Redacción (ALN).- Algunos estudios han señalado en el pasado que consumir cerveza puede traer beneficios a la salud.
Y es que la cerveza es una bebida natural que contiene agua, azúcares, proteínas, vitaminas, minerales y antioxidantes. Y estos son elementos claves para el buen funcionamiento de nuestro organismo.
Es por ello que su consumo moderado se ha asociado con beneficios para el sistema cardiovascular, el metabolismo, los huesos y hasta el estado de ánimo.
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Por «demorado», es necesario explicar, se considera el consumo de hasta dos vasos al día para los hombres y uno para las mujeres.
Pero, y como indica el sentido común, mucho de algo bueno se transforma en algo malo.
Recordemos que la cerveza también contiene alcohol etílico, que es una sustancia tóxica y adictiva que puede dañar el hígado, el cerebro, el corazón y otros órganos.
Entonces, su consumo excesivo o habitual aumenta el riesgo de padecer enfermedades como la cirrosis, la depresión, el cáncer o la demencia. Además, el alcohol aporta calorías vacías que pueden contribuir al sobrepeso y la obesidad.
¿Qué pasa finalmente con la cerveza?
Por ello no es tan difícil concluir que tomar cerveza no es ni bueno ni malo en sí mismo, sino que depende de cómo se haga.
Lo más recomendable es beber con moderación, responsabilidad y dentro de una dieta equilibrada y un estilo de vida saludable. Así, se pueden aprovechar los beneficios de la cerveza sin sufrir sus efectos nocivos.
Con información de Business Insider.