Antonio José Chinchetru (ALN).- España tiene un presidente del Gobierno en una permanente situación de debilidad. Así lo consideran dos analistas políticos consultados por ALnavío. Los socios parlamentarios de Pedro Sánchez tratan de sacar beneficio de una situación de la que también hay conciencia en el exterior del país.
En su momento, Pedro Sánchez anunció “moción de censura, estabilidad y elecciones”. La primera de ellas tuvo lugar, y le permitió llegar a La Moncloa. Una vez en el poder, no está ofreciendo la segunda ni convoca las terceras. La sensación que transmite el presidente del Gobierno es de una extrema debilidad, que se traduce en inestabilidad, debida a su poca fuerza parlamentaria.
El pasado lunes tuvo lugar un episodio que rebela la debilidad del jefe del Ejecutivo. Sánchez confirmó en una entrevista concedida a la Cadena Ser que se va a incrementar el impuesto al diésel. La medida, de la que se hablaba desde hacía tiempo, se justificaba en la lucha contra el cambio climático. Ese mismo día, la ministra de Industria, Comercio y Turismo, Reyes Maroto, negó que lo dicho por el presidente del Gobierno fuera un anuncio y lo calificó de “globo sonda”.
La descalificación de unas declaraciones del presidente del Gobierno por parte de una ministra no tuvo consecuencias visibles en el gabinete. Maroto rectificó poco más tarde, pero en ningún momento fue desautorizada por Pedro Sánchez. El inquilino de La Moncloa envió así un mensaje de debilidad. Por lo general, con independencia de países y signos políticos concretos, cuando se da una situación así el jefe del Ejecutivo suele destituir de inmediato al ministro. Otra opción, diferente en las formas pero igual en el fondo, es que le exija en privado que presente su renuncia irrevocable.
José María Marco, analista político y profesor de Historia de las Ideas Políticas en la Universidad Pontificia de Comillas en Madrid, considera que “es el presidente más débil de la historia democrática española”. En declaraciones a ALnavío, Marco dijo: “No es que no tenga una mayoría parlamentaria, es que no dispone ni tan siquiera de una coalición de gobierno”. Para Jorge Vilches, politólogo y profesor de Historia del Pensamiento Político en la Universidad Complutense de Madrid, “la percepción común es de un gobierno débil y maniatado”.
Jorge Vilches: “Tienen que hacerlo todo a través de decretos o intentando pactar cada cosa”
Vilches, como politólogo, apunta a este diario una contradicción del actual Ejecutivo y el PSOE: “El poder lo tienen desde hace tiempo, porque ante ellos responden muchos medios de comunicación y gran parte de la estructura educativa. Pero no tienen el Gobierno. No sólo por el grupo parlamentario reducido, sino porque como no convocan elecciones tienen el obstáculo del Senado. Por eso tienen que hacerlo todo a través de decretos o intentando pactar cada cosa”.
La debilidad del Ejecutivo se transmite también a través de las constantes rectificaciones. Desde que llegara a La Moncloa se han multiplicado los casos en los que Sánchez anuncia una medida y termina rectificando (Ver más: 5 casos que confirman que Pedro Sánchez gobierna a golpe de improvisación). A este respecto, Jorge Vilches sostiene que “la sociedad española percibe a Sánchez como un presidente débil no sólo porque está gobernando a través de decretazos, sino además por las enormes contradicciones, los dimes y diretes, las propuestas y las rectificaciones en estos tres meses de gobierno”.
La debilidad es también percibida por el principal socio parlamentario del PSOE, Podemos. Pablo Iglesias se reunió con Pedro Sánchez este jueves. Horas antes del encuentro, dijo en los pasillos del Congreso que el socialista se “jugaba” la legislatura en el encuentro, según recogió La Vanguardia. Lo mismo ocurre con los independentistas catalanes, que no moderan su discurso a pesar de las constantes ofertas de diálogo del jefe del Ejecutivo.
Podemos e independentistas tratan de aprovecharse
Esta situación no se le escapa a los ciudadanos. Vilches señala: “La gente piensa que Podemos le tiene atado con la cuestión del gasto social y los nacionalistas con su propia causa, ya sea para no aplicar el artículo 155, ya sea para tratar a los presos de una determinada manera”.
José María Marco: “Todo el mundo sabe la situación en la que se encuentra y le están intentando sacar todo lo que puedan”
Según José María Marco, la debilidad parlamentaria “está siendo usada” por los socios de Sánchez. “Todo el mundo sabe lo débil que es, lo extremadamente frágil que es, la precariedad en la que se encuentra y le están intentando sacar todo lo que puedan”. El académico apunta que “él trata de vender la idea de que negocia, y en realidad lo que hace es depender completamente de otros. Es una debilidad extrema”.
La percepción de debilidad ha cruzado fronteras. Marco señala que es la imagen que se tiene fuera de España, incluyendo la Unión Europea. Sostiene que en la UE “se percibe un gobierno muy frágil” y que eso tiene consecuencias para el país. Afirma que esto se está traduciendo en menos inversiones y reticencia a firmar contratos o abrir empresas en España. Para Marco esto se debe a que Sánchez “tiene que negociar con socios que son muy particulares. No son el PP o Ciudadanos, que más o menos puedes confiar en ellos. Son los nacionalistas exacerbados y Podemos, gente que no cree en el sistema”.
El único ámbito en el que Sánchez no transmite debilidad es en el de su propio partido, el PSOE. Para Marco, “hay bastantes barones socialistas que no parecen muy conformes con Sánchez, pero mientras esté en La Moncloa no se traducirá en nada”.
Vilches lo ve, sin embargo, de otra manera. “Es un líder fuerte porque lo que ha sabido hacer Pedro Sánchez es limpiar el partido de forma eficaz. Lo que ha hecho ha sido cambiar las ejecutivas allá donde ha podido. Incluso ha eliminado las primarias donde ha querido, porque de las de verdad, de las competitivas, ha habido en muy pocos sitios”, afirma.
Para este politólogo, Sánchez “ha conformado el partido como un proyecto personal. En el PSOE quedan muy pocos bastiones en contra, y además con la voz muy baja. Puede quedar Susana Díaz, pero no tiene ni la altura ni el poder suficiente”.
Lograría una victoria electoral ajustada
A pesar de la debilidad gubernamental, los sondeos muestran que en este momento el PSOE ganaría unas elecciones generales. En este sentido, la derrota infligida a Mariano Rajoy en la moción de censura y la llegada a La Moncloa ha impulsado la intención de voto de los socialistas.
Un sondeo de Sociométrica publicado a principios de mes por El Español otorga al PSOE 25,8% de intención de voto, frente a 23,1% de Ciudadanos y 22,7%. Otro, realizado por NC Report, para La Razón ofrece resultados diferentes. Según esta encuesta, los socialistas ganarían, pero en una situación de empate técnico con los populares. El PSOE lograría 27,8% de los sufragios y el PP conseguiría 27,5%.
La firma Simple Lógica realizó en agosto una encuesta que incluía la aprobación de los distintos dirigentes de los partidos políticos. Con la moción de censura, la de Pedro Sánchez se disparó de 20,7% en mayo a 36,1% en junio. Desde entonces desciende de forma progresiva para situarse en 32,9%. Esto le sitúa como el segundo líder mejor valorado tras Albert Rivera. El presidente de Ciudadanos obtiene el aprobado de 34,3% de los encuestados, frente a 38,6% que obtuvo en junio.