Daniel Gómez (ALN).- EEUU y Juan Guaidó ponen el foco en la Fuerza Armada. Los militares son la clave para que Nicolás Maduro abandone el poder y permita un gobierno de transición que libere a Venezuela. ¿Pero dejará solo el Alto Mando a Maduro? “No creo que esta estrategia funcione ahora si no ha funcionado antes”, dijo la experta noruega, Benedicte Bull. “Maduro no está tan solo en estos momentos”, recordó la analista española Anna Ayuso. “La reconciliación nacional requiere trabajo, esfuerzos, estrategias. Y no veo eso de momento”, agregó la investigadora venezolana de la Universidad de Oxford, Maryhen Jiménez.
La idea del gobierno de unidad nacional en Venezuela no es una ocurrencia de Estados Unidos en respuesta a la crisis del coronavirus. Días antes el presidente encargado Juan Guaidó ya había hablado de un gobierno de emergencia nacional. Desde el chavismo una voz autorizada como el exvicepresidente y excanciller Elías Jaua le sugirió al régimen de Nicolás Maduro alcanzar acuerdos con la oposición, en principio para enfrentar el coronavirus, aunque luego Jaua dejó la puerta abierta para encaminar un proceso electoral. Rafael Ramírez, expresidente de Petróleos de Venezuela (PDVSA), también viene proponiendo desde hace tiempo la constitución de una junta patriótica de gobierno para enfrentar la crisis. No obstante, la iniciativa de un gobierno de unidad nacional ahonda sus raíces en 2019, antes de la pandemia. Antes incluso de que el secretario de Estado de EEUU, Mike Pompeo, pidiera a “todas las autoridades venezolanas” una transición política en diciembre del año pasado. Todo surge de la negociación entre Guaidó y Maduro facilitada por Noruega.
En septiembre de 2019 Juan Guaidó reveló la propuesta que dejó sobre la mesa de Barbados antes de que Maduro abandonara la negociación: “Un consejo de gobierno plural, equitativo, integrado por algunos partidos y la Fuerza Armada Nacional. Con garantías para todos los sectores para lograr una solución urgente a la crisis”, dijo Guaidó en rueda de prensa.
El diario ALnavío, que informó por primera vez de las negociaciones y su contenido, ya había dicho en julio lo que confirmó más tarde Guaidó. Entonces la letra del acuerdo que se debatió en Barbados planteaba:
– Que Guaidó y Maduro dieran un paso al lado.
– La normalización de la vida parlamentaria.
– La constitución de un gobierno de transición apoyado por la Fuerza Armada.
– Un gobierno que generara condiciones para unas elecciones limpias.
– Con un Tribunal Supremo de Justicia equilibrado.
– Con un Consejo Nacional Electoral renovado.
– Con un nuevo registro de votantes.
– Elecciones con la observación internacional.
– Liberación de presos políticos.
Si bien el régimen abandonó la negociación, este diario también informó que la propuesta de Guaidó no fue bien recibida por el ala dura de la Casa Blanca, entonces liderada por John Bolton, exasesor de Seguridad Nacional.
Cuando el equipo de Guaidó fue a consultar este acuerdo en Washington en agosto, desde Lima John Bolton decía que con Maduro no se negociaba porque “no era serio”, y que era el momento de “la máxima presión”. Entonces llegó la orden ejecutiva de Donald Trump de prohibir los negocios con el régimen de Maduro en EEUU. Orden ejecutiva que Maduro tomó como excusa para abandonar la negociación.
EEUU levantará las sanciones contra Venezuela si Maduro deja el poder y permite un gobierno de transición
Maduro no. La Fuerza Armada sí
Elliott Abrams, enviado especial de Trump para Venezuela, fue preguntado este martes por la propuesta de transición presentada por EEUU y le recordaron que fue la misma que presentó Guaidó en Barbados, y le recordaron también que Bolton se opuso “con bastante vigor”.
Obviando a Bolton, Abrams respondió:
“Los esquemas de este plan fueron planteados por el equipo que representaba a Guaidó y la Asamblea Nacional el año pasado. Y partes de esto se discutieron seriamente en Barbados. El problema era que, obviamente, este plan requiere que Maduro deje el poder y el equipo de negociación de Maduro no estaba listo para discutir eso. No permitieron que eso se pusiera sobre la mesa”.
Abrams también afirmó que, en las condiciones actuales, muchas de las personas que hoy apoyan a Maduro, podrían retirarle su apoyo y apostar por la transición:
“¿Qué ha cambiado? Bueno, yo diría primero que la condición del régimen es mucho peor hoy. Si vuelves al verano pasado, estaban produciendo algo así como 800.000 o 900.000 barriles diarios de petróleo a los precios vigentes en el mercado, lo cual, puedo estar equivocado, pero recuerdo que eran 50, 60 dólares por barril. Hoy, producen menos de 500.000 barriles por día. Y usted sabe lo que sucedió con los precios del mercado y lo que sucedió con el suministro. Entonces, por ejemplo, los antiguos compradores en Asia pueden comprar petróleo saudita con menores costos de transporte. El ingreso que el régimen está obteniendo de lo único que tiene que vender, que es el petróleo, ha caído precipitadamente entre las conversaciones en Barbados y hoy. Así que creemos que hay mucha más presión sobre el régimen”.
