la Navegación (Navisp), que probará nuevas técnicas de posicionamiento, navegación y sincronización de tiempo (NT) para la exploración y aplicaciones de la superficie lunar.
Estas tecnologías de navegación combinarán los métodos actuales de PNT planetaria con las futuras señales de medición de distancia del LCNS (Lunar Communication Navigation System), señales satelitales que se usarán de la misma manera en que las señales de GPS se utilizan en la Tierra, pero con satélites en órbita alrededor de la Luna y adaptadas a las diferentes áreas de interés (por ejemplo, el polo sur lunar, la cara oculta o las regiones con sombra permanente).
A diferencia de la Tierra, la Luna no cuenta con una infraestructura de satélites de posicionamiento como el GPS, lo que implica que las naves y róveres no pueden determinar su ubicación con precisión en tiempo real, sino que deben confiar en cálculos internos y datos enviados desde la Tierra.
Para superar estas barreras, GMV ha desarrollado para la Agencia Espacial Europea el prototipo de navegación lunar Lupin, a través de una tecnología que reducirá la dependencia de complejos algoritmos de localización relativa a bordo, optimizando el rendimiento y la eficiencia de los vehículos de exploración en la Luna.
Este avance no solo mejorará la precisión, sino que también permitirá rutas más rápidas y eficientes, a la vez que reducirá la carga computacional dedicada a la navegación, asegura la empresa.
Como resultado, las limitaciones de velocidad del róver se determinarán principalmente por las condiciones del terreno, en lugar de por limitaciones técnicas, lo que «marca el comienzo de una nueva era» en la exploración lunar automatizada, resalta.
Durante la campaña llevada a cabo en Fuerteventura se ha verificado y validado con éxito el sistema de navegación en tiempo real por medio de diferentes pruebas que han representado las condiciones de las futuras señales para el posicionamiento y ubicación preciso de un róver en la superficie de la Luna.