Daniel Gómez (ALN).- En democracia España no ha dado asilo a ningún dictador. El panameño Manuel Noriega lo sabe bien. También debería saberlo el ministro de Defensa del régimen de Maduro, Vladimir Padrino López. “No se puede dar refugio a personas acusadas de crímenes internacionales o que hayan actuado en contra de la carta de Naciones Unidas”, explica a ALnavío una fuente especializada. Esto va en contra del historial de Padrino López y de otros muchos líderes chavistas. “No parece un lugar seguro para ellos porque si están en territorio español están sometidos a todo el ordenamiento. Lo veo complicado de gestionar”, añade a este diario Anna Ayuso, investigadora del Cidob.
Ahora es Elliott Abrams, enviado especial de Estados Unidos para Venezuela, quien confirma contactos con el gobierno de Pedro Sánchez para que España sea refugio de líderes chavistas. “Quizá prefieran irse a Cuba o Rusia, pero hay otros lugares, y por eso, estas conversaciones las continuaremos teniendo”, dijo este martes en rueda de prensa.
Los contactos los desveló el ministro de Asuntos Exteriores, Josep Borrell, en Cadena Ser. En la entrevista no reveló nombres, y en la comparecencia Abrams tampoco lo hizo. “No voy a responder porque no se ha hecho, como ha ocurrido en el caso de España”.
El funcionario estadounidense dice que estas conversaciones -las cuales se producen con España y con otros países aliados- “buscan anticipar un escenario”. Un escenario en el que algunos dirigentes decidan abandonar a Nicolás Maduro y quieran refugiarse en el extranjero.
Abrams sabe de lo que habla. Es un perro viejo de la política y un especialista en crisis internacionales. Con este expediente, la agencia EFE le preguntó si estas conversaciones eran habituales, si con España habían tratado este tema antes. Fue entonces cuando el funcionario se acordó de la etapa de Felipe González como presidente español entre 1982 y 1996 y de la suya como subsecretario de Estado para América Latina entre 1985 y 1989.
Anna Ayuso sobre el asilo a chavistas en España: “No parece un lugar seguro para ellos porque si están en territorio español están sometidos a todo el ordenamiento. Lo veo complicado de gestionar”
“Es un viejo debate. Cuando era subsecretario de Estado de Estados Unidos para Latinoamérica y había muchos regímenes militares en la región, la pregunta de qué hacer con los dictadores apareció y fue, de hecho, Felipe González, quien era primer ministro por ese entonces, el que, en ese momento, dijo que quizás España podía ayudar, tomando a alguna de esa gente”, respondió Abrams.
De aquella época, Anna Ayuso, investigadora principal para América Latina del Centro de Información y Documentación Internacional de Barcelona (Cidob), recuerda la solicitud de asilo del dictador panameño Manuel Antonio Noriega. “No se la dieron”, dice a ALnavío.
La petición de Noriega se produjo en la Nochebuena de 1989. Fue rechazada, dijeron desde el gobierno de González, porque Madrid y Washington firmaron un tratado de extradición que obligaba a España a entregar a EEUU al dirigente panameño nada más tocar el país.
Hasta ahora, este es el último antecedente de dictadores pidiendo asilo que tiene lugar en España. Y es que el país, en democracia, no ha dado refugio a ningún autócrata extranjero. No lo ha hecho porque “por ley”, dice a ALnavío una fuente conocedora, “no se puede dar refugio a personas acusadas de crímenes internacionales o que hayan actuado en contra de la carta de Naciones Unidas”.
Los chavistas lo tienen difícil
Por este motivo, agrega la investigadora del Cidob, “es complicado” que España dé refugio a dirigentes chavistas. “No parece un lugar seguro para ellos porque si están en territorio español están sometidos a todo el ordenamiento. Lo veo complicado de gestionar”.
La Cadena Ser, según fuentes consultadas, reveló este miércoles que EEUU no sólo conversó con el gobierno de Sánchez. También lo hizo con el de Mariano Rajoy. E informó que desde 2016 el entonces ministro de Asuntos Exteriores, Alfonso Dastis, ya manejaba nombres de dirigentes chavistas.
En la entrevista de Borrell este martes, la periodista Pepa Bueno se refirió concretamente a un político de Maduro: al general Vladimir Padrino López, quizá consciente de que de él depende la supervivencia del régimen.
Padrino López es el ministro de Defensa, el jefe de la Fuerza Armada, el líder del alto mando. Ese que aún mantiene a Maduro en el poder. Sin el general, el tirano se queda solo. Y estando solo el régimen se desmorona.
Sin el general Padrino López el régimen de Maduro se desmorona
Lo que pasa es que Padrino López es un tipo peculiar. Que se mueve más por intereses que por ideología. Cuando el general habla en público es el más chavista de todos, pero según pudo saber ALnavío, en privado es el dirigente que más mensajes le envía a la oposición, la persona que hace poco se reunió con viejos militares para conocer su opinión sobre lo que está pasando en Venezuela.
Por todo esto es posible que Padrino López esté buscando una salida. ¿Por qué no en España? Ahí vivieron sus hijos. El problema está en lo descrito anteriormente. Para que España dé refugio a una persona, esta no puede estar acusada de crímenes internacionales ni haber violado los derechos humanos. Con Padrino López eso es complicado.
Desde EEUU se le acusa de corrupción, narcotráfico y lavado de dinero. También, como jefe de la Fuerza Armada en Venezuela, se le atribuyen delitos lesa humanidad que ya cursan en los juzgados de La Haya, en el Tribunal Penal Internacional.