Abrams también se refirió a las acusaciones contra Maduro por narcoterrorismo: “Las acusaciones provienen de nuestro sistema de justicia, de abogados de los Estados Unidos, de grandes jurados en Nueva York y Florida. No son una cuestión de política como las sanciones que trabajan el Departamento de Estado y el Departamento del Tesoro”.
Y en este sentido apuntó: “Maduro pierde mucho. Es obvio que Maduro se resistirá a cualquier plan que lo obligue a dejar el poder, pero el marco que hemos propuesto creemos que protege los derechos legítimos del partido chavista para disputar elecciones y recibir un trato absolutamente justo en un gobierno de transición. Creemos que protege los intereses de los militares. Creemos que protege a muchas personas incluso dentro del régimen. Y creemos que habrá muchas personas en el régimen y en el ejército y en el partido que pueden mirar este plan y decir: Estoy bien aquí. Hacemos bastante bien aquí. Maduro no, pero nosotros sí”.
Lo importante del plan de EEUU
¿Qué dice el plan de EEUU? Además de compartir las líneas generales lanzadas por el equipo de Guaidó en Barbados, explican con detalle las garantías para los funcionarios del régimen que no están manchados por el narcotráfico, así como para los militares:
– Estados Unidos “levanta las sanciones impuestas a los miembros de la Asamblea Nacional Constituyente” si esta se disuelve y se normaliza la vida parlamentaria.
– Tras la selección de un nuevo CNE y Tribunal Supremo, se “levantan las sanciones impuestas a los exfuncionarios del CNE y Tribunal Supremo debido a su membresía en esos cuerpos”.
– Se crea un Consejo de Estado y se le confieren todos los poderes del presidente.
– Hecho esto, “se suspenden las sanciones de los Estados Unidos contra el gobierno de Venezuela, PDVSA y el sector petrolero”.
A continuación, el documento pone el foco en las garantías:
– Garantías para el Alto Mando. “Ministro de Defensa, Viceministro de Defensa, Comandante del Ceofanb y Jefes de Servicio permanecen en sus cargos durante el gobierno de transición”.
– Garantías para las autoridades. “Autoridades estatales o locales permanecen vigentes durante el período de transición”.
La profesora de la Academia de Gobernanza Global de Oslo y directora de la Red Noruega de Investigación sobre Latinoamérica, Benedicte Bull, analizó las propuestas de EEUU en conversación con el diario ALnavío.
Bull dijo que “lo positivo de este plan es lo concreto sobre el levantamiento de sanciones y las reformas que eso requiere. Eso faltaba durante las negociaciones patrocinadas por Noruega. La gran diferencia entre el verano y ahora es el contexto político. Aunque siempre ha habido desconfianza entre las partes, me parece que la situación ha empeorado bastante desde agosto. Estados Unidos sigue con la estrategia de máxima presión. Piensan que ahora con el coronavirus y el juicio que esperan Maduro y Cabello en los EEUU, la presión será suficiente para crear divisiones en la coalición gobernante. No creo que esta estrategia funcione ahora si no ha funcionado antes”.
¿Qué alternativas tiene el chavismo ante la propuesta de Guaidó y Trump?
Ni garantías ni confianza
Esta experta noruega, que siguió de cerca las negociaciones entre Guaidó y Maduro, añadió que “con las acusaciones formales por narcotráfico en los EEUU ha subido el ‘costo de salida’ de Maduro”. Esto quiere decir que existe “tan poca confianza entre las partes” que ve “muy difícil que tenga éxito”.
“Maduro ya ha perdido apoyo de parte del chavismo y de algunos grupos dentro de las Fuerzas Armadas, pero en todo el mundo vemos que en situaciones de crisis como la de ahora crece el apoyo a los gobiernos en el poder, a pesar de sus errores”, agregó Benedicte Bull.
Otro punto de vista es el de Anna Ayuso, investigadora principal para América Latina del Centro de Relaciones Internacionales de Barcelona.
Ayuso dijo al diario ALnavío que “esta medida de Estados Unidos es un intento de retomar la iniciativa, pero insuficiente”.
Insuficiente, agregó, “porque en estos momentos Maduro no está pensando en abandonar el poder. Además, ahora cuenta con la excusa del coronavirus y centra su discurso en priorizar la salud y forzar el fin de las sanciones. El gobierno de Trump condicionó el fin de las sanciones a su plan de transición, a presionar al círculo más cercano a Maduro y a los acusados por narcotráfico. Estados Unidos apuesta por un sector que decida abandonarlos. Otra vez, porque no hay que olvidar que esto lo han hecho muchas veces, sin éxito. Además, pienso que Maduro no está tan solo. China le está enviando ayuda humanitaria para afrontar el coronavirus, Rusia también dice que lo hará. Y está la jugada de Rosneft, que se marcha de Venezuela, pero traspasa las operaciones al gobierno ruso”.
