(EFE).- El alquiler de casas solo podrá subir en España un máximo del 2,2 % este año según el nuevo índice oficial de referencia para contratos de arrendamiento firmados después de aprobarse la Ley de Vivienda de mayo de 2023, orientada a contener los precios.
La norma establece una serie de medidas en ese sentido sobre los alquileres como que el Instituto Nacional de Estadística (INE) se encargará de definir un índice de referencia para la actualización anual de los contratos, con el fin de evitar incrementos desproporcionados.
De esta manera, se sustituye el índice de precios de consumo (IPC) como referencia principal para actualizar las rentas de los acuerdos firmados después de esa fecha. La inflación española se situó en el 2,8 % anual en 2024, según datos oficiales provisionales.
Los alquileres se actualizaban tradicionalmente, en la mayoría de los casos, con el IPC, pero hace casi dos años, cuando la inflación se disparó al comenzar la guerra de Ucrania, el Gobierno decidió, en abril de 2022, limitar la subida al 2 % y, posteriormente, al 3 % en 2024.
Con la entrada del nuevo año, en 2025 esos límites desaparecen y empieza a aplicarse el nuevo índice de referencia, calculado según la tasa de variación anual del IPC general, la del IPC subyacente (sin alimentos frescos ni energía) y tasas de variación anual media ajustada de ambos.
El primer dato publicado este jueves, correspondiente a noviembre, es ese 2,2 %: si el propietario decide aplicar esta subida al inquilino, tendrá que notificársela por escrito, respetando los plazos y condiciones del contrato.
El encarecimiento del precio de la vivienda, ya sea de alquiler o en propiedad, es un problema crónico en España, lo que dificulta el acceso a una buena parte de la ciudadanía, en especial a los jóvenes, que disponen de menos recursos económicos.
Parte del problema deriva de que la demanda de vivienda es mucho mayor que la oferta, y algunos análisis lo atribuyen, al menos en parte, a la reconversión de arrendamientos tradicionales en contratos turísticos de temporada, que reportan mayores beneficios a los dueños en ciudades grandes y zonas costeras.
El precio de la vivienda acentuó su incremento en el tercer trimestre de 2024 hasta el 8,1 % interanual, su mayor subida en dos años y medio (desde comienzos de 2022), según datos del INE.
En un informe reciente, la consultora inmobiliaria Atlas apunta que la disponibilidad de viviendas para la compra cayó más del 20 % desde 2020, y la de alquiler bajó el 40 %