Antonio José Chinchetru (ALN).- El gobierno de Mariano Rajoy y el Partido Popular han tenido que articular de forma muy rápida un discurso con el que enfrentar la sentencia por el caso Gürtel y la presentación de la moción de censura por parte de Pedro Sánchez. Se centra en las ideas de que un triunfo de esta última pondría en riesgo la estabilidad política y económica de España y que el líder del PSOE quiere llegar al poder a cualquier precio. Los expertos en comunicación política Verónica Fumanal y Jordi Rodríguez Virgili han analizado esta estrategia en conversación con ALnavío.
Tras la sentencia judicial sobre el caso Gürtel y la presentación de una moción de censura por parte del PSOE contra Mariano Rajoy, el Partido Popular y el actual Gobierno de España hacen frente a la más dura crisis de imagen en muchos años. El Ejecutivo y el PP han respondido insistiendo en los riesgos para la estabilidad institucional y económica que traería, según afirman, una llegada de Pedro Sánchez al poder gracias a la votación que tendrá lugar en el Congreso de los Diputados este viernes. Dos expertos en comunicación política han analizado, en conversación con ALnavío, esta estrategia.
Desde el pasado viernes, los argumentos de los miembros del Gobierno y los altos cargos del PP han sido básicamente cuatro. Sostienen que un Ejecutivo de Pedro Sánchez supondría inestabilidad política en España en un momento en el que se está haciendo frente al desafío independentista. Esta idea se basa en que con 84 diputados (85 si se cuenta a la representante de Nueva Canarias, que se presentó a las elecciones en coalición con los socialistas), el PSOE necesitaría apoyar su acción de gobierno en una heterogénea amalgama formada por Podemos, separatistas catalanes y nacionalistas vascos. Vinculado a esto está, según han afirmado algunos dirigentes populares, el peligro de “italianización” de la política española, con una fragmentación del Parlamento que podría impulsar a fuerzas populistas.
Un cuarto argumento es que pondría en riesgo el crecimiento económico. Vinculado tanto a esto como al peligro de desestabilización institucional y política, desde las filas populares se advierte que un triunfo de la moción de censura pondría en peligro la aprobación de los Presupuestos Generales del Estado por el Senado, una vez que han logrado pasar el trámite en el Congreso de los Diputados. En quinto lugar, desde el Ejecutivo y el PP se está acusando al secretario general del PSOE de querer llegar a La Moncloa a cualquier precio.
Advertencias contra un ‘gobierno Frankenstein’
Verónica Fumanal, consultora de comunicación política que en el pasado ha trabajado tanto con Albert Rivera como con Pedro Sánchez, señala a ALnavío que “estas claves no son nuevas, son las mismas que Rajoy utilizó en 2016 cuando rechazó el encargo del Rey para intentar formar gobierno y Pedro Sánchez lo aceptó. En aquel momento, el PP basó su discurso en dos cuestiones. Una era la estabilidad institucional, que no se podía hacer lo que se llamó el ‘gobierno Frankenstein’, con un puzzle de siglas amalgamadas en contra de una opción política en vez de a favor de algo. La otra es el crecimiento económico”.
Apunta que “el fin de semana el Partido Popular lanzó un argumentario a varios medios de comunicación donde se alertaba sobre cuántos empleos se perderían y los riesgos para la economía”. Dicho documento, que ha sido publicado por varios periódicos, no iba acompañado de firma ni membrete oficial alguno.
Jordi Rodríguez Virgili considera que el gobierno de Mariano Rajoy tiene “poco margen” de acción
Jordi Rodríguez Virgili, profesor de Comunicación Política en la Universidad de Navarra, señala que el Gobierno tiene “poco margen” de acción en esta materia. Su estrategia “pilota alrededor de dos ejes”. El principal consiste “sin reconocer errores, en afirmar que la alternativa es peor o más peligrosa”. El segundo pasa por “minimizar daños”.