Si bien Estados Unidos no dejó garantías para Maduro, la investigadora abre la puerta a una negociación. “Quizá esto constituye una carta de negociación, pero también creo que es bastante poco probable. Trump está de precampaña, y perdonar a Maduro sería contraproducente para él. Por tanto, pienso que esto es una jugada más de cara a desviar el foco de atención. De romper. Cobraba fuerza la idea de unas elecciones parlamentarias este 2020. Se planteó desde la oposición de Guaidó, la apoyaba el Grupo Internacional de Contacto, y Estados Unidos, aprovechando una situación disruptiva con la pandemia, y con Europa ensimismada en el coronavirus, retoma la iniciativa en Venezuela”.
Maryhen Jiménez, investigadora venezolana de la Universidad de Oxford, insistió al diario ALnavío en que “no es posible” un acuerdo nacional en Venezuela “sin garantías y confianza entre los actores”.
Para esta experta “la pregunta clave es, sin duda, sobre las garantías y la confianza que se requiere en estos procesos. Por un lado, se dice y se pide por un sector de la oposición que vayan todos presos, pero por otro se les dice que negocien y que se desea ‘sanar’ el pasado autoritario. La reconciliación nacional requiere trabajo, esfuerzos, estrategias. Y no veo eso de momento”.
Jiménez recordó que los regímenes autoritarios son expertos en anticipar amenazas. Y una de ellas es el quiebre interno. “Los regímenes autoritarios se tienen que cuidar también de su alrededor. En eso se enfoca Maduro ahora, en cohesionar a su grupo para que no lo traicionen”.
Anticipando el caso de la traición de los militares a Maduro, Jiménez advirtió: “Los militares podrían romper con la coalición de gobierno e iniciar un proceso de transición. Y esa transición no necesariamente tiene que ser hacia la democracia”.
Guaidó acoge la propuesta de EEUU
Por supuesto Juan Guaidó acogió con los brazos abiertos la propuesta de Estados Unidos. Como se ha dicho el plan de EEUU no sólo se parece al que presentó el equipo de Guaidó en Barbados, sino que coincide con la más reciente iniciativa expuesta el 28 de marzo de crear un gobierno de emergencia nacional contra el coronavirus, sin Maduro en el poder, pero con el apoyo de la Fuerza Armada y el PSUV:
– Un gobierno amplio.
– Que incluya a “todos los sectores políticos y necesarios” para enfrentar el coronavirus.
– Crear un Consejo de Estado “para la emergencia, estabilidad y reconciliación”.
Guaidó fue al punto concreto de la emergencia por la que atraviesa Venezuela anunciando que iba a obtener 1.200 millones de dólares de entes financieros internacionales “para evitar muertes” por coronavirus en Venezuela. Dinero es lo que le falta a Maduro, porque ningún organismo mundial le va a prestar, como ocurrió con el rechazo del Fondo Monetario Internacional a los 5.000 millones de dólares que solicitó.
“Aquí vamos: avanzando con el respaldo del mundo libre y generando condiciones para un gobierno de emergencia nacional y ese Consejo de Estado que estableceremos con los aliados que tanto necesitamos. Maduro, hazte a un lado de una vez. A tu alrededor siguen sacando cuentas”, agregó Guaidó este martes.
El chavismo cierra filas con Maduro
Mientras, el chavismo se alinea con Maduro. El canciller del régimen, Jorge Arreaza, dijo este martes en entrevista con la emisora colombiana BluRadio que EEUU y Guaidó “pueden decir lo que quieran, cuando quieran, como quieran, pero las decisiones en Venezuela, se toman en Venezuela, con sus instituciones y su Constitución. Nosotros no estamos tutelados por Estados Unidos”,
Antes, la web de la Cancillería publicó una respuesta formal al plan que presentó EEUU: “Ante la pretensión del Departamento de Estado de imponer en nuestro país una pseudo propuesta intervencionista de gobierno tutelado, el Gobierno Bolivariano reitera que Venezuela no acepta, ni aceptará jamás tutelaje alguno, de ningún gobierno extranjero”.
Si de algo se ufanaba el expresidente Hugo Chávez y si de algo se ha ufanado el chavismo estos 20 años, es de un discurso que resalta la independencia de Venezuela de Estados Unidos. Independencia que, según ellos, logró Simón Bolívar cuando venció al imperio español, pero que se fue perdiendo con los regímenes autoritarios y democráticos que le siguieron. De modo que Arreaza lo que hace es reafirmarse en este discurso de independencia. Esto también lo hizo otra pieza clave del régimen como la vicepresidenta Ejecutiva de Maduro, Delcy Rodríguez.
“Palurda propuesta de enmascarar vulgar intervencionismo contra Venezuela en medio de la peor crisis sanitaria que padece el pueblo estadounidense por la pandemia Covid-19. Venezuela seguirá siendo libre e independiente guiada por sus profundas raíces bolivarianas”, apuntó.