Elizabeth Fuentes (ALN).- El carismático director venezolano sigue seduciendo a los amantes de la buena música a un ritmo más rápido que el Mambo de Bernstein que tan sabroso interpreta. Las entradas para verlo dirigir las nueve sinfonías de Beethoven se agotaron en Madrid y quedan pocas en Barcelona. Luciendo novia nueva y el carisma impecable, el director venezolano Gustavo Dudamel insiste en que no lo califiquen como joven “porque ya tengo 35 años”. Atrás dejó los días cuando, entre ensayo y ensayo, se atragantaba una hamburguesa de McDonald’s en el auto mientras buscaba un apartamento en Caracas para instalarse con Eloísa Maturén, quien fuera su esposa por diez años.
El talentoso conductor que arribará a España para despeinar sus rulos dirigiendo las nueve sinfonías de Beethoven, ya pinta canas y ha buscado inútilmente esquivar la fama fácil y sus consecuencias. Tarea que comienza a resultarle muy cuesta arriba no solo porque el personaje central de la exitosa serie Mozart in the Jungle -Globo de Oro como mejor comedia de TV- está basado en él, sino porque su romance con la actriz española María Valverde tampoco lo ayuda en ese intento y lo ha llevado ahora hasta las portadas de las revistas del corazón.
Ya no le gusta que le llamen ‘joven director”
A los cuatro años tocaba violín, a los nueve ya dirigía una orquesta, a los 22 se ganó el Premio Gustav Mahler como el Mejor Director Joven del Mundo, y una vez dijo “ya puedo morir en paz”, por haber dirigido a la Orquesta Filarmónica de Viena en el Concierto de Año Nuevo, un evento transmitido a 93 países y visto por 50 millones de telespectadores. Dudamel mostrará este mes en España su polémico estilo dirigiendo a su consentida, la Orquesta Sinfónica Simón Bolívar, interpretando todas las sinfonías de Beethoven, algunas ante el público del Palau de la Música Catalana en Barcelona, y otras en el Auditorio Nacional de Madrid, donde ya no hay boletos disponibles. Y para verlo en Barcelona hay que apurarse porque los tickets se agotan segundo tras segundo y solo quedan algunas pocas butacas a la venta.
Y quizás su éxito planetario se debe, además de su talento, a que a Dudamel hay que verlo tanto como escucharlo. Resulta difícil quitarle los ojos de encima mientras dirige porque utiliza todo el cuerpo como batuta. Apela a los gestos, al canto, a la sonrisa, para transmitir a los músicos lo que busca y quiere. Y una vez que culmina la faena, se escabulle entre la orquesta como para hacerles notar a quienes lo aplauden a rabiar que se trata del trabajo de todos.
Aunque algunos conservadores le criticaron duramente su performance en Viena, Dudamel no retrocede un centímetro en su manera de conducir y dirigir.
Dudamel pondrá toda la energía al servicio de este milagro musical / Mariana Zapata
Este estilo único lo llevó a “protagonizar” sin quererlo la exitosa serie Mozart in the Jungle, cuyo personaje central, el director de orquesta Rodrigo De Souza -interpretado por el mexicano Gael García Bernal-, es su alter ego: el cabello largo y ondulado, la pasión, el carisma, el genio, todo fue muy bien copiado para representar en ficción el arribo de un joven latino para dirigir la Orquesta Sinfónica de Nueva York. Y tanto está basada la serie en el venezolano, que para la segunda temporada Gustavo Dudamel hizo una corta aparición dirigiendo la Orquesta Filarmónica de Los Ángeles, de la cual es titular desde 2009, y en cámara le pasa la batuta a “Rodrigo”, una escena que luego comentaría el actor García Bernal como de pánico. La serie, que ya comenzó su tercera temporada, fue galardonada con el Globo de Oro 2016 como Mejor Comedia de TV y García Bernal fue nominado como Mejor Actor.
“Sin Gustavo no habría Rodrigo”, comentó el actor mexicano, quien recibió un corto coaching de Dudamel para salir a esa escena donde intercambiaban batuta. En una entrevista con AP, el actor reveló que la serie amplió sus gustos musicales. “Ahora, gracias a esta serie, puedo volar. Me ha abierto una nueva ventana a todo. Nunca había diseccionado tan bien la salsa, los arreglos del mambo, ¡es increíble! Y la música clásica es un mundo sin fin, ¿sabes? Uno puede ir más y más profundo”.
Dos sinfonías por noche
“La ejecución de la integral de las Sinfonías de Beethoven es algo inédito. Unas obras que han trascendido como un cuerpo único en la historia de la música; unas partituras que representaron un nuevo canon, una revolución tan grande que los compositores posteriores no se atrevían a escribir para no ser comparados. Creaciones tan singulares que, presentadas en bloque, aspiran a ser traducidas por los mejores intérpretes. En este sentido, Gustavo Dudamel, pondrá toda la energía al servicio de este milagro musical”, describe el portal del Palacio de la Música Catalana para anunciar el programa.
En Barcelona, las sinfonías completas de Beethoven se presentarán del 12 al 15 de marzo. El domingo 12, Gustavo Dudamel dirigirá a la Orquesta Sinfónica Simón Bolívar en las sinfonías 1a y 2a de Beethoven, a las 12 del mediodía. Y luego, a las 7 de la noche, dirigirá las sinfonías 3a y 4a. Para ambas presentaciones quedan pocos tickets.
Sin Dudamel no habría Rodrigo”, dijo Gael García Bernal para explicar la influencia del músico en su exitoso personaje
El 13 de marzo, les toca a las sinfonías 5a y 6a, a las 7:30 de la noche. Para este concierto, ya la taquilla está agotada. El 14 de marzo, les corresponde a las sinfonías 7a y 8a, a las 8:30 de la noche. Aquí solo quedan butacas de precios más baratos. Y al día siguiente, la llamada La Gioconda de la música clásica, la Novena Sinfonía, será también a las 8:30 pm. Pero ya se agotó.
Por cierto que el buscador de tickets del portal del Palacio de la Música Catalana es bastante completo. No solo muestra la ubicación en la sala de las pocas butacas que aún quedan: cuando el interesado hace click, aparece hasta la foto y la perspectiva que tiene la butaca en relación al escenario.
Para el concierto de Madrid, el 16 de marzo, la sala está agotada desde hace tres semanas. Luego de España, Dudamel y la orquesta seguirán rumbo a Hamburgo y Viena.
“Para mí”, dice Gustavo Dudamel en su portal, “las sinfonías de Beethoven nos conducen por un viaje a descubrir nuestras más profundas emociones humanas”. Habría que ver entonces cómo expresará esas emociones el joven director venezolano en la tierra de su nueva novia.