Leticia Núñez (ALN).- Múltiples factores, como la mediación realizada por el expresidente José Luis Rodríguez Zapatero, la posición del gobierno de Mariano Rajoy y el papel que desempeña la prensa, otorgan a España, según los expertos, “un papel protagónico a la hora de poner en evidencia ante el mundo el conflicto venezolano”.
“Cuenten con España para lo que necesiten”. Así se pronunció Albert Rivera, líder de Ciudadanos -la cuarta fuerza política española- en la Asamblea Nacional en Caracas el pasado mayo. “Serán ustedes quienes resuelvan los problemas de Venezuela, pero eso no quiere decir que no puedan recibir ayuda de España”, agregó. Dicho y hecho. Las declaraciones de Rivera cobran hoy más fuerza, si cabe. La salida de la cárcel de Leopoldo López, después de que el régimen de Nicolás Maduro le concediera el sábado el arresto domiciliario, ha puesto de relieve el trasfondo español del asunto.
“España ha jugado un papel fundamental en la crisis de Venezuela. Sus constantes llamadas de atención y su papel protagónico en la Unión Europea ponen en evidencia ante el mundo la situación que se vive en la nación. Su rol es clave, sin duda”, asegura José Vicente Carrasquero, profesor de Ciencia Política en la Universidad venezolana Simón Bolívar, en declaraciones al diario ALnavío.
En los dos últimos años, llegaron a España más de 20.200 venezolanos
En esta misma línea se pronuncia Javier Cremades, el abogado español de Leopoldo López y presidente del bufete de abogados Cremades & Calvo Sotelo. “España es un país cercano, y más que cercano, hermano. Está tratando de ayudar en una crisis política y humanitaria que solo es comparable a una guerra”, asegura. No obstante, matiza que “solo el Gobierno venezolano, la oposición, lo que queda de la sociedad civil, la Iglesia y el pueblo tienen la posibilidad de cambiar las cosas allí”. Por ello, defiende que el resto de los actores pueden opinar y, “cuando nos dejan”, ayudar.
Y es que España está involucrada de lleno en el conflicto venezolano. De hecho, son varios los elementos que sitúan a Madrid como una especie de centro de influencia desde el que destrabar la profunda crisis política, económica y social que atraviesa Venezuela:
1.-) La mediación de José Luis Rodríguez Zapatero
Poco después de la excarcelación de Leopoldo López, su esposa Lilian Tintori agradeció directamente la labor del exmandatario español. “Podemos decir que Zapatero logró esta medida. El país debe agradecer cualquier ayuda internacional”, aseguró. El cambio de cárcel por casa para López se produce después de una larga mediación. Rodríguez Zapatero aterrizó por primera vez en Caracas en diciembre de 2015, antes de las elecciones parlamentarias. Lo hizo como invitado del Consejo Nacional Electoral (CNE). Allí coincidió con los expresidentes Leonel Fernández (República Dominicana) y Martín Torrijos (Panamá), con quienes meses después integró la comisión facilitadora del diálogo de la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur).
Los tres comenzaron el trabajo en mayo de 2016, con el aval internacional de Naciones Unidas, EEUU, los países de la región y el Gobierno español. Aunque éste fue objeto de críticas por la ausencia de resultados inmediatos, continuó de forma discreta después del fracaso de las conversaciones entre el gobierno de Maduro y la oposición venezolana a finales de 2016. De hecho, según informa el periódico El País, Zapatero mantuvo en los últimos meses tres reuniones “decisivas” con López en la cárcel de Ramo Verde.
