Antonio José Chinchetru (ALN).- El Gobierno español se acerca al régimen castrista al tiempo que se desmarca de la línea de dureza frente a Nicolás Maduro. La excusa, expresada en su día por Josep Borrell, es que no puede permitirse que cuando se produzca el deshielo sea otro país el que saque beneficio de ello. Dos opositores residentes en España, uno venezolano y otro cubano, así como un experto en relaciones internacionales consideran que el motivo es otro. Coinciden en que se trata de una estrategia motivada por razones ideológicas.
El presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, ha aprovechado su viaje a Nueva York a la cumbre de la ONU para reunirse con el presidente cubano, Miguel Díaz-Canel. Es un gesto de acercamiento que se produce dos meses después de que el ministro de Asuntos Exteriores, Josep Borrell, dijera que el Ejecutivo español no quiere liderar la línea dura de sanciones de la Unión Europea al chavismo para no repetir lo que se consideró un error con Cuba que permitió que Francia liderara el deshielo con la tiranía insular caribeña.
Borrell sostuvo en una rueda de prensa que “no querríamos repetir lo que pasó con Cuba, que abanderamos la línea dura y cuando llegó el deshielo lo lideró (François) Hollande”. El entonces presidente francés viajó en 2015 para establecer vínculos económicos y políticos con el régimen castrista.
Sánchez y Borrell parecen de esta manera privilegiar los intereses económicos sobre cualquier otro a la hora de relacionarse con las dictaduras cubana y venezolana. Sin embargo, expertos y opositores de ambos países coincidieron en decir a ALnavío que ambos acercamientos se fundamentan en afinidad ideológica y están muy influidos por Podemos.
Eduardo Fernández Luiña: “Con hiperinflación y un drama humano brutal no quedan muchos intereses empresariales que proteger en Venezuela”
Eduardo Fernández Luiña, profesor de Ciencia Política en el campus en Madrid de la Universidad Francisco Marroquín (UFM), tiene claro que “el actual Gobierno y, sobre todo, los socios del actual Gobierno tienen una afinidad ideológica y un compromiso con los procesos revolucionarios tanto en Cuba como en Venezuela”. Dijo a este periódico que “los empresarios españoles han sido perseguidos en Venezuela de forma dramática” y que “la capacidad de los intereses empresariales para romper ese compromiso ideológico con el régimen de Nicolás Maduro es reducida”.
Fernández Luiña hace hincapié en que “la variable principal es de naturaleza ideológica. El acercamiento a Venezuela no está movido por la protección de los intereses de los empresarios. En una situación como la que hay en ese país, con hiperinflación y un drama humano brutal, no quedan muchos intereses empresariales que proteger”.
El académico destaca que “la situación en Cuba es distinta, porque la dictadura es estable”. Añade que el castrismo “ya tiene un régimen de privilegio para todas las inversiones turísticas. No es comparable con Venezuela en este aspecto”.
El profesor de la UFM considera que cuando se trata con los gobiernos de Cuba y Venezuela debe ponerse por delante la defensa de la democracia antes que los réditos económicos. “En el caso de América Latina, por cercanía cultural y por el gran número de españoles que viven allí, deben primar los derechos humanos antes que los intereses empresariales”, sostiene.
Acercamientos a regímenes “en franca agonía”
El presidente de la Plataforma Democrática de Venezolanos en España, William Cárdenas, considera que atribuir a intereses económicos el acercamiento al chavismo y el castrismo es una “justificación ideológica”. Dijo a este diario que “desde el punto de vista económico lo razonable sería acercarse a quienes van a ser la alternativa a regímenes como el venezolano, una narcotiranía contrastada y violadora de derechos humanos. Sólo esto debería descartar cualquier acercamiento. Tienes que aproximarte a las víctimas de los crímenes y, en todo caso, a quienes van a ser la alternativa de ese poder”.
Considera que “el régimen venezolano está en franca agonía y lo sabe todo el mundo. Desde el punto de vista geopolítico no tiene sentido mantener una línea blanda con Maduro cuando se va a derrumbar el régimen. En el caso de Cuba es igual, va a ocurrir lo mismo aunque sea de forma más paulatina”.
William Cárdenas: “Sánchez debe elegir entre abrazarse con narcotiranos porque te presiona un socio político coyuntural o mantener el respeto a los principios y valores democráticos”
Cárdenas sostuvo que el PSOE “debería tener clara la línea de acción en una situación como esta. Entiendo que pueda estar condicionado por los diputados de Podemos. Debe elegir entre abrazarse con narcotiranos porque te presiona un socio político coyuntural o mantener el respeto a los principios y valores de la sociedad a la que perteneces”.
Considera que aunque hubiera motivos económicos para acercarse a estas dictaduras esto tampoco lo justificaría. El presidente de la Plataforma Democrática de Venezolanos en España dijo que “sociedades como la española, inserta en un mundo democrático donde priman los derechos humanos, deben trasladar estos valores a su política exterior. No tiene sentido abrazarse a tiranos, a regímenes violadores de los derechos humanos que están siendo sancionados incluso por ti mismo, porque formas parte de una Unión Europea que está sancionando a los dirigentes chavistas”.
Ideología y negocios en Cuba
Carlos Payá, veterano activista en España del Movimiento Cristiano Liberación (MCL), cubano y hermano del fallecido líder opositor Oswaldo Payá, dijo a ALnavío que la política de acercamiento a los regímenes de Cuba y Venezuela “es una cuestión de afinidad ideológica de los socios del Gobierno”. Diferenció el peso de los intereses económicos en la relación con cada una de esas dictaduras.
“En Venezuela el tema de los negocios ya está dado por perdido. En Venezuela eso ha pasado a un segundo plano, porque no hay dónde invertir”, sostuvo. Pero en el caso cubano es diferente, en su opinión.
Carlos Payá: “La política exterior española hacia Cuba la marcan los intereses hoteleros, y no hay mucha diferencia en ello entre los distintos gobiernos”
Carlos Payá dijo: “La política exterior española hacia Cuba la marcan los intereses hoteleros, y no hay mucha diferencia en ello entre los distintos gobiernos. Lo que ocurre es que en función de su electorado tratan de justificar con matices ideológicos la política. El actual Gobierno español está sustentado por gente que quiere para España lo mismo que hay en Cuba o Venezuela. Los gobiernos anteriores no estaban marcados por esa tendencia, y entonces primaban más los intereses económicos. En el MCL lo padecimos de manera directa cuando, desde el momento uno, el gobierno de Mariano Rajoy sabía que Oswaldo Payá no había muerto en un accidente, pero aceptó la versión oficial del régimen castrista”.
Pone otro ejemplo que afecta directamente a la organización que lideró su hermano y de la que es miembro. “En su momento pedimos al ministro Borrell que intercediera ante las autoridades cubanas por Eduardo Cardet (sucesor de Oswaldo Payá como líder del MCL y preso político)”. No le consta que el gobierno de Pedro Sánchez haya actuado de esa manera, pero “debemos esperar que lo haga”, añadió.
El opositor cubano sostuvo que en el juego entre intereses económicos y afinidad ideológica, “lo que no importa para nada es la defensa de los derechos humanos en Cuba”. Además, denunció que “los empresarios españoles, canadienses y de los demás países con intereses en Cuba negocian con mano de obra esclava, y no les importa”.