Leticia Núñez (ALN).- El director del Observatorio de la Política China, Xulio Ríos, defiende que el gigante asiático y Latinoamérica tendrían que caminar “hacia una mayor diversificación”. “Deben converger en esa agenda a largo plazo que hasta ahora ha sido imposible de configurar”, remata. El Foro Económico Mundial lo tiene claro: “La sociedad que forman Latinoamérica y China ya está lista para ir más allá del comercio”. En la reunión que celebraron en abril en Buenos Aires, varios expertos señalaron las nuevas dimensiones de un vínculo que “ahora también abarca las finanzas y la cooperación política”. No son los únicos. Xulio Ríos, director del Observatorio de la Política China, también cree que el gigante asiático debería trascender el modelo de las materias primas e incorporar valor añadido a la relación. El ensayista gallego y experto en política internacional indica que América Latina, por su parte, debería favorecer la integración regional, máxime después de las amenazas proteccionistas lanzadas por Donald Trump.
En una entrevista con el diario ALnavío, el autor del libro China Moderna, asegura que las oportunidades que hay en la actualidad “son muchas” para ambas potencias, aunque no oculta que la heterogeneidad no facilita la asociación. “Las velocidades de los procesos a uno y otro lado son distintas y se deben ajustar para facilitar el acoplamiento”, sostiene.
– El Foro Económico Mundial cree que ha llegado la hora de abrir una nueva era de relaciones comerciales entre China y América Latina. ¿Está de acuerdo?
– Totalmente. Ambas partes deben hacer más por incorporar valor añadido a la relación. Creo que el documento aprobado por China en noviembre [sobre su política hacia América Latina y el Caribe], el segundo de su tipo, va en esa línea.
– ¿Hacia dónde debería caminar la relación entre ambas?
– Se debería orientar hacia una mayor complejidad y diversificación. De la parte china, trascender un modelo basado en las materias primas, y apostar por otros rubros como las infraestructuras, en las que existe un déficit muy importante en la región (logística, transporte, etc). De la parte latinoamericana, es importante complementar el diálogo concreto a nivel bilateral con un enfoque regional. Ambos deben converger en esa agenda a corto, medio y largo plazo que hasta ahora ha sido imposible configurar. La creación del foro China-CELAC puede representar un salto cualitativo a la hora de dotarse de mecanismos, instituciones y agendas eficaces y realistas.
– ¿Qué cree que hace falta para que se produzca una asociación entre China y América Latina?
– Creo que en eso están ambas partes y el mecanismo China-CELAC puede ayudar a ganar altura en la plasmación de esa asociación. No obstante, la heterogeneidad no lo facilita. Es un proceso que debe construirse sobre la implementación de acciones concretas que favorezcan la configuración regional.
«Para todos existe una gran oportunidad y si se dotan de políticas específicas para ello y se evita la improvisación podrá aprovecharse»
– ¿Algún error del pasado que deberían evitar?
– Más que de errores hablaría de carencias. China se dotó de una estrategia para la región muy inteligente con pasos decididos, aunque a veces lentos. Las velocidades de los procesos a uno y otro lado son distintas y se deben ajustar para facilitar el acoplamiento. La falta de una estrategia de conjunto en América Latina constituye un lastre importante.
– Dado que las exportaciones a China están concentradas en las materias primas como el hierro, el cobre, la soja o el petróleo, ¿estima que América Latina debería empezar por diversificar su comercio con el gigante asiático?
– Por supuesto. Esa es una de las claves esenciales a futuro. En tal sentido debe aprovechar iniciativas chinas como esa zona de cooperación económica y comercial que está creando en la ciudad de Zhuhai y que está llamada a desempeñar un papel de primer plano en el fomento de la colaboración. Ahí se abordarán asuntos como el comercio tradicional, el comercio electrónico, la cooperación financiera, el intercambio turístico y cultural, etc. Estará operativa en la segunda mitad de este año.
– El reequilibrio de China, según el Foro Económico Mundial, crea oportunidades de exportación para ciertos sectores agroalimentarios latinoamericanos puesto que el país asiático cubre bastante menos del 10% de las tierras cultivables y agua del mundo, y alberga casi el 20% de la población mundial. ¿Debe actuar rápido Latinoamérica para aprovechar esta oportunidad?
– Algunos países lo están haciendo ya. El momento es ahora. Las oportunidades en este aspecto son muchas. Aprovechar los espacios existentes como la Cumbre Empresarial China-LAC, que este año se reunirá en Uruguay, es clave. Montevideo, por ejemplo, es observado por China como un proveedor de alimentos muy confiable.
– El organismo dice también que se requiere un mecanismo más sólido de coordinación regional para el diálogo y las negociaciones. ¿Qué fórmulas considera que podrían ser las más adecuadas?
– Hoy día existen diferentes plataformas regionales y subregionales a diferentes niveles para abordar estas cuestiones. A nivel global, el foro China-CELAC debería servir de catalizador, construyendo todo lo demás en su entorno.
«El momento es ahora. Las oportunidades son muchas», asegura Xulio Ríos
– De momento, solo 1 de cada 100 turistas chinos visitan América Latina. ¿Qué debería hacer la región para conquistar al visitante chino? ¿Estaría de acuerdo en que revise los procedimientos migratorios?
– La exención de visados sin duda animaría mucho. La región cuenta con importantes atractivos. Sería necesario diseñar una oferta específica para el turista chino que contemple la región en su conjunto y no solo país a país, algo similar a lo que acontece con Europa. Ponerse a la altura de su perspectiva resulta esencial para tener éxito.
– Tras las advertencias proteccionistas de Donald Trump, ¿es éste es un buen momento para que América Latina apueste por la integración regional?
– Siempre lo es y el hecho de que no se produzcan avances hoy va en detrimento de las posibilidades de construir una relación más fructífera con China.
– ¿Prevé que China pueda ocupar algún día el lugar de EEUU?
– China puede ser para América Latina un socio complementario de interés, pero no deberíamos contemplar esa relación con un desafío en términos hegemónicos.
«La relación entre China y América Latina se debería orientar hacia una mayor complejidad y diversificación»
– ¿Qué necesita China para ver a América Latina como un mercado más atractivo?
– Creo que en su conjunto China ya es consciente y ha realizado una apuesta sólida por la región. Ese documento de noviembre que cité lo pone de manifiesto. Incluso arriesga mucho en algunos espacios donde predomina la inestabilidad.
– Por países, ¿cuáles resultan más atractivos para el país asiático?
– Depende mucho del foco que utilicemos. En términos generales, Brasil y los BRICS, y los demás países del G20 son de gran importancia para China. En términos de energía, la ecuación es otra, pensemos en Venezuela, por ejemplo. Si nos referimos al problema de Taiwán, Centroamérica tiene prioridad.
– Finalmente, la Comisión Económica para América Latina y el Caribe aseguró hace unas semanas que profundizar los vínculos comerciales, de inversión y de cooperación entre Latinoamérica y el Caribe y China ofrece un enorme potencial de beneficio para ambas partes. ¿Quién cree que sería el más favorecido?
– Los niveles alcanzados hasta ahora son importantes pero bajos en relación a sus potencialidades. Para todos existe una gran oportunidad y si se dotan de políticas específicas para ello y se evita la improvisación podrá aprovecharse. Toda la región en su conjunto da muestras de una toma de conciencia creciente en este aspecto.