Sobre el primero, recuerda que en España la moción de censura es constructiva, por lo que no se trata tan sólo de derribar al Gobierno sino también de ser capaz de formar una alternativa estable y sólida que lo sustituya. Rodríguez Virgili destaca que desde las filas populares “se insiste en que en este caso no existe la posibilidad de formar un gobierno estable, sería ese ‘gobierno Frankenstein’, en palabras de Alfredo Pérez Rubalcaba (que fue ministro tanto con Felipe González como con José Luis Rodríguez Zapatero y lideró brevemente el PSOE), que traería inestabilidad, que afecta a los mercados, que afecta a la recuperación”. El argumento, añade el experto, es que “sería peor en un momento es que se necesita estabilidad ante el independentismo catalán”.
Sobre el segundo eje, Rodríguez Virgili apunta que el discurso se basa en que el Gobierno no tiene ningún imputado ni ningún investigado. Explica que el Ejecutivo destaca que “son sucesos del pasado, que afectan al partido, pero no al Gobierno; y, además, al partido en dos pueblos de Madrid. Por lo tanto, el Gobierno no está implicado ni es corrupto, contra lo que está diciendo la oposición”.
En su opinión, es un eje “más débil y tienen que utilizarlo con más mesura porque lo peor no es lo que ha pasado. Hay que prevenirse ante lo que va a venir”. Rodríguez Virgili añade que “el escenario judicial que tiene el PP en los próximos meses es realmente complicado. Esta ha sido la primera pieza de muchas que están por venir, hasta 25 casos. Por eso utilizan este eje, pero menos”.
En opinión de Fumanal, “el PP no ha medido bien el impacto que ha tenido la sentencia de la Gürtel después de haber llovido tanto. El PP ha tenido una primavera negra y después ha llegado la detención de Eduardo Zaplana y la primera parte de la sentencia de la Gürtel”. Para ella, la estrategia de criticar la sentencia “es abusar de un argumento que ha sido muy utilizado por los independentistas: quien me da la legitimidad son las urnas y no los tribunales. Por encima del imperio de la ley no hay nada”. Y añade: “Si ellos empiezan a cuestionar el sistema judicial, ¿por qué no lo va a hacer Oriol Junqueras?”.
Pasarle la presión al PSOE
Para el profesor de la Universidad de Navarra, la estrategia central del PP busca que “la precipitación al presentar la moción de censura le pase factura a Pedro Sánchez y además pasarle la carga de la prueba al PSOE para ver si es capaz de formar esa alternativa que resulta tan complicada”. Recuerda que “Podemos está pidiendo que si fracasa la moción dimita Pedro Sánchez. El Gobierno está actuando con la idea de ‘que se peleen entre ellos’”.
Fumanal señala el Gobierno “juega con la sombra de la duda”. En este sentido, señala: “Como está claro que nadie va a apoyar a Pedro Sánchez a cambio de nada, desde el PP plantean qué va a negociar: el acercamiento de los presos de ETA con el PNV, una consulta independentista, o prebendas para los independentistas, cuando creo que la experiencia de Pedro Sánchez en 2016 es que él no pactó la consulta. Además, ha estado lealmente al lado del 155”.
Verónica Fumanal: “Lo que hace el PP es jugar con la carta del miedo. Ya lo hizo en las últimas elecciones, con el discurso del ‘yo o el caos’”
Para esta consultora de comunicación “la neurociencia ha estudiado cuáles son las emociones que más movilizan a la opinión pública en política. Una es el entusiasmo. Si lo consigues activar provoca grandes movimientos y genera grandes adhesiones electorales. El otro es el miedo, y lo que hace el PP es jugar esta carta. Ya lo hizo en las últimas elecciones, con el discurso del ‘yo o el caos’. Ahora lo vuelven a hacer, diciendo que una moción de censura supondría el caos, tanto institucional como económico, para España”.
Rodríguez Virgili considera que “todavía es temprano para ver si la estrategia de comunicación le está dando resultados”. Además, apunta que Rajoy tampoco tiene demasiadas alternativas posibles. Fumanal, sin embargo, afirma que no está funcionando. Apunta a una encuesta publicada por El Confidencial este martes, según la cual 46% de los electores apoyarían la moción aunque fuera con los independentistas. “El porcentaje se eleva a 54,6% si la moción de censura es para desbancar a Rajoy y no se entra en detalles”, recuerda.