Antonio José Chinchetru (ALN).- El sector inmobiliario español ha superado definitivamente la crisis y crece a buen ritmo. Los grandes inversores latinoamericanos no son ajenos al fenómeno y apuestan sobre todo por Madrid y Barcelona, ciudades más atractivas para ellos que otras de Europa. Las grandes urbes de España se consolidan como la puerta de entrada al mercado del Viejo Continente.
El sector inmobiliario español ha recuperado pulso. La compraventa de viviendas se acercó al medio millón de operaciones en 2017, lo que representa un crecimiento de 14,6% con respecto al año pasado, según los datos del Instituto Nacional de Estadística. BBVA Research prevé que la construcción crezca 3,4% y la vivienda 5,3% este año, por encima del incremento del PIB, que estima en 3,1%. Los inversores latinoamericanos, entre los que destacan los venezolanos y los mexicanos, participan en el impulso del sector. Tienen varios motivos para ello. Entre otras cosas, que España se ha consolidado como el país adecuado para iniciar una penetración en Europa.
En opinión del director general de Chamberí Asset Management y coautor de los libros Adiós, ladrillo, adiós y Vuelve, ladrillo, vuelve, José Luis Ruiz Bartolomé: “El sector ha vuelto con mucha claridad y con mucha rotundidad, pero no de una manera generalizada. Lo ha hecho en las grandes ciudades y en algunos puntos de la costa mediterránea, en el resto de España sigue un poco parado. Pero también es verdad que Madrid y Barcelona son las zonas más potentes económicamente”, expone al diarioALnavío.
Sin riesgo de burbuja
La evolución del sector ha hecho saltar las alarmas entre algunos analistas, que temen que se estén repitiendo errores previos al estallido de la crisis. Hasta la agencia de calificación Ficht dio la voz de alarma el pasado octubre diciendo que se estaba produciendo una nueva burbuja inmobiliaria en las dos mayores ciudades españolas.
Ruiz Bartolomé discrepa de esta visión catastrofista: “No comparto la idea de que haya riesgo de burbuja en Madrid y Barcelona”. En su opinión, “al menos hasta la fecha, los precios de venta están relacionados con la capacidad de compra de quienes adquieren. Es una relación sana y correcta”. Según los datos del Colegio de Registradores de España, el encarecimiento de vivienda fue de 7,6% en España.
El autor de Adiós, ladrillo, adiós y Vuelve, ladrillo, vuelve explica: “En el centro de Madrid y Barcelona se pagan muy caros determinados pisos porque el cliente que los compra es rico. Son ricos españoles, europeos y latinoamericanos. Especialmente hay muchos mexicanos y venezolanos”.
Uso propio e inversión
Las grandes fortunas latinoamericanas compran tanto vivienda de lujo para uso propio como otras destinadas a la inversión. Además se implican en la promoción inmobiliaria, si bien esta actividad está evolucionando en España a un ritmo mucho más lento que la compraventa. España, y en especial las dos mayores urbes, tienen varios aspectos positivos para estos millonarios del otro lado del Atlántico. Ruiz Bartolomé sostiene: “España es un país que crece y, aunque ya ha habido encarecimientos, los precios en Madrid y Barcelona están todavía por debajo de los precios de capitales y ciudades similares en Europa”.
“España ofrece un entorno que es familiar para los latinoamericanos por compartir idioma, cultura y a veces hasta lazos de familia”
En este sentido, añade: “Para los inversores latinoamericanos es una puerta de entrada al Viejo Continente extraordinaria, en la medida en que es un entorno que les resulta familiar, por compartir idioma, cultura y a veces hasta lazos de familia. Tiene además la ventaja de que permite obtener una golden visa que te da la ciudadanía europea haciendo inversiones inmobiliarias en España”.
Al margen de este tipo de inversores, otros latinoamericanos representan los intereses de fondos de EEUU en España. Es el caso, entre otros, del argentino Juan Pepa. Durante años fue el hombre fuerte del fondo texano Lone Star en el mercado español. Tras abandonar la firma estadounidense a finales de 2017, ha puesto en marcha junto con Felipe Morenés (hijo de la presidenta delBanco Santander, Ana Botín) el fondo Stoneshield Capital, que prevé destinar 300 millones de euros al sector inmobiliario español, según informó El Confidencial. Entre los inversores de este fondo destaca el financiero Warren Buffet. Este último, también conocido como ‘El oráculo de Omaha’, es el tercer hombre más rico del mundo, según Forbes.