David Placer (ALN).- Los venezolanos que llegan al aeropuerto de Madrid-Barajas con solicitud de asilo político y protección internacional pueden recibir una sorpresa: entrada inmediata como turista. La saturación en el control fronterizo, colapsado por la creciente llegada de asilados, hace que los funcionarios de inmigración opten por dar visado de turista para que los solicitantes procesen la solicitud fuera del aeropuerto
La llegada masiva de venezolanos solicitantes de asilo al aeropuerto colapsa el espacio de la vieja terminal destinado a acoger a los inmigrantes mientras se estudia su petición. En los pisos superiores de la terminal, unos espacios completamente aislados del resto del aeropuerto están abarrotados con la creciente llegada de venezolanos que aseguran ser perseguidos por el régimen de Nicolás Maduro.
Las dos habitaciones de descanso, el espacio de juego para niños y las salas de espera no dan abasto ante la creciente llegada de solicitantes de asilo, principalmente venezolanos. Por este motivo, funcionarios de migración están otorgando visado de turista a los venezolanos, que luego deben tramitar su solicitud de asilo en la sede de la Policía Nacional fuera del aeropuerto. Se trata de una vía rápida para desatascar las colapsadas salas de solicitantes de asilo.
Los solicitantes de asilo venezolanos en el aeropuerto de Barajas en Madrid obtienen una entrada como turista cuando hay colapso en las oficinas de solicitantes de asilo. Es la vía rápida que se aplica a los venezolanos, que suponen la primera nacionalidad con solicitud de asilo en España
“Llegué hace tres semanas. Tenía dudas de si la mejor opción era pedir asilo en el aeropuerto o entrar como turista para, posteriormente, solicitar el asilo. Pero mi sorpresa fue que cuando solicité el asilo, me dieron entrada como turista y me dijeron que tenía que tramitar la solicitud con la Policía Nacional en las oficinas de Aluche”, explica José (nombre ficticio), un solicitante de asilo venezolano.
Fuentes cercanas al gobierno español explican que, aunque no se ha oficializado la decisión, se está concediendo el visado de turista a los venezolanos que piden asilo en el aeropuerto de Barajas cada vez está colapsado por la llegada de venezolanos.
ALnavío ha contactado con el Ministerio de Interior de España para confirmar la situación, pero no ha obtenido respuesta. Fuentes conocedoras de la situación del área para solicitantes de asilo en Barajas explican que el gobierno maneja la situación con cautela para evitar un “efecto llamada” de venezolanos o de solicitantes de asilo de otra nacionalidad. La “vía libre como turista” se aplica en los días de máximo colapso, pero se sigue el procedimiento regular el resto de días, según las mismas fuentes.
Los venezolanos que no optan por pedir asilo en el aeropuerto y que aseguran ser turistas deben acudir posteriormente a las oficinas de la Policía Nacional en Madrid para tramitar las solicitudes. En teoría, los venezolanos que lleguen a España como turistas deben tener una invitación de algún amigo o familiar o contar con alguna reservación de hotel. Pero este requisito no siempre es exigido por los funcionarios de migración.
Entre enero y junio, un total de 3.178 personas solicitaron asilo político en los aeropuertos españoles, según los datos de la Dirección General de Política Interior de España a los que ha tenido acceso ALnavío. La cifra supone apenas un pequeño porcentaje de las 55.498 solicitudes presentadas en toda España. La principal nacionalidad en solicitudes es la venezolana, con más de 19.700, seguida de lejos de la colombiana con más de 12.100.
Los venezolanos que solicitan asilo y que son admitidos en el aeropuerto deben posteriormente demostrar su situación de perseguidos por el gobierno. La mayoría no lo logra y obtiene una respuesta negativa, pero, a partir de marzo pasado, el gobierno está concediendo casi de forma automática el visado por razones humanitarias a todos los solicitantes de asilo procedentes de Venezuela.
La llegada
Los inmigrantes que llegan al aeropuerto de Barajas y piden a los agentes de la Policía Nacional el asilo político deben rellenar un documento con los motivos por los que se declaran perseguidos en sus países de origen. Los solicitantes deben elegir si deciden la contratación de un abogado particular, un abogado de oficio o un representante de las ONG que ofrecen asesoría legal para estos casos.
Mientras se da curso a la petición, pueden pasar hasta cuatro días en el aeropuerto, plazo máximo para que el gobierno dé una respuesta, según el procedimiento de solicitud de asilo que detalla la Policía Nacional. La respuesta positiva no implica una aprobación de la condición de asilado sino el inicio del estudio de la solicitud, es decir, «la admisión a trámite». La respuesta negativa, conocida como la «no admisión a trámite», implica la deportación.
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“La no admisión a trámite deberá notificarse a la persona interesada en el plazo máximo de cuatro días desde la presentación de la solicitud, ampliándose dicho plazo hasta un máximo de diez días en los casos en los que, por concurrir alguno de los supuestos de exclusión o de denegación previstos para obtener la condición de refugiado o la concesión del derecho a la protección subsidiaria, el ACNUR, de manera razonada, así lo solicite”, explica la Policía Nacional en el apartado de su página web donde detalla los procedimientos de solicitudes de asilo y refugio.
En ese plazo, y tras la entrevista con un abogado y un policía nacional, el solicitante deberá esperar en el recinto cerrado en el aeropuerto, donde hay máquinas dispensadoras de comida y bebida. Los solicitantes no tienen acceso a su equipaje facturado. Sólo al bolso de mano. También está prohibida la utilización de teléfonos móviles. No hay toallas para todos y no hay ni ventanas ni luz natural. Es un recinto más cercano a una prisión que a una sede para solicitar asilo, según los solicitantes que han pasado por las salas.
El Defensor del Pueblo, Francisco Fernández Marugán, ha instado al Ministerio de Interior a modificar las condiciones de las colapsadas salas tanto de los solicitantes de asilo como aquellos con solicitudes denegadas y que esperan a su deportación.
“La sala de solicitantes de protección internacional no cumple los estándares mínimos exigibles”, aseguró el Defensor en un documento emitido el pasado mes de abril en el que describió las deficiencias de las salas: falta de agua caliente y falta de medicinas para los solicitantes que necesiten tratamiento.
Pero el Defensor también critica la dejadez administrativa ya que as autoridades no cumplimentan de forma adecuada el registro de menores que piden protección internacional.