2.-) Mariano Rajoy
El presidente del Gobierno de España se ha manifestado en múltiples ocasiones en contra del régimen de Nicolás Maduro. No ha dejado de reclamar la liberación de todos los presos políticos en Venezuela y, tras conocer que López estaría en arresto domiciliario, recalcó que ha pasado tres años en prisión por “nada” y consideró que su encarcelamiento es un acto “claramente autoritario” e “impropio” de un país democrático. Asimismo, la conexión entre el Ejecutivo español y el expresidente Rodríguez Zapatero goza de buena salud. Mariano Rajoy ha sido informado de todos los movimientos por el propio exmandatario, quien, en un comunicado, agradeció “el apoyo institucional prestado por el Gobierno de España” en este tiempo. De hecho, Rodríguez Zapatero despacha habitualmente desde la Embajada de España en Caracas. Pese al conflicto, Rajoy descartó el fin de semana que España opte por romper relaciones con Venezuela como modo de presión.
3.-) Podemos y Manuela Carmena
Un caso distinto es el de Podemos. Los vínculos con el chavismo de Pablo Iglesias y Juan Carlos Monedero han convertido a Venezuela en el gran punto débil del partido. La formación se resiste a criticar la deriva autoritaria del gobierno de Maduro y no ha condenado la existencia de presos políticos en el país. Según informó el periódico Abc, la Fundación Centro de Estudios Políticos (FCEP), de la que fue responsable Iglesias, recibió más de 300.000 euros anuales (344.000 dólares) del Gobierno venezolano entre 2002 y 2012, bajo la presidencia de Hugo Chávez. No es la única conexión. Monedero, ahora exdirigente de Podemos, asesoró a Chávez y aunque se negó a decir cuánto cobró por esas labores, el periódico desveló un documento con un pago de 35.000 euros (40.200 dólares) del Gobierno venezolano.
“España está tratando de ayudar en una crisis política y humanitaria que solo es comparable a una guerra”
El pasado 11 de junio se produjo un punto de inflexión. La alcaldesa de Madrid, Manuela Carmena, mantuvo un encuentro con la madre de Leopoldo López, Antonieta Mendoza, y se comprometió a “hacer una denuncia pública para la liberación de los presos”. Según Mendoza, se habló de “la violación de los Derechos Humanos, de presos políticos y de la detención arbitraria de Leopoldo López” y “un sector de Podemos reconoció estos tres puntos”. Algo que aplaudió después de que el partido no votara a favor de la liberación de los presos políticos en Venezuela en abril del año pasado en el Congreso de los Diputados. De hecho, este miércoles Rajoy acusó a Iglesias y a su partido de «corrupción democrática» por negarse a denunciar las violaciones de Derechos Humanos de países «amigos», que «pagan» a la formación, en evidente referencia a Venezuela, y por decir que Leopoldo López es un «golpista».
Carrasquero no titubea en este punto y califica como “deleznable” el papel de Podemos. “No se entiende cómo un partido, supuestamente de izquierdas, se pueda alinear con una dictadura que ha sometido a la población venezolana a los peores niveles de miseria que se recuerden en la era petrolera”, dice. Pero no solo eso. El profesor añade que “no reconocer la dimensión de la crisis que sufren los venezolanos pone a Podemos, a los ojos de los venezolanos, en el papel de cómplice de la dictadura”.
4.-) Felipe González y José María Aznar
Ambos expresidentes españoles han caminado juntos en la denuncia de la crisis de Venezuela. Ya en abril de 2015 firmaron un documento en contra de la “grave alteración democrática y constitucional” en el país, junto a otros 26 exjefes de Estado. Desde entonces, su posición ha sido muy activa. Han unido sus voces para pedir la liberación de los presos políticos y que se abriera el proceso para suspender a Venezuela en la Organización de Estados Americanos (OEA). En un acto reciente, celebrado en Madrid, González y Aznar coincidieron en la necesidad de presionar internacionalmente para zanjar la grave situación venezolana. “Con presos políticos no hay democracia”, dijo el socialista. Una idea secundada por su opositor en otros tiempos políticos: “El diálogo es una farsa para garantizar la continuidad del régimen de Maduro”. González también instó a Rajoy a exigir a Venezuela “la entrega inmediata” de López “porque es un ciudadano español”.
5.-) El abogado español del dirigente opositor venezolano
Javier Cremades es el abogado español de Leopoldo López desde hace casi dos años. Se sumó al equipo legal junto con otro español: Alberto Ruiz-Gallardón, exalcalde de Madrid y exministro de Justicia con Rajoy. El letrado principal del preso político más emblemático es el venezolano Juan Carlos Gutiérrez. Según Cremades, “ellos son héroes porque se juegan su libertad ejerciendo el derecho de defensa de Leopoldo, que es una tarea imposible en la Venezuela chavista”.
6.-) Exiliados, repatriados y ‘visados de oro’
El número de venezolanos censados en España experimentó en 2016 el mayor aumento en la última década. Según los datos del Instituto Nacional de Estadística español (INE), los ciudadanos procedentes de Venezuela pasaron de 54.401 en enero de 2016 a 68.639 en enero de 2017, siendo el colectivo extranjero que más ha crecido en España. En los dos últimos años, llegaron más de 20.200 venezolanos. En Galicia, por ejemplo, residen más de 4.000 y casi 25.000 si se amplía el círculo a los emigrantes gallegos retornados. Un factor que empieza a ser explotado por los partidos políticos españoles. Quién sabe si podrían inclinar la balanza electoral en algún municipio. Además, los venezolanos ocupan el cuarto lugar entre los que más invierten en España para obtener el ‘visado de oro’. Es decir, inversión a cambio del permiso de residencia y trabajo. Hasta finales de 2016, lograron 54 golden visa tras invertir 49,6 millones de euros (53,9 millones de dólares).
“La prensa española ha sido ejemplar en dar transparencia al proceso y voz a una Venezuela oprimida”
7.-) La vida de la familia de Leopoldo López en Madrid
Entre los exiliados venezolanos en España, destaca el padre de Leopoldo López, Leopoldo López Gil. “No podía volver por ser miembro del Consejo Editorial de un periódico independiente, El Nacional. En estos dos años y medio, él ha ayudado a que todos entendamos mejor las dramáticas circunstancias que se vivían en Venezuela”, explica Cremades. En una entrevista con el diario ALnavío, López Gil dijo que está “agradecido de España desde el primer día” y que fue reconocido “como una persona que estaba en debilidad”. Asimismo, calificó a Rajoy como “un hombre sabio que ha sabido interpretar la situación” y reconoció que Rodríguez Zapatero “mantiene una buena intención respecto a Venezuela”.
8.-) El papel de la prensa española
No hay día en el que Venezuela no acapare titulares en la prensa española. Las portadas de los principales periódicos de todo el planeta destacaron, por ejemplo, la brutal agresión de los grupos paramilitares de Maduro que impusieron el terror en el Parlamento venezolano. España no fue una excepción. “Dictadura de sangre” tituló La Razón. “Los chavistas, a palos con el Parlamento”, dijo El Mundo. Mientras, El País, fue más contundente: “Maduro recurre a matones para atemorizar al Congreso”. Son varios los expertos que coinciden en que la prensa española representa otro elemento de presión en la crisis venezolana. Según Cremades, “ha sido ejemplar en dar transparencia al proceso y voz a una Venezuela oprimida y pisoteada por su propio gobierno”. El abogado no se olvida tampoco de los medios colombianos e iberoamericanos en general. De la misma forma, Carrasquero señala que la prensa de España ha sido “fundamental” para llamar la atención de la opinión pública sobre el caso venezolano. También la televisión y la radio. Venezuela es un tema ineludible en cualquier programa informativo y de análisis. Es también un factor que ha agudizado la relación de amor-odio de Podemos con la prensa. En definitiva, no hay venezolano relevante que pase por Madrid y no sea entrevistado. Y viceversa: “Es difícil conseguir un español que no esté enterado de lo que sufren los venezolanos y que no condene al gobierno de Maduro como la dictadura oprobiosa que